Los países representados en la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba) ratificaron este martes su apoyo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y expresaron preocupación por la “agresiva escalada” en la región latinoamericana.
Una declaración de 22 puntos del XVIII Consejo Político de la Alba también resaltó “la resistencia” del Gobierno y pueblo venezolanos frente a la injerencia externa y las medidas coercitivas unilaterales contra ese país.
El texto suscrito en el acto de clausura de la reunión -al que asistió el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel- respalda la iniciativa del “Mecanismo de Montevideo”, que sobre la solución pacífica de controversias en Venezuela promueven México, la Comunidad del Caribe, Bolivia y Uruguay.
Asimismo, rechaza que se vulnere la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas, así como la “conducta injerencista” del Gobierno de Estados Unidos, al que considera que utiliza a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a su secretario general, Luis Almagro, en su política “intervencionista contra la soberanía, la libre determinación y el orden constitucional” en Venezuela, Nicaragua y Cuba.
El Consejo Político del organismo de integración regional también demanda la “estricta observancia” de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, e insiste en que la aplicación de medidas coercitivas unilaterales vulneran la libertad de comercio y navegación, amenazan la paz y la seguridad internacionales y restringen el disfrute de los derechos humanos.
Los países miembros de la Alba saludaron el proceso de diálogo y negociación entre el Gobierno de Nicaragua y la oposición para superar la crisis que estalló hace más de un año en el país centroamericano.
Asimismo, reclamaron que se levante de manera “incondicional” el embargo económico que aplica el gobierno de EEUU a Cuba, que se ha recrudecido con la reciente activación del Título III de la Ley Helms-Burton que permite demandar ante cortes del país norteño a empresas extranjeras que operen con propiedades confiscadas a estadounidenses por el Gobierno de la isla.
La declaración rehusó el uso de manera “selectiva y políticamente motivada” del tema de los derechos humanos y saludó la celebración del XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo y la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados, ambas citas con sede en Caracas, Venezuela, en julio próximo.
También manifestó su compromiso de “concertación política, la cooperación y la integración, y la defensa de la unidad frente a la injerencia y dominación política y económica”.
El Consejo Político de la Alba es un mecanismo que se reúne entre cumbres presidenciales y suele congregar a los titulares de Exteriores de los países miembros.
El bloque reúne, junto a Venezuela y Cuba, a Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.
Este mecanismo de cooperación con 14 años de vida enfrenta uno de sus momentos más complicados por el viraje a la derecha que experimenta la región latinoamericana y la abierta hostilidad de Estados Unidos.
En la última cumbre de la Alba, celebrada el pasado diciembre en La Habana, estuvieron los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales, y Nicaragua, Daniel Ortega, además del anfitrión, el líder cubano Miguel Díaz-Canel.