Imaginen la escena: Decenas de cuerpos sudando, chochando unos contra otros al ritmo de una banda de metal que vomita letras acompañadas de furiosos riffs de guitarra y voces guturales. En medio del escenario toma el relevo otra alineación que prometía mantener el ritual de los cuerpos inyectados de adrenalina metalera, pero, de pronto, se gastan una versión de la “Macarena” y el público y los músicos de la anterior banda prácticamente se les quieren tirar a la yugular. No era para menos. Los integrantes de Nanowar Of Steel habían cometido un agravio imperdonable para los metaleros más ortodoxos y casi tienen que salir por la puerta trasera.
El bajista y fundador de la alineación italiana, que se hace llamar Gatto Panceri 666, recuerda la broma como el momento más “peligroso” de la carrera de esta banda de metal que se ha dedicado a parodiar y burlarse de los estereotipos del género.
“Una vez tuvimos un grave problema cuando estábamos en un festival y había una banda de death metal y después tocamos nosotros el baile de “La macarena” y la gente del hardcore se enfureció mucho, así como los músicos. Imagínate, todos pegándose y nosotros bailando como si nada la ‘Macarena’–, cuenta a OnCuba–. Se lo tomaron muy mal. Para nosotros fue sencillamente bailar un poco ‘Macarena con metal’”.
Gatto Panceri 666 es astrofísico y armó la banda con un grupo de amigos de su barrio en Italia. Cuando comenzó a estudiar la carrera dejó de tocar, pero luego lanzó un demo que lo volvió a colocar en el radar del metal.
“Tocábamos en una banda y hacíamos covers de Metallica y Halloween. Después dejamos de actuar cuando fui a la universidad. Entonces grabé un demo muy malo, sin embargo tuvo éxito. El estilo era metal paródico con textos un poco absurdos. En principio tuvimos un bajista que se fue del grupo, pero siempre nos quedamos los mismos cinco, que somos amigos de toda la vida”.
El nombre de la banda nació como burla a la actitud de la legendaria alineación estadounidense Manowar. “Nos reíamos mucho de Manowar porque proyectan una imagen muy machista, de macho puro gringo que se va con su motocicleta por las calles. Nuestro primer álbum fue con música al estilo de Manowar con un toque gay. Y los fans de Manowar se enfadaron muchísimo. De hecho, con los que más problemas tenemos es con los que se toman el metal muy en serio”.
El enfado de los fans de la banda estadounidense no quedó ahí. Les enviaron mensajes a los Nanowar con todo el abecedario de amenazas posibles. La que más se reiteraba, dice Gianzserie 666, “era que iban a buscarnos para molernos a golpes”.
La banda italiana le quitó hierro al asunto y siguió con su freak metal burlándose de cuanto metalero ortodoxo se les pusiera en el camino. Y así fueron alcanzado notoriedad hasta que su nombre es hoy bastante solicitado en el cartel de los festivales.
La actitud burlesca de los italianos llegó a los oídos de los integrantes de Manowar a través de periodistas que preguntaron a los estadounidenses en festivales en Bulgaria y Berlín sobre las canciones de la banda.
“Sabemos que Manowar hizo alusión a nuestra música porque había unos periodistas que nos conocían y cuando fueron a entrevistarlos les preguntaron si sabían de nosotros. Y el guitarrista Joey DeMaio dijo que la música era buena, pero que estábamos despilfarrando el talento. Creo que él quería cagarse en nosotros, pero no lo podía decirlo en público”.
Panceri 666 dice, sin embargo, que han sido altos consumidores de la música de Manowar, “sobre todo de sus primeros discos”.
“Lo que pasa es que Manowar tiene una actitud bastante ridícula. Se ponen así en plan machos alfa, con sus músculos, y sus horas de gimnasio y sus poses de machos duros”.
La banda, que se codea con las principales formaciones italianas como Lacuna Coil y Rhapsody, no tiene nada que envidiar a ninguna alineación de metal del circuito internacional. Tocan con un alto nivel de técnica y profesionalidad y sus shows son presentaciones de alto calibre.
El bajista reconoce que si hubieran tomado la música en serio no habían logrado subir a la primera división del metal italiano.
“Nosotros creemos que si hubiéramos hecho canciones de power metal normal no nos hubieran salido tan bien. Un proyecto con letras serias no nos hubiera gustado. Ahora hacemos giras y conciertos por ser precisamente una banda de heavy metal un poco particular”.
Nanowar of Steel ha publicado Other Bands Play, Nanowar Gay!, Made In Naples , Into Gay Pride Ride, A Knight At The Opera; Tour-Mentone Vol.1, y Stairway to Valhalla.
En su expediente aparece un perla que se ha dado a conocer en las redes sociales de muchos cubanos y le ha dado otro espaldarazo a la popularidad de la banda. Se trata del tema “Norweigan reggaetón” que a pocos días de subir el video a YouTube alcanzó más de un millón de visualizaciones. Incluso, algunos medios han apostado sus cartas para que sea la canción del verano.
https://www.facebook.com/MichelHernandez80/videos/2517332895168253/
El tema es una parodia tanto al reguetón como al imaginario nórdico del metal. La canción reúne elementos más representativos del reguetón y de la simbología de los metaleros nórdicos. Hay alusiones a playas, mujeres, así como a iglesias quemadas, y vikingos.
Nórdico latino, ¡qué luciferino! Mata al enemigo, pero despacito
Vamos a bailar en la Playa del Mal, mueve tu cintura, con mi armadura, Satanás me sube la temperatura, Vamos a bailar en maligno ritual.
“Queríamos grabar en principio una canción anti reguetón y hacer algo en plan metal brutal. Pero no salían ideas y al guitarrista se le ocurrió hacer una canción con la historia de iglesias quemadas y toda la mitología del metal, y entonces nos pareció muy divertido y nos morimos de la risa. Tardamos cuatro meses en escribir las letras y la música. Parece un tema tonto pero la verdad es que trabajamos mucho en mezclar toda la diversidad de ritmos. Es una canción veraniega, pero con temas del satanismo nórdico”, asegura.
El bajista explica que se trata sobre todo de una burla al reguetón. “El video de Norwegian… es una parodia a ese género que es muy machista. Por eso pusimos a las chicas y todo eso. Nosotros no pensamos en ‘Despacito’ o ‘Súbeme la radio’ pero todo este tipo de canciones y las de reguetón suenan igual. Si tienes que hacer una canción de reguetón tiene que sonar como todas las demás. Tenía que ser así y responder a los estereotipos del género”.
El grupo, como resulta obvio, ha encontrado obstáculos para que los tomen en serio, pero cree que esa realidad ya va cambiando de a poco.
“Somos bastante outsiders porque en los inicios no nos tomaban en serio. Ahora se sorprenden cuando ven que hacemos conciertos, shows con mucha profesionalidad. El problema todavía es hacerles creer a los promotores que tocamos de verdad. Si tuviéramos letras serias nos tomarían más en serio. Las personas han visto que tocamos metal y lo hacemos bien, pero con nuestras particularidades. La diferencia es que en nuestros conciertos te ríes. En Italia hemos tenido mucho éxito, así como en otras partes de Europa”.
El público que va a los conciertos de los Nanowar es una curiosa mezcla: “Tenemos muchos seguidores metaleros, pero también hay gente que no escucha metal ni siquiera rock pero va a los conciertos para pasarla bien. Tocamos mucho en feria de comics, de películas, de ciencia ficción, de todo el universo de nerd”.
El bajista conoce grupos cubanos como Gente de Zona, “que son muy famosos”, pero no cree que los inserten en alguna entrega metalera. “Ya parodiamos el género y no lo volveremos a hacer porque no quedaría tan bien”.
Panceri 666 comenta que es un gran seguidor de la música de Silvio Rodríguez y Polito Ibáñez y recuerda su anterior visita a Cuba.
“Yo estuve en Cuba con mi novia hace un año y medio y viajé de Santiago de Cuba hacia toda la isla. Pasamos por la Sierra Maestra, Camagüey, La Habana. Nos hospedamos en casas particulares y nos gustó mucho la interacción con los cubanos. Fuimos a los bares en moneda nacional y nos emborrachamos completamente con los cubanos comprando tragos de ron en 2 cup. Nos encantó”, recuerda el astrofísico metalero.
El bajista quiere traer a la banda a Cuba. “Ojalá tengamos la oportunidad”, indica.
De concretarse la idea, los metaleros cubanos podrán participar de esta especie de ritual que invita lo mismo a “profanar la tumba, al ritmo de la rumba que mirar la foca asando un salmón”.
Vamos, que para todos los gustos hay lugar en la Viña del Señor.