Cuando se trata de nunca darse por vencido siempre aparece el nombre de Enorbel Márquez, pitcher zurdo natural de Santiago de Cuba que salió de la Isla en 2002 y ha completado su carrera como trotamundos del béisbol. Ahora con 43 años, redirige su destino hacia Italia, donde una vez triunfó, para demostrar que se puede volver al lugar donde se fue feliz.
Márquez firmó con Rimini Telemarket, equipo de la máxima división del béisbol de Italia, la llamada IBL (Italian Baseball League) donde también jugarán otros veteranos como Bladimir Baños, Yordanys Scull o Yordanis Alarcón.
Luego de iniciar lanzando en 2004 en la desnivelada Liga Alemana de béisbol, Márquez pasó cuatro temporadas en Italia (2010-2013) con Rimini donde nunca ganó menos de seis partidos por año y en dos campañas lanzó por debajo de 1.45 de efectividad.
“En estos momentos me encuentro muy bien. Estoy trabajando duro para lograr el resultado que quiero alcanzar este año y mantenerme en el Top 5 de los lanzadores en el béisbol italiano, algo muy difícil a mi edad, pero no imposible de lograrlo”, dijo a OnCuba tras su regreso a Italia, ahora con 43 años.
Sus dos últimas temporadas las pasó en Alemania, como jugador-entrenador de los Flamingos de Berlín en la segunda división alemana. Sin embargo, Márquez continúa lanzando para la selección en cuanto campeonato exista. Ya fue el beisbolista más longevo del último Pre-Clásico Mundial en 2016, Panamá, donde tuvo una salida desafortunada ante Nicaragua.
“Me hubiese gustado seguir haciendo las dos cosas y sobre todo en Berlín, pero un problema con la Directiva del Club me obligó a tomar esta decisión, aunque también te digo que no es nada fácil llevar los dos papeles a la misma vez”, aclara tras ayudar a que los Flamingos retornaran al primer nivel.
“Me siento contento porque así puedo concentrarme solo en una cosa”.
El de Palma Soriano aún mantiene su velocidad entre 86 y 89 millas.
“La velocidad en esto momentos no sabría decirte como está. El año pasado en septiembre estaba por las 88 y 89 millas y esta temporada con el entrenamiento que estoy realizando espero subir un par de millas más”, comenta.
Casi todos creían que Márquez estaba terminado. Que tendría su retiro con los Flamingos en Alemania entre las funciones de manager y lanzador de algunos innings. El zurdo que propinó un juego perfecto en 2008 ante los Capitales de Bonn, quien registró 38-12 y 2.20 de efectividad, nueve salvados y permitió línea ofensiva de .221/.280/.304 en 93 juegos durante sus cuatro años en Italia y más de una década en la selección de Alemania como principal brazo, no podía tener un final así.
“La primera liga de Italia es muy difícil y exige mucho, hacer las dos cosas sería casi imposible”, confesó.
Mientras reconoce que no será fácil esta nueva etapa. Márquez se debía a sí mismo un regreso, o tal vez una despedida del béisbol, y de una carrera que no imaginó que realizara cuando salió de Cuba.
“Pienso que jugaré un par de años más y después me dedicaré solo a la vida como entrenador”, agregó.