Cuba sufrió durante el último año y medio desabastecimiento de no pocas medicinas debido fundamentalmente a impagos a proveedores extranjeros, pero también a la venta ilegal y otras prácticas fraudulentas, según reconocieron autoridades cubanas de la salud.
De acuerdo con lo publicado este jueves en varios medios de la Isla, entre los medicamentos que han faltado en las farmacias o han tenido un suministro irregular está la dipirona, el analgésico y antipirético más utilizado en Cuba del que se consumen más de mil millones de tabletas al año.
Ha habido problemas también con los diuréticos que forman parte del tratamiento contra la hipertensión, los antihipertensivos, antihistamínicos, el omeprazol (protector estomacal) y las pastillas anticonceptivas.
Rita María García, directora de Operaciones del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), explicó que la causa fundamental del desabastecimiento fueron los impagos a los proveedores extranjeros que suministran a la industria farmacéutica cubana materias primas, materiales para los envases e insumos.
Según García, el cuadro básico de medicamentos de Cuba lo forman 801 fármacos, de los que se produce localmente el 63 por ciento y el resto se importa.
Además, dijo que “más del 85 por ciento de los productos que se utilizan en la producción de medicamentos son importados, y el 92 por ciento de los principios activos, provienen fundamentalmente de mercados lejanos como China, India, y Europa, así como el 60 por ciento de los materiales de envases”.
Los impagos provocaron el paro de plantas de producción durante el año pasado y parte del presente, “pues al no disponerse de los recursos a tiempo, se detuvo la producción de algunas formas farmacéuticas que no nos permitió cumplir con el sistema nacional de salud”, explicó.
Ante esta situación, añadió, se establecieron prioridades “para los medicamentos que se expenden con la tarjeta de control para el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles y aquellos productos que se utilizan en los programas de atención al paciente grave y hospitalizado, los programas de Oncología y de VIH-sida, entre otros”.
El embargo y el mercado negro
La directora de Operaciones de BioCubaFarma señaló que el embargo “provoca elevados gastos” al no poder utilizarse el dólar en las transacciones y obliga a recurrir a mercados lejanos para la importación de materiales, equipos y piezas de repuesto, lo que retarda y encarece todo el proceso.
En cuanto al desvío de medicamentos y su venta en el mercado negro, Mailín Beltrán, jefa del Departamento de Servicios Farmacéuticos del Ministerio de Salud Pública (Minsap), dijo que desde febrero pasado se inició un “control integral” a las farmacias.
Esta auditoría reveló deficiencias relacionadas con “la falta de preparación del personal y con la falta de compromiso y responsabilidad que podían conducir a ilegalidades y a hechos de corrupción, muchos de los cuales fueron identificados”.
Entonces “se implementó un plan de medidas” que persigue “enfrentar la falta de medicamentos así como el control y fiscalización en las farmacias, la preparación del personal, el aseguramiento material, el aseguramiento y atención a los trabajadores”, dijo.
A raíz de las auditorías, fue sancionado “un grupo importante” de trabajadores de los servicios farmacéutico , y en algunos casos se abrieron procesos penales, según Beltrán, quien dijo de que el control y la fiscalización “van a seguir” para frenar “la venta ilegal de medicamentos, el uso indebido de recetas médicas y el uso indebido de los cuños”.
“No podemos seguir manchando la imagen de los trabajadores de la farmacia por un grupo de personas”, agregó.
El camino de la estabilidad
Estas representantes de Minsap y BioCubaFarma aseguraron a la prensa que desde junio llegan a Cuba materias primas y ha comenzado a estabilizarse el suministro de medicinas, aunque en agosto persistían el problema con más de veinte medicamentos de alta demanda.
“Hoy podemos decir que la industria se ha ido recuperando, mantiene estable la mayoría de sus producciones”, dijo Rita María García, quien asegura que en los sectores prioritarios “se ha logrado mantener la cobertura y entrega estable de medicamentos”.
Cristina Lara, jefa del Departamento de Planificación y Análisis de Medicamentos, Reactivos y Farmacoepidemiología del Minsap, dijo que entre las medidas está “la disponibilidad de medicamentos importados, paralelos a la entrega de la industria nacional” para “tratar de elevar la cobertura a nivel de farmacia”.
Lara explicó que intentan garantizar “que cuando una farmacia reciba el medicamento, lo reciba para todos los pacientes que tiene inscritos”.
Cuba –añadió– está importando una decena de medicamentos para su consumo entre 60 y 120 días, entre ellos la Hidroclorotiazida, el Enalapril, el Captopril, la metformina y el salbutamol.
En cuanto a los antihipertensivos, antihistamínicos, la warfarina y las tabletas anticonceptivas, Rita María García explicó que ya están disponibles en la red de farmacias y que “se continuará elevando la cobertura, a medida que se culminen los ciclos productivos”. El suministro de dipirona debe estabilizarse a partir de enero “y está prevista ya la cantidad necesaria hasta el mes de junio del 2018”.
Además, comentó que también preparan personal para ejercer como asistentes de farmacia, puesto que además de medicamentos, falta personal farmacéutico.
EFE / OnCuba