Hace un par de semanas salió la noticia de que Yulieski Gourriel jugará la próxima temporada en Industriales. El rumor se ha oficializado, el propio jugador le ha puesto el cuño a lo que desde hace meses corría de boca en boca.
El motivo: la salud de Papá Gourriel. La familia decidió poner fin a las frecuentes idas y venidas a La Habana para el tratamiento médico de Lourdes y se instalarán en la capital por no se sabe cuánto tiempo.
Lo sospechoso es que de los Gourriel, el único que empacará las maletas junto a papá será Yulieski, los otros dos hermanos (Yunieski y Lourdes Jr.) se quedarán en su natal Santi Spiritus. De esa decisión familiar se pueden sacar dos conclusiones. La primera: del trío Gourriel, Yulieski, es el más apegado a papi. Y la segunda: que, sin dudas, él es el que de sobras podrá soportar encima la pesada chamarreta de Industriales.
La ambigüedad del asunto provoca miles de reflexiones que suponemos que la celebérrima Comisión Nacional de Béisbol haya analizado antes de aprobar tal solicitud. Higinio Vélez y compañía han aceptado lo que para muchas de las grandes luminarias de la pelota en Cuba fue un anhelo, mientras que a Yulieski Gourriel se le ha servido en bandeja de plata por puro “azar”.
Siempre se ha hablado que Pedro Luis Lazo deseó alguna vez encaramarse en el montículo del Latinoamericano vestido de azul y hacer que esas miles de personas que siempre lo insultaron en cada presentación, lo llegarán a venerar. Víctor Mesa también quiso que algún día sus malabares en la pradera central del cerro no tuvieran como víctima a Industriales e, incluso, que es mucho decir, el propio Lourdes Gourriel en aquella selectiva que jugaría por la capital, confesó sus ganas de quedarse jugando con el Latino a su favor. Sin embargo, ni ellos ni otros pudieron cumplir sus sueños.
No sé si para Yulieski esto era un sueño anhelado o si le desagrada la idea y la ha tomado con total serenidad para cuidar la salud de su padre. Pero quizás, si a Orlando Lavandera, Camilche Veloz o Alexis Durruthi se le hubiese presentado una situación al menos semejante, la solución tal vez hubiese sido otra.
Lo cierto es que la próxima campaña el mítico estadio de los Industriales recibirá a Yulieski Gourriel vestido de azul. La incógnita es cómo acogerá el Latino a su nuevo inquilino. Este sitio no se anda con tapujos, le expresa de un sopapo y en plena cara lo que piensa de cada cual. El espirituano es uno de sus predilectos, es blanco de miles de bocas instigadoras. La relación entre ambos no es para nada de las mejores, todo lo contrario, los infortunios internacionales del jugador lo han declarado persona no grata en el estadio del cerro.
Otra de las implicaciones de la mudada, y para mí la más complicada de todas, será la relación del espirituano con su nuevo vestuario. Yulieski arribará a un dugout repleto de pesos pesados, de jugadores que si bien cualitativamente no lo rebasan en nada, llevan años formando parte de la columna vertebral de esta novena y que están completamente acostumbrados a lidiar con su exigente afición.
El desembarco de Yulieski Gourriel, no le quepa la menor duda a nadie, consecuentemente provocará movimientos tanto en el line-up como en la defensa azul. Hablamos del jugador de mayor talento del béisbol cubano y por tanto, los infielders capitalinos ya deben de estar cruzándose de dedos.
Como dorsal lleva el 10, mismo número que porta Rudy Reyes, uno de los líderes del vestuario azul y casualmente antesalista anclado del equipo. En esta y otras dicotomías se tendrá que sumergir el mentor Lázaro Vargas.
El periodista Reinaldo Taladrid, quien se declara asesor principal del conjunto azul, en una reciente transmisión radial declaró que el director de Industriales y el espirituano ya se han reunido y que conversaron sobre un muy posible cambio de posición del jugador.
Así de complejo se vislumbra el debut, con Industriales, del pelotero más mediático en Cuba. A pesar de que el talento se le salga por los bolsillos, el espirituano tendrá que reexhibir sus potencialidades para imponerse en un nuevo hábitat.
“la pesada chamarreta de Industriales” jajajajajajaja que locura
No se quien eres Rene, pero si se que la chamarreta de Industriales pesa y hay un conjunto de elementos que asi lo demuestran. En primer lugar es el estadio del pais dondo mas aficion va a ver el juego y donde mayor cantidad de fanaticos se solidarizan con el equipo rival sin ser ni siquiera de esa provincia. A Industriales le ponen el mejor pitcheo sin contar que todos los equipos quieren anotarse una rayita positiva ante el equipo mas ganador de nuestras contiendas, estas son algunas de las muchas cosas que se pueden poner. Sin embargo el tema es la llegada de Yulieski a Industriales. Si el mas grande de todos los peloteros cubanos (Omar Linares) no le arrebato el numero a Rudy, dudo mucho que lo haga Yulieski como no creo que destrone a Rudy de su posición. Aunque con relacion al numero en el dorsal a lo mejor la beleidosa comision nacional e Higio Velez pudieran darle al niño lo que desea como ya lo hacen dejandolo jugar con Industriales espero que pasando por las series provinciales capitalinas, posiblemente en el municipio Playa, ya que se especula que la familia Gourriel podría estar viviendo en el modesto reparto SIboney o Atabey. En fin que nuestro beisbol vuelve a ser contradictorio y denigrante. No se que sucedera la proxima serie nacional pero yo no quiero a Yulieski en mi equipo ni aunque sea el mejor, el amor a la camiseta es unico.
La pelota cubana a dejado de pulir joyas en ocasiones debido a que en un mismo equipo se estaban desarrollando 2 buenos peloteros. Salvo la excepción de la capital por tener a Industriales y Metros (que ya no está, mis respeto para su afición) en el resto del país se perdieron algunos talentos que después de algunos años de competir contra figuras indiscutibles terminaron abandonando la pelota de una u otra manera. Por citar un solo ejemplo puedo decir el caso de Rey Ordoñes quien nunca pudo pensar en sentar al mago Mesa y sin embargo en las grandes ligas demostró su valía. Concuerdo que el amor a la camiseta es importante pero tan importante también es el espectáculo que se dá y el desarollo de nuevas figuras, y mas aún el desarrollo de nuestra pelota. Es hora que nuestra comisión deje libre a los directores de equipos y las comisiones de cada provincia a que decidan en una bolsa de peloteros o como le quieran llamar quienes son los peloteros que pueden formar su mejor novena. Todo esto solo traerá el beneficio y desarrollo de los peloteros y de nuestro pasatiempo nacional. Por mi parte doy la bienvenida a la idea que Yuliesky pueda hacerlo, quizás este sea el comienzo de algo que debería haber sido siempre un hecho. Suerte Industriales