Hace 120 años llegaron a Cuba los primeros inmigrantes japoneses y la Isla lo celebra con un programa de actividades para destacar su presencia actual en La Habana y la Isla de la Juventud.
Los inmigrantes nipones comenzaron a llegar a Cuba en 1898 procedentes de Okinawa, Kagoshima, Kumamoto, Fukuoka, Hiroshima, Nagano, Niigata, Fukushima y Miyagi, entre otras regiones del país asiático, recuerdan hoy medios cubanos.
Pero el período comprendido entre los años 1924 y 1926 del pasado siglo registro el mayor número de viajeros japoneses, cuyos descendientes –llamados nikkei– se calculan actualmente en unos 1,200 dedicados a labores en los sectores agrícola, empresarial, artístico y la prensa.
El anuncio de las celebraciones coincidió con la visita que realizó la pasada semana a la Isla el ministro de Estado para Asuntos Exteriores de Japón, Masahisa Sato, quien habló de “orgullo” y “profundo respeto” por la comunidad nipona en Cuba, a la que calificó como un “frente de amistad” entre ambas naciones.
Sato aseguró que el Gobierno japonés apoyará todas las actividades conmemorativas por el 120 aniversario de la migración japonesa al país caribeño, recuerda la agencia estatal Prensa Latina.
Además, subrayó que el primer ministro de su país, Shinzo Abe, concede “gran importancia” a la colaboración con descendientes de japoneses residentes en América Latina y el Caribe, y recordó su visita a Cuba en 2016, durante la cual se reunió con el presidente cubano Raúl Castro, y mantuvo un encuentro con representantes de la comunidad japonesa.
Para la celebración están programadas exposiciones de artes plásticas de ambos países y la presentación de un representante de danza contemporánea de Tokio junto al famoso bailarín cubano Carlos Acosta, según adelantó el jefe de la misión adjunta de la Embajada de Japón en Cuba, Masayoshi Ono.
El diplomático considera que actualmente los japoneses se “sienten cubanos” pese al “choque cultural” de los primeros años de su asentamiento en la Isla, y comparten valores como la “honradez, sinceridad, disciplina y delicadeza”.
La mayor comunidad de inmigrantes japoneses en el mundo está localizada en Brasil con alrededor de 1,5 millones de personas, seguida por las establecidas en Estados Unidos y Perú.
EFE / OnCuba
Hay un breve pero buen libro de la autoría de la ex profesora universitaria Lidia Sánchez Fujishiro que con carácter casi testimonial narra cómo llegó y se asentó en Santiago de Cuba su abuelo, el que fuera quizás el único emigrante japonés en la ciudad oriental.