El gobierno del presidente Donald Trump tiene la intención de echar a andar su paz de plan para el Medio Oriente el próximo mes, en medio de señales de que podría alienar aun más a los palestinos al recortarles millones de dólares en fondos de ayuda humanitaria y proyectos de desarrollo en Cisjordania y Gaza.
Cinco funcionarios estadounidenses y un asistente del Congreso dicen que el gobierno de Trump tiene la intención de anunciar el plan de paz, del que se ha hablado bastante pero también se ha retrasado mucho, a mediados de junio, poco después de que termine el sagrado mes musulmán de Ramadán, aunque ellos advierten que el anuncio podría demorarse dependiendo de los desarrollos en la región.
Ellos dicen que los principales autores del plan, el yerno del presidente Donald Trump y asesor sénior Jared Kushner y el enviado especial de Trump para negociaciones internacionales Jason Greenblatt –ya han comenzado a informar discretamente a aliados y socios selectos sobre partes del acuerdo.
Pero para que los palestinos estén siquiera dispuestos a considerar el plan, la situación y el enfado tendrían que apaciguarse considerablemente en las próximas semanas, lo cual es poco probable porque los palestinos dicen que cada vez hay más evidencias de que Trump sigue regalando beneficios a Israel. Aliados estadounidenses en Europa y el Golfo Pérsico también se han sentido comprometidos a criticar al gobierno de Trump por su manera de actuar.
Probablemente, Trump necesitaría que esos mismos países aceptaran el plan para que cobre fuerza y hacer que triunfe.
El gobierno ha estado resistiendo demandas del Congreso para que cierren completamente la oficina de la Organización para la Liberación Palestina en Washington porque Kushner y Greenblatt quieren mantener ese canal abierto en caso de que los palestinos estén abiertos a volver a negociar con Israel en base al plan.
El ex secretario de Estado Rex Tillerson ordenó el cierre en noviembre, pero se ha permitido que siga abierta para propósitos limitados conforme la interpretación del gobierno de la ley que requiere que sea cerrada en ausencia de negociaciones de paz.
La posibilidad de que los palestinos se interesen en un acuerdo de paz parece baja, sin embargo, especialmente después de que el líder palestino Mahmoud Abbas llamó al jefe de su misión a principios de esta semana en protesta por la apertura de la nueva embajada israelí en Jerusalén, ocurrida el lunes.
La apertura de la embajada fue una de las causas de las violentas protestas en Gaza, a las que Israel respondió con fuerza letal. Las fuerzas israelíes asesinaron a unos 60 palestinos el lunes, haciendo que Europa y otros actores condenaran la violencia y pidieran mesura. Estados Unidos rehusó sumarse a esos pedidos y, si bien lamentó las pérdidas humanas, se opuso a que la ONU iniciara una investigación internacional sobre la violencia.
AP / OnCuba