La cifra de muertos y heridos por el potente terremoto sufrido por Indonesia la noche del domingo, aumenta en la medida en que avanzan los trabajos de rescate y recuperación en el país asiático.
El vocero de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho, dijo que la cifra confirmada de fallecidos subió a 131 personas desde las 105 anunciadas en la víspera. Hay más reportes de víctimas mortales que aún tienen que ser verificados, explicó en una conferencia de prensa y agregó que se espera que el número de muertos se incremente.
Casi 1,500 personas han sido hospitalizadas con heridas graves y más de 156,000 están desplazadas por los enormes daños registrados en miles de viviendas. Miles de personas llevan noches durmiendo en albergues improvisados o al aire libre.
La ayuda comenzó a llegar este miércoles a las zonas aisladas de la isla de Lombok, que intenta recuperarse del sismo, mientras los rescatistas redoblaron sus esfuerzos para encontrar a más víctimas mortales entre los escombros.
Voluntarios y rescatistas estaban construyendo más refugios temporales para las decenas de miles de personas que perdieron sus casas en el terremoto de magnitud 7,0 registrado el domingo en la noche. Desde camiones se repartía agua –que ya era escasa por una prolongada sequía en la isla–, comida y material médico.
Cinco aviones cargados con comida, medicamentos, mantas, tiendas de campaña y camiones cisterna partieron desde la capital de Indonesia, Yakarta, hacia la isla a primera hora del miércoles, informó el ejército.
En una mezquita derruida en el distrito de Bangsal, rescatistas sacaron este miércoles por la mañana el cuerpo de una mujer que había quedado sepultada. La cúpula de color verde y amarillo, que estaba posada sobre los restos, era la única parte del templo que quedó intacta.
La ayuda gubernamental llegaba con cuentagotas a la aldea de Kekait, en el oeste de Lombok, donde la maestra de educación primaria Zulas Triani, que compartía tienda con otras 30 personas, dijo que recibieron apenas una cesta con tres paquetes de fideos, cinco huevos y una pequeña ración de agua.
“Mi casa quedó reducida a escombros. Todos estamos frustrados por tener que vivir así, en una carpa y sin seguridad. ¿A dónde deberíamos ir si ya no tenemos casa, ya no tenemos donde vivir?”, dijo la maestra, madre de dos niñas de 15 y nueve años.
“Yo no sé cómo reconstruirla por mi cuenta. Todos confiamos en que el gobierno nos ayude. Espero que el gobierno pueda ayudar”, agregó.
Según las autoridades, las alrededor de 5,000 personas que quisieron abandonar tres islas turísticas periféricas afectadas por cortes de energía y con daños en los hoteles, salieron en barco.
El movimiento telúrico fue el segundo registrado en Lombok en una semana. Otro sismo de magnitud 6,4 remeció la región el 29 de julio dejando 16 muertos y provocando grietas y daños en muchas estructuras, lo que aumentó las consecuencias del registrado el domingo.
Como la vecina isla de Bali, Lombok es conocido por sus playas paradisiacas y montañas. Los hoteles y edificios que se construyen en ambos lugares no pueden superar la altura de los cocoteros.
Indonesia es propensa a los terremotos por su ubicación en el llamado “Cinturón de Fuego”, una zona de volcanes y fallas geológicas en la cuenca del Pacífico. En diciembre de 2004, un potente sismo de magnitud 9,1 registrado ante Sumatra causó un tsunami que dejó 230,000 muertos en 12 países.
AP / OnCuba