Autoridades de la Aduana General de la República (AGR) de Cuba advirtieron este miércoles a viajeros internacionales sobre la prohibición de entrada de cigarrillos electrónicos con extracto de marihuana, considerada ilegal dentro de la estricta política cubana de tolerancia cero a las drogas.
Los populares dispositivos de vapeo con el extracto de cannabis son confiscados como “productos que estimulan el consumo de las drogas”, dijo a la prensa cubana la directora de Enfrentamiento de la AGR, Moraima Rodríguez.
La advertencia llega en medio de “un complejo escenario internacional” caracterizado por el aumento en la producción y el consumo de narcóticos, la aparición de sustancias psicoactivas y la legalización de la marihuana en varios países de la región, matizó la directiva.
En este sentido, la Isla ya emitió un aviso en junio de 2018 cuando Canadá, el principal emisor de viajeros a Cuba, comenzó a permitir el uso recreativo de la marihuana.
Hace un mes, la AGR también hizo público el intento frustrado de introducir en la Isla varios frascos de “Gel de Mariguanol”, una sustancia fabricada a partir de cannabis y por lo tanto prohibida en el país.
Cuba no admite certificados médicos para el uso terapéutico de la marihuana y mantiene una severa política antinarcóticos, que puede implicar el retorno inmediato del turista al país de origen, aunque en la mayoría de los casos se les permite la entrada tras el pago de una multa y el decomiso de la droga.
Según Rodríguez, desde enero hasta el cierre de mayo pasado se detectaron en los aeropuertos cubanos 12 casos de tráfico ilegal de estupefacientes, tres más que en igual lapso de 2018.
En lo que va de 2019, la Aduana ha incautado cerca de 8 kilogramos de cocaína, 0,463 de marihuana y 0,314 de cannaboide sintético. La mayoría de los narcóticos fueron encontrados dentro del cuerpo de pasajeros, en el doble fondo de las maletas y en mercancías como plumones, tubos de bicicleta y cremas de belleza.
La funcionaria aseguró, además, que en los primeros meses de 2019 “hubo un aumento considerable” de casos detectados de consumo de drogas, que incrementaron de 21 en 2018 a 78 este año.
El jefe del Centro de Automatización para la Dirección y la Información de la Aduana, David Fernández, atribuyó la pronta detección de ilegalidades al perfeccionamiento de los sistemas de monitoreo y análisis en frontera.
Insistió en que todas las terminales de los aeropuertos cubanos poseen equipos que “emiten una alarma si reconoce algún indicio de contrabando” en el equipaje, escáneres para el realce de imágenes y máquinas para la inspección líquidos y contenedores.
“Gracias a esto último fue posible a Cuba demostrar su inocencia en el reciente caso de tráfico ilegal de drogas detectado en Panamá, donde unos 46 maletines cargados con 1,517 paquetes de sustancias ilícitas supuestamente habían partido de la Isla con destino a Turquía”, dijo Fernández citado por la Agencia Cubana de Noticias.
En 2018, Cuba decomisó unas 2,4 toneladas de droga, en su mayoría alijos de marihuana interceptados en las costas, cifra que representa el menor registro de sustancias ilegales requisadas en los últimos tres años, según datos del Ministerio del Interior cubano.
Las autoridades de la Isla confiscaron en total el año pasado más de 2 toneladas de marihuana, 363 kilogramos de cocaína, 3 kilogramos de cannabinoides, uno de crack y 0,15 de hachís.
En los aeropuertos, principalmente el José Martí de La Habana, fueron abortados 49 intentos de introducción de drogas para su comercialización, por los que fueron apresadas 90 personas (54 cubanos y 36 extranjeros) y se decomisaron un total de 81 kilogramos de narcóticos, superior a los 64 kilogramos requisados en 2017.