El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk pidió a los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, así como a China que trabajen con Europa para evitar guerras comerciales e impedir el caos y el conflicto.
Tusk habló este lunes en Beijing al inicio de una cumbre entre China y la Unión Europea (UE), horas antes de la reunión que mantendrán más tarde en el día Trump y Putin en Helsinki, Finlandia.
“Todos estamos conscientes de que la arquitectura del mundo está cambiando frente a nosotros y es nuestra responsabilidad común adoptar cambios para bien”, afirmó.
La semana pasada, Tusk arremetió contra las constantes críticas de Trump a sus aliados europeos y lo instó a recordar quienes son sus amigos cuando se reúna este lunes con Putin. En la capital china, el mandatario comunitario apuntó que Europa, China, Estados Unidos y Rusia tienen el “deber común” de no destruir el orden mundial sino mejorarlo mediante reformas a las reglas del comercio internacional.
“Es por esto que pido a nuestros anfitriones chinos, pero también a los presidentes Trump y Putin, que comiencen juntos este proceso a partir de una profunda reforma de la OMC”, declaró Tusk antes, refiriéndose a la Organización Mundial del Comercio por sus siglas. “Todavía hay tiempo de evitar el conflicto y el caos”.
Washington impuso aranceles del 25 por ciento a importaciones chinas valoradas en 34.000 millones dólares en respuesta a las quejas de que Beijing está perjudicando a las empresas estadounidenses al robarles o presionarlas para que entreguen su tecnología. Además aplicó nuevos gravámenes al acero y aluminio de aliados como Canadá, México y la Unión Europea. El bloque de 28 naciones respondió con nuevos impuestos a bienes estadounidenses por importe de 3.250 millones de dólares.
China y la UE acordaron tomar medidas para “salvaguardar el libre comercio” y el sistema regulatorio multilateral global, señaló el primer ministro de China, Li Keqiang, también este lunes. El dirigente respaldó los esfuerzos para actualizar las normas de la OMC, que según Washington están obsoletas y son engorrosas.
Preguntado por si Beijing empleó el encuentro para intentar aliarse con Bruselas contra Washington, Li señaló que la disputa entre Estados Unidos y China era un asunto bilateral que ambas naciones deben resolver.
“Nuestra cumbre no está dirigida a ningún tercer país”, apuntó Li durante una conferencia de prensa conjunta.
Los líderes chinos han intentado sin éxito reclutar a Alemania, Francia y otros gobiernos como aliados frente a Washington. Europa critica las tácticas de Trump pero comparte las quejas estadounidenses sobre las políticas industriales y las barreras comerciales de Beijing.
La Unión Europea dijo en un informe publicado el mes pasado que China fue el país que más nuevas barreras impuso a la importación e inversiones en 2017. La UE es el segundo mayor socio comercial del gigante asiático tras Estados Unidos.