Tres países europeos que buscan preservar un acuerdo tendente a impedir que Irán desarrolle armas atómicas crearon un sistema de comercio tipo trueque para que sus compañías puedan continuar haciendo negocios con la nación islámica sin hacerse acreedoras a sanciones estadounidenses, dijeron diplomáticos este jueves.
Con este sistema, establecido por Francia, el Reino Unido y Alemania, las empresas harán transacciones financieras directas con Irán, evitando posibles sanciones norteamericanas, pero abre el escenario para un posible choque con las políticas radicales del presidente Donald Trump contra Teherán.
Una vez que el mecanismo esté en marcha, una institución financiera llamada Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales (INSTEX por sus siglas en inglés), incluirá un canal de pagos para gestionar las importaciones iraníes y las exportaciones europeas, al tiempo de blindar a las empresas involucradas.
La medida, en la que se ha trabajado desde hace meses, sigue a la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos unilateralmente del acuerdo internacional con el que se pretende impedir a Teherán fabricar armas nucleares a cambio de incentivos económicos.
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Las otras naciones suscriptoras del tratado de 2015 –Francia, Gran Bretaña, Alemania, Rusia y China– intentan mantener vigente el acuerdo. La advertencia en los últimos meses de las autoridades iraníes de que podrían reanudar el enriquecimiento de uranio a niveles más altos apremió a los países europeos a encontrar una vía para eludir las sanciones estadounidenses.
“Dejamos claro que no estamos hablando solamente de mantener vivo el acuerdo nuclear con Irán, sino que ahora estamos creando la posibilidad de efectuar transacciones de negocios”, declaró el jueves a la prensa el ministro alemán del Exterior, Heiko Maas, al término de una reunión con sus colegas europeos en Bucarest, Rumania.
“Esta es una precondición para que cumplamos nuestras obligaciones a fin de exigir a Irán que no comience el enriquecimiento de uranio con fines militares”, afirmó Heiko.
El INSTEX tendrá su sede en París y lo supervisará un banco alemán. En un principio el INSTEX se concentrará en mercancías no sujetas a las sanciones estadounidenses, como medicinas, suministros médicos, alimentos y artículos para el consumidor.
Cuando Estados Unidos intensificó las sanciones, muchas de las grandes compañías de Europa suspendieron su comercio con Irán, en un ejercicio de extrema cautela. Alemania, Francia y el Reino Unido confían en que la alternativa contribuya a recuperar parte del comercio de algunos bienes que no estaban sujetos a las sanciones, aunque se desconoce si las compañías intentarán hacer negocios mediante el nuevo sistema estatal y arriesgarse a enfrentar alguna posible sanción estadounidense.