El cubano Juan Miguel Echevarría, una de las grandes atracciones del atletismo mundial en la temporada anterior, no debutó este sábado en el arranque del salto largo en la Liga del Diamante 2019, en la segunda parada de la competencia que tuvo como sede a la ciudad china de Shanghai.
Echevarría, principal estrella de su deporte en Cuba en la actualidad, no se presentó en la competencia por decisión técnica, pero sí estará en la siguiente parada del torneo, el próximo 30 de mayo en Estocolmo, Suecia, donde en 2018 se estiró hasta los 8,83 metros con un viento a favor (2,1 m/s) ligeramente por encima de lo permitido, lo que impidió homologar la marca.
Aun sin ser válido, ese registro fue el mejor del mundo en las últimas dos décadas hasta que el propio atleta “voló” hasta los 8,92 metros –también con un indebido viento a favor (3,3 m/s)– el pasado marzo, durante la Copa Cuba realizada en La Habana. Por estas razones, el joven de apenas 20 años es esperado con gran expectativa en la capital sueca.
A su ausencia este sábado se unió la del actual campeón mundial al aire libre, el sudafricano Luvo Manyonga, inicialmente anunciado para saltar en Shanghai. Este vacío lo aprovechó Tajay Gayle, de Jamaica, quien con 8,24 metros conquistó el cetro y se colocó como el primer líder del salto largo en la Liga del Diamante 2019 con 8 puntos.
Detrás quedaron el chino Wang Jianan, campeón de los juegos asiáticos, con 8,16 metros, y el subtitular del orbe Rushwahl Samaai, de Sudáfrica, con 8,14, quienes sumaron 7 y 6 unidades respectivamente. El griego Miltiádis Tentóglou, monarca europeo, no pudo sobrepasar los 8 metros (7,97) y finalizó quinto.
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A la espera de su primera aparición en la liga, Echevarría permanece entrenando junto al preparador Daniel Osorio en la ciudad alemana de Stuttgart, donde afina aspectos técnicos de su salto, en especial en la carrera de impulso y el despegue.
“Con el despegue comenzamos la semana anterior, y seguimos enfatizando en la carrera y en todo lo que es la preparación física”, dijo Osorio citado por el sitio deportivo Jit.
El entrenador aseguró que, en sentido general, la preparación se está haciendo “paso a paso, cumpliendo con la planificación prevista”. Además, enfatizó que su pupilo trabaja “fuerte, por etapas sin apurar nada y sin cambiar lo que diseñamos al inicio”, sin apresurar su inserción en la alta competencia ni forzar lesiones.
En la Copa Cuba, cuando alcanzó su mayor salto hasta la fecha, sufrió un esguince de grado 1 en el tobillo derecho del que ya se ha recuperado. Y el año pasado, en momentos en que lograba registros formidables, una lesión lo sacó de las pistas y le impidió competir en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia.
Meses después de ese duro episodio, el propio saltador reconoció a OnCuba que le costó regresar a las pistas porque tuvo “un déficit competitivo muy grande”. Sin embargo, a inicios de este año participó en algunos torneos bajo techo –especialidad de la cual es el actual campeón del mundo– y llegó hasta los 8,21 metros en Birmingham, Reino Unido.
La mira, sin embargo, está puesta en los Panamericanos de Lima y el Mundial de Doha, a los que espera llegar en la mejor forma posible. Antes, el camagüeyano saltará en varios torneos internacionales, entre ellos las paradas de la Liga del Diamante de Rabat, Marruecos, el 16 de junio, y de Lausana, Suiza, el 5 de julio. También en mítines atléticos en Austria, el 8 de junio, y Londres, el 20 de julio.