Las empresas estadounidenses aún tienen oportunidades de negocios en Cuba, a pesar de los cambios en meses recientes y de las nuevas regulaciones establecidas bajo el gobierno de Donald Trump, afirma The Hill.
Según este sitio de periodismo político de Estados Unidos, hay tres factores esenciales que mantienen viva esa posibilidad, pese las prohibiciones de la presente administración.
1. Cuba permanece como un mercado poco explorado y atrayente para empresas estadounidenses estratégicamente ubicadas en el Caribe.
2. Estados Unidos tienen “una ventaja competitiva geográfica y cultural natural sobre los competidores europeos y asiáticos”. La proximidad geográfica y cultural le da claras ventajas competitivas sobre otros países. Y en ninguna parte esa ventaja es “más clara que en el comercio agrícola, donde ahorrar tiempo y recursos pueden hace una enorme diferencia”.
3. Las contrapartes cubanas pudieran enfocar su atención en el grupo de empresas estadounidenses que tienen la previsión y la confianza, basadas en el entendimiento por ambas partes del panorama regulatorio y las oportunidades comerciales, para buscar oportunidades en Cuba en la era Trump.
Las regulaciones limitan los compromisos económicos de Estados Unidos con algunas entidades, principalmente en el sector del turismo, pero no cierran todas las puertas a los negocios en otros sectores.
Entre los 450 proyectos incluidos en la Cartera de oportunidades para la inversión extranjera, publicada en noviembre en la Isla, varios proyectos de la Zona Especial de Desarrollo Mariel quedarían prohibidos para Estados Unidos, dice The Hill. Pero “la mayoría de los proyectos se encuentran en otras áreas, incluyendo oportunidades con entidades no restringidas para la producción de alimentos, la biotecnología, la construcción, la energía, la gestión de desechos, y más”.
El impacto de las nuevas regulaciones se espera sea más evidente en el sector del turismo y en la zona Mariel, dos áreas con grandes inversiones por parte del Grupo de Administración de Empresas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (GAESA), añade el medio.
Los cambios de Trump
Las restricciones de viajes a Cuba y prohibiciones de hacer negocios con ciertas empresas de la Isla anunciadas en junio por Trump entraron en vigor en noviembre.
“Hemos fortalecido nuestras políticas hacia Cuba para alejar la actividad económica de las fuerzas militares cubanas y alentar al gobierno a avanzar hacia una mayor libertad política y económica para el pueblo cubano”, dijo en un comunicado el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin.
Como había adelantado el presidente en Miami en junio, a partir de ese momento los estadounidenses tendrán prohibido hacer transacciones con entidades cubanas controladas por los servicios militares, de inteligencia y de seguridad.
Por otro lado, los viajes individuales de estadounidenses a la Isla para abrir contactos con el pueblo cubano “que no tengan carácter académico ya no estarán autorizados”, de acuerdo con el Departamento del Tesoro.
En cuanto a los llamados “viajes de apoyo al pueblo cubano”, el gobierno de EE.UU. exigirá que los interesados participen “en un programa de actividades de tiempo completo que impliquen una interacción genuina con individuos en Cuba”.
Desde que se restablecieron las relaciones, en Julio del 2015, diganme cuantos contratos se han cerrado entre los 2 paises. Que yo sepa uno solo: el del carbon vegetal. Cuantos hombres de empresa y delegaciones oficiales han visitado Cuba tratando de promover negocios? Los cubanos nos han mirado por encima del hombro, diciendo que si quieren vendernos, que nos fien y ademas que vendan barato, con descuentos. Y nos ven cara de tontos?
La verdad de todo este mareo es que Cuba no tiene cash para comprar. Las empresas espaÑolas estacionadas en Cuba tienen el grito en el cielo, porque desde hace mas de 12 meses no se les paga. Algunos tirararan la toalla, como han hecho algunos en el pasado. Los mas potentes aguantaran el palo hasta que haya efectivo para pagar dichas deudas.
Cuba ha multiplicado el turismo, pero no se ve el progreso que genera semejante cantidad de dinero rodando por las calles.