Una escultura a tamaño natural de la reconocida poetisa matancera Carilda Oliver Labra (1922-2018), fue develada este viernes en el Museo de Cera de Bayamo.
La obra, realizada en cera policromada íntegra desde hoy la colección de esta instalación donde están representadas figuras del deporte, la cultura, y la política en Cuba como Carlos Manuel de Céspedes, Benny Moré, Teófilo Stevenson y Luis Carbonell.
En su presentación estuvo el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, de Cuba Salvador Valdés Mesa, y el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Granma.
El monumento fue realizado con pigmentos entre otros materiales, y contó con la aprobación de Raidel Hernández Fernández, viudo de Carilda, según habían anunciado los directivos del museo que celebra sus 15 años de fundado.
“Pretendemos que la oportunidad de apreciar otra imagen humana a tamaño real y que evoque a Carilda genere un mayor atractivo para el público en la etapa estival, período en el cual recibimos gran cantidad de personas”, refirió a la prensa la directora de la instalación, Ysmary López Comas.
La escultura fue creada por Rafael Barrios Madrigal y sus hijos Leander y Rafael, residentes en el municipio serrano de Guisa, en la provincia de Granma.
Esta familia ha elaborado el resto de las estatuas exhibida en el museo granmense.
Carilda Olivera Labra, Premio Nacional de Literatura 1997, es considerada una de las más notables poetas en habla hispana. Entre sus obras aparecen poemas como “Me desordeno, amor, me desordeno”, “Anoche” y “Amor, ¿cómo es que vienes?” y los libros Al sur de mi garganta, Las sílabas y el tiempo, Calzada de Tirry 81 y Los huesos alumbrados.
Su quehacer literario ha sido reflejado en varias antologías y traducido a numerosos idiomas.
La inaguración de la estatua se enmarcó en las actividades previas al acto central por la efeméride histórica del 26 de julio, que tuvo lugar en en esa ciudad oriental.
Una de las últimas estatuas develadas en el Museo de Cera fue la de Sara González, la cual despertó molestias y críticas por el diseño de una imagen muy distorsionada de la trovadora.
Tanto que los directivos del Museo se vieron obligados a retirar el polémico monumento de la cantautora fallecida en 2012.