Cuando un evento se erige como pretexto para que los amigos se reúnan, la suerte está echada; y el Longina, en Santa Clara, no es más que un espacio de coincidencia entre los propios cantautores, y el público, quienes a fuerza de quererse las canciones ya son compañeros.
Desde el miércoles 9y hasta el domingo 13 de enero, la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de Villa Clara, celebró la décimo séptimaedición del encuentro de trovadores que lleva el nombre de uno de los temas más conocidos del compositor Manuel Corona, nacido en Caibarién.
El programaincluyó conciertos y descargas en los horarios de la tarde y la noche, en el teatro La Caridad, el Centro Cultural El Mejunje, el Museo de Artes Decorativas y la Casa del Joven Creador, además de la tradicional peregrinación realizada hasta la tumba de Corona por los artistas locales e invitados.
Entre estos últimos estuvieron algunos de renombrada trayectoria como David Torrens, Ricardo Gómez, Ariel Díaz, Fernando Bécquer y el trío de tango de las argentinas Julia Peralta, Felicita Rossi y Laura Turrisi, junto a noveles cantautores como Audis Vargas, y los muchachos de la Caña Santa, de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, que compartieron escenario con los anfitriones, pertenecientes en su mayoría al movimiento de la Trovuntivitis, en Santa Clara, como es el caso de RolyBerrío, Leonardo García y Jordan Romero.
Oxigenar el arte a través del intercambio
A finales de los 90, la ciudad comenzaba a sentir acordes de extrañas canciones, más jóvenes, y definitivamente deseosos de encontrar un espacio propio dentro del panorama artístico del momento. Alain Garrido, Diego Gutiérrez, o el Trío Enserie apenas despuntaban en el contexto universitario, pero destacaban por el maduro lirismo de sus letras.
Según Leonardo García, ex-integrante del mencionado conjunto,ante la ausencia de un sitio fijo dentro de la programación cultural, y siendo miembros de la AHS, impulsaron la creación de un festivalque nucleara a trovadores de diferentes generaciones y regiones del país, a la vez que decidieron dedicarlo al bardo Manuel Corona, como homenaje a su prolífera labor musical.
Con los años, el evento se ha hecho más sólido en cuanto a su organización y el apoyo que recibe distintas instituciones como el Centro de la Música y la Dirección Provincial de Cultura, pero también desde el punto de vista del público que asiste a las presentaciones, pues la existencia de un movimiento tan fuerte y consolidado como la Trovuntivitis ha generado una audiencia seguidora de este tipo de canción, con altos niveles de exigencia.
Alain Garrido afirma que para los cantautores de Villa Clara, el encuentro ha permitido el intercambio sistemático con artistas del resto del país, al igual que para aquellos, pues aunque posteriormente surgieron otros festivales similares dedicados a la canción de autor contemporánea en diversas provincias, el Longina destaca por su organización, la coherencia de las propuestas y elnumeroso público que aglutina.
«Este es un espacio de retroalimentación trovadoresca –afirma Fernando Bécquer-, uno no solo viene a rencontrarsecon los viejos y nuevos amigos, sino a conocer lo que se está haciendo en el mundo de la canción. Santa Clara es una ciudad que te oxigena».
Cada año, los organizadores procuran una propuesta variada, que garantice la presencia equilibrada de nuevos creadores junto a otros experimentados, no solo en aras de la calidad, sino de la necesidad de promover el intercambio artístico y el desarrollo de los más noveles cultivadores del género musical.
Amaury González, trovador de Sancti Spíritus y miembro de la AHS, considera valiosos los consejos que recibe de los otrosinvitados, y aprecia las opiniones e ideas que le ofrecen acerca de su desempeño en las presentaciones.
Esta propia heterogeneidad de los participantes, y la afluencia abundante de público, convierten el encuentro en un escenario ideal para que los jóvenes cantautores se den a conocer. Como afirma Audis Vargas, de Guantánamo,es una vía importante de promoción, pues provee la oportunidad de llevar sus temas hasta sitios donde no los han escuchado.
Las causas de que, a casi 20 años de su creación, el Longina aún no desafine, residen, en primer lugar, en el empeño organizativo de la AHS, que invariablemente ha mantenido la voluntad de desarrollar el talento de sus miembros a través de la interacción entre artistas.
Sin embargo, el motivo principal por el queostentauna posiciónprivilegiada entre los eventos de este tipo que existen en Cuba, constituye el trabajo constante y el ánimo lozano de sus anfitriones, que–gracias al fenómenomejunjero de la Trovuntivitis-mantienen viva en la Santa Clara,la manía incurable de escuchar buena trova.