El Acuario Nacional de Cuba y el estadounidense Acuario de Florida firmaron en La Habana un memorando de entendimiento para proteger la biodiversidad marina del Golfo de México, un gesto de cooperación que contrasta con la falta de entendimiento en las relaciones políticas entre ambos países.
“Tenemos el compromiso de proteger las aguas que compartimos”, indicó a Efe Roger Germann, presidente del Acuario de Florida con sede en Tampa, tras firmar con su homóloga del Acuario de Cuba, María de los Ángeles Serrano, el documento que ratifica un primer preacuerdo suscrito entre ambas partes en 2016.
Las dos autoridades destacaron que el memorando de entendimiento servirá sobre todo para continuar desarrollando programas orientados a proteger y revitalizar los arrecifes de coral del Golfo de México, que están especialmente dañados en la zona de los cayos de Florida, según explicó Germann.
La firma del memorando –que da un marco legal a la colaboración entre instituciones de cara a futuros acuerdos concretos- se produjo durante el XI Congreso de Ciencias del Mar, que se celebra esta semana en la capital cubana.
El presidente del Acuario de Tampa, uno de los más importantes de los Estados Unidos, apostó por “combinar nuestros esfuerzos, afrontar los problemas de los arrecifes en Florida y trabajar con nuestros amigos en Cuba para prevenir que ocurran aquí los mismos problemas”, explicó.
Por su parte, la directora del Acuario Nacional de Cuba destacó que el acuerdo “también recoge temas relacionadas con peces, especies invasoras y un alto componente de educación ambiental”.
“La información que se obtiene de estas investigaciones sirve para divulgarla y poner el conocimiento al alcance de los visitantes de los acuarios, el público en general y las instituciones”, apuntó.
A la pregunta de si el memorando contribuirá a la mejora de las estancadas relaciones entre Cuba y EE.UU., Serrano respondió que “la ciencia no tiene límites, ni tampoco el océano, y los científicos están muy por encima de las situaciones políticas”
“El bloqueo de los EE.UU. afecta el desarrollo de la ciencia en Cuba, pero en este caso este memorando no queda afectado o puesto en riesgo por temas políticos”, añadió.
Científicos de Cuba y EE.UU. han emprendido en los últimos tres años varios proyectos en común para la conservación de la biodiversidad marina como parte de un Plan de Actividades suscrito en 2015 entre instituciones de ambos países, que firmaron a finales de ese año un acuerdo bilateral en materia de medioambiente.
La cooperación en el sector se enmarca en el proceso de acercamiento bilateral iniciado con la administración de Barack Obama en diciembre de 2014, que buscaba poner fin a más de medio siglo de enemistad.
Aunque gran parte de los acuerdos firmados bajo el mandato de Obama se mantienen, el deshielo entre los dos países se vio paralizado por el nuevo gobierno de EE.UU., cuyo presidente, Donald Trump, es contrario a la política de acercamiento de su predecesor.