De acuerdo con el periodista del Washington Post Ishaan Tharoor, la decisión del presidente Trump de liderar la oposición contra Nicolás Maduro, ha generado “una comprensible cautela” entre sus oponentes. Estos han denunciado la naturaleza impulsiva e ideológica de la política de la Casa Blanca y acudido al expediente de Washington de intromisión por la fuerza en los asuntos internos latinoamericanos. Esta idea se ha reforzado una vez que el asesor de seguridad nacional, John Bolton, pareció señalar la posibilidad de una incursión militar de Estados Unidos en el país suramericano.
Cuando la administración Trump reconoció a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, algunos políticos estadounidenses se mostraron reacios a ponerse de su parte. Otros señalaron la brecha -el famoso doble estándar– entre la supuesta claridad moral de Trump sobre Venezuela y su apoyo sostenido a las monarquías totalitarias del Medio Oriente y a gobiernos y presidentes fuertes.
El artículo intenta resumir cómo se percibe a Maduro desde varios lugares del espectro. Un grupo dentro de la izquierda, incluyendo figuras en el círculo interno del líder laborista británico Jeremy Corbyn, visualiza los acontecimientos venezolanos mediante el prisma de la Guerra Fría. Defienden al régimen de Maduro por antimperialista y se oponen a la hegemonía de los Estados Unidos, al margen del historial interno del gobierno de Maduro.
En el polo puesto, figuras como Jair Bolsonaro, el nuevo presidente de Brasil, han tratado de hacer ver la crisis venezolana como el resultado natural de políticas defendidas por sus rivales izquierdistas en su propio país. Ello, según el texto, ignora que el desastre de Venezuela es resultado de la avaricia y el desorden, no de la doctrina socialista misma.
Por otro lado, gobiernos no liberales se encuentran entre las naciones que aún apoyan a Maduro. “Solo mire quién apoya a Maduro: China, Rusia, Turquía, Cuba, Siria, Nicaragua, una galería de dictadores y autócratas de todo el espectro ideológico”, ha señalado Frida Ghitis en Politico.
Al mismo tiempo, la mezcla relativamente diversa de gobiernos que se unieron al reconocimiento de Guaidó remite a otra historia. Desde el presidente derechista colombiano hasta el gobierno de centro-izquierda en Canadá, en este grupo muchos creen que la salida de Maduro comenzará a sacar a Venezuela del caos. Maduro ha presidido un grave colapso económico y una crisis de refugiados sin precedentes.
El camino, dice, sigue siendo peligroso, ante tres posibles salidas. La primera es que las acciones de Maduro contra la oposición podrían precipitar una intervención más directa de Estados Unidos. La segunda, que los militares venezolanos podrían intentar sacarlo del poder, pero solo para preservar sus propios privilegios y poderes. La tercera, que al calor de las amenazas estadounidenses y del apoyo militar ruso y los préstamos chinos, Maduro se aferre al poder y consolide el control.
Lo infinitamente preferible, concluye, sería una solución negociada.
Criticas o halagos a la posicion de USA para con Venezuela. Solo una pregunta: Si USA no pone orden en el mundo que otro pais lo haria?? Bajo el gobierno de Maduro hemos visto destruirse un pais en todos los sentidos, el pueblo esta harto de tanta corrupcion, impunidad, arbitrariedad, hambre, inseguridad, inflacion y otros tantos males que ha patentado este narco-gobierno, ademas tenemos que valorar en la arena internacional el peligro que significan Maduro y sus aliados para la estabilidad y la paz, ellos disponen de mucho dinero y dandole un uso indebido constituyen una amenaza para paises como Colombia, Brasil y todo el que no piense como ellos.