El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó hoy que el presidente de EE.UU., Donald Trump, no tiene “la más mínima autoridad moral” para juzgar a la isla, y lamentó el “retroceso” que afecta a las relaciones bilaterales.
Cuba “no tiene que recibir lecciones de EE.UU. ni de nadie”, afirmó Rodríguez al participar en la sesión de hoy del debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, que entra ya en la recta final, antes de que concluyan las sesiones este lunes.
Rodríguez afirmó que, cuando Trump habló desde la misma tribuna, el pasado martes, hizo “declaraciones irrespetuosas, ofensivas e injerencistas contra Cuba y el Gobierno cubano”.
En ese discurso, Trump, que se estrenaba en la Asamblea General de la ONU, calificó de “corrupto y desestabilizador” al Gobierno de Cuba, y dijo que Washington no levantará las sanciones impuestas a la Isla “hasta que no haya reformas fundamentales”.
Y el pasado miércoles, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, acusó al Gobierno de La Habana de ser un “régimen opresivo que ha reprimido a su pueblo”, y aseguró que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU “no se merece su nombre” por tener entre sus integrantes a países como Cuba o Venezuela.
Rodríguez contraatacó y aseguró que EE.UU. tiene un “patrón de violaciones sistemáticas de derechos humanos, como el uso de la tortura, la detención y la privación de libertad arbitrarias”.
Citó concretamente el caso de la base estadounidense de Guantánamo, “el asesinato de afroamericanos por policías, la muerte de civiles inocentes por sus tropas y la xenofobia y represión de inmigrantes, incluso menores”.
Según el canciller cubano, el acercamiento que hubo entre EE.UU. y Cuba bajo la administración de Barack Obama está en un “retroceso” tras las medidas anunciadas el pasado 16 de junio por la Casa Blanca.
En esa fecha, Trump anunció la prohibición para que las empresas de EE.UU. hagan negocios con compañías cubanas de propiedad o controladas por las Fuerzas Armadas de Cuba y restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla.
El gobierno de EE.UU. “ha decidido endurecer el bloqueo económico, comercial y financiero, imponiendo nuevos obstáculos a las limitadas posibilidades que tenía su empresariado para comerciar e invertir en Cuba”, afirmó el canciller cubano.
Esas medidas, añadió, “satisfacen sólo los intereses de un grupo de origen cubano del sur de Florida, cada vez más aislado y minoritario, que insisten en dañar a Cuba y a nuestro pueblo”.
Aun así, Rodríguez dijo que el gobierno de La Habana sigue interesado en mantener con EE.UU. un “diálogo respetuoso”.
“Cuba y EE.UU. pueden cooperar y convivir, respetando las diferencias y promoviendo todo aquello que beneficie a ambos países y pueblos, pero no debe esperarse que para ello Cuba realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia”, añadió.
EFE / OnCuba