El secreto está en los barriles. Allí, en las reservas de las bodegas donde reposan las bases de cualquier Havana Club, encuentran los maestros roneros la clave del éxito de cada producto, desde un simple Añejo Blanco hasta el más reciente Tributo 2016, un nuevo ron Ultra Premium de la marca extendida mundialmente por la Pernod Ricard.
“Si se busca algo único, un producto que realmente se distinga del resto, hay que acudir siempre a los memorias de esos barriles añejados; claro, eso se materializa luego en la mezcla, oliendo y probando… no es una fórmula matemática de tantos por cientos”, cuenta Asbel Morales, uno de los ocho maestros roneros cubanos y responsable del Havana Club Tributo 2016, una colección de la que solo existen 2500 botellas, todas numeradas, para comercializar por todo el mundo.
Ahí reside gran parte de la exclusividad de este producto: una versión creada con reservas envejecidas en barricas de 80 años y otros rones de alta gama que solo llegará, en edición limitada, a manos de los mayores seguidores y coleccionistas de esta bebida, quienes además podrán presumir del número del ejemplar que posean.
Por decir más, el diseño es sumamente elegante, con un lujoso distintivo de oro y azul que resalta en el color ámbar oscuro del producto. En cuanto al sabor, los frutos secos tropicales y las sutiles notas de roble imprimen al Tributo un largo posgusto; y es que los rones de la Colección Icónica Havana Club se caracterizan, al decir de sus creadores, no solo por la variedad de colores y aromas sino también por su permanencia en el paladar y todos los sentidos.
Desde el pasado mes de marzo el Tributo 2016 se puede encontrar en las Casas de Habano del país, a donde llegaron unos mil ejemplares y el resto se comercializa en el mercado internacional por un valor de 350 CUC, aunque al ser una edición limitada de solo 2500 botellas el producto tiene unos destinos también reducidos, pues más allá de su valor sensorial, insiste Asbel, “el Tributo Havana Club tiene un gran valor cultural, así que deberá estar en lugares donde también eso se sepa apreciar”.
Como una joya de la cultura ronera cubana lo califican sus productores, añadiendo que el nombre se debe al tributo de la empresa por ese modo artesanal de producir la bebida, con un maestro ronero, mezclando sabiduría y reservas excepcionales; es un tributo a la excelencia y la variedad que definen a la marca insignia del ron cubano.
Creada en 1993 por la compañía Cuba Ron S.A y el grupo francés Pernord Ricard, la empresa mixta Havana Club Internacional S.A ha logrado posicionar la marca en el puesto número tres del orbe, excluyendo los márgenes de Estados Unidos, donde el producto está vetado a causa del Embargo, convirtiéndose asimismo en la líder mundial de Super Premium. En 2014 vendió más de 50 millones de botellas y ocupó el puesto 21 en el Top 100.
Maridaje de ron y habano
Aunque los atributos de una bebida genuina, cualquiera que fuese, son completamente disfrutables en solitario, cuando se tiene un legítimo ron cubano, pongamos Havana Club en este caso, se extraña enseguida un buen Habano. Se trata de dos productos, el ron y el tabaco, que como diría Asbel, forman un matrimonio terco; dos marcas, Havana Club y Habanos, que han mantenido una relación fiel, fortaleciéndose de manera natural a lo largo de los años.
Según Sergio Valdés Dorta, Director Desarrollo de Mercado de la empresa, la relación entre Habana Club y Habanos se basa además en que sus productos tienen una secuencia de trabajo similar, “debido a su origen totalmente cubano, su conexión con el suelo, el clima, el know-how de Cuba, y especialmente su calidad. En cuanto al Festival del Habano, nuestra empresa siempre ha estado presente de forma activa con el suministro de las bebidas que se consumen en las cenas y degustaciones”.
Así se ha consolidado esta alianza entre las dos compañías, y la presencia de una nueva versión de Havana Club en cada Festival del Habano. En esta XVIII edición del evento, al presentar la Colección Havana Club Tributo 2016, Valdés Dorta se refirió a su maridaje con el Habano: “Hemos hecho algunas pruebas y algunos cigarros se destacan más al combinarlos con el Tributo, como es el caso de Cohiba, Partagás y Ramón Allones. Este ron, sin duda, será aclamado por la comunidad de los fumadores debido a su innegable calidad”.
Junto a los demás productos de la Colección Icónica (Selección de Maestros, Havana Club 15 años, Havana Club Unión y Havana Club Máximo), el Tributo 2016 marca ahora el inicio de una colección de series limitadas: “La idea es tener producciones limitadas cada año, exclusivas y únicas, con diferentes perfiles de acuerdo a sus características, de modo que la producción del Tributo 2017 tendrá otras notas diferentes al actual, buscando cada año algo nuevo y distinto para mostrar a Cuba y el mundo el alcance del ron cubano”, aseguró Asbel Morales.
Para entonces el secreto seguirá estando en los barriles, en las reservas de las bodegas donde reposan las bases de cualquier Havana Club, desde el más simple Añejo Blanco hasta el último Tributo, que estará igualmente signado por la sabiduría de su ronero creador. Para entonces, seguirá siendo el hombre quien decida qué barril se utilizará en cada base, cuál es la mezcla adecuada y cuándo el ron está listo para consumir, porque eso solo se descubre, ya lo dijo el maestro, probando y oliendo.
Estimada es.usted de Cuba Ron quiero una botella. Yo estoy en Guatemala pero soy cubano, solo quiero saber a donde puedo mandar a mi hija en Cuba a buscar una botella.
esta bueno este reportage