Muchos insisten en echarle leña al fuego a una disputa entre fútbol y el béisbol en Cuba, donde el consumo del más universal ha crecido exponencialmente en la última década, justo el período de decadencia más marcado de la pelota. Sin embargo, dicha querella no debería poner en riesgo la coexistencia de los dos deportes que reúnen las mayores bases de fanáticos del país.
La pelota ha visto esfumarse su reinado en terrenos foráneos, pero sustenta su sitio como el pasatiempo nacional a golpe de tradición, y gracias al brillo de todos los cubanos que emigraron y hoy brillan en circuitos profesionales.
El más universal, por su parte, vive días de gloria en la Isla. La escuadra nacional sigue en el ostracismo caribeño, los torneos domésticos tampoco invitan al optimismo, pero el notable consumo televisivo de los principales eventos mundiales –tanto a nivel de selecciones como de clubes– ha instaurado una especie de fiebre beisbolera en las calles de la nación.
En este escenario, nos surgen varias dudas. ¿Cómo se ha desarrollado en el país un gusto tan marcado por el fútbol y por qué ha disminuido el interés por el béisbol? ¿Podríamos culpar al fútbol de todos los problemas que tiene hoy el béisbol nacional?
Para conversar sobre estos asuntos, el periodista Aliet Arzola tiene como invitado en Contra Reloj –el podcast de deporte del Canal Digital OnCuba– a Daguito Valdés, creador y líder del proyecto Yo Hablo Fútbol, con quien profundizará respecto a la disputa socio-cultural entre fútbol y béisbol que se produce en diversos ámbitos y plataformas.
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Aliet Arzola Lima. La vida lo llevó a graduarse de periodista en el 2013, pero siempre tendrá espíritu de deportista. Por eso ha disfrutado al máximo sus coberturas en Juegos Panamericanos, Centroamericanos, Series del Caribe y Campeonatos Mundiales. Desde hace mucho tiempo no practica ningún deporte, pero todos los días batea más de 50 pelotas y lanza otras tantas desde un montículo imaginario; a veces lo hace en la soledad del hogar, a veces en medio de la calle.