Hay cierto placer en mirar para adentro, en fisgonear desde la calle lo que sucede detrás de puertas y ventanas abiertas. Es como penetrar en un mundo secreto, prohibido; una aventura a veces fortuita y otras consciente, provocada, indiscreta.
Cuba guarda millones de historias en el interior de sus casas, de sus solares y edificios. Muchas pueden parecer pueriles y cotidianas, algunas tiernas o desconcertantes. Pero todas tienen un significado, por pequeño que sea, para quienes las protagonizan.
Adentro se revela la intimidad, los miedos de los moradores, sus anhelos, sus dramas y sus alegrías. Una ropa colgada dice tanto o más de sus dueños que una frase o una fotografía. Una silueta, una sombra, anuncian una vida con variantes y complejidades.
Adentro, fuera de la vista de los intrusos y los desconocidos, la gente se muestra como es. Las cosas adquieren otra dimensión. Una mirada sorpresiva puede sonrojar a quien resulta descubierto, pero también al que mira.
Donde no hay ningun palcer es vivir dentro,y mirar,no se,estas fotos dan ganas de llorar.
La miseria, el cotidiano de vida de los cubanos!!! Hasta cuando seguiremos soportando vivir con las manos atadas????
Adentro lo unico que se nota es la cochambre en que vive el sufrido pueblo de cubano.
Lo interesante seria ver adentro de las cabezas de los que dirigen este país a ver que hay
Lo que se del “adentro”, es que la gente hablan con mas libertad que afuera. Las fotos de Dahian invitan a un documental; “El adentro” o algo asi, con música de misterio y espectral.