El ministro de Exteriores de Corea del Norte calificó el viernes al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de “planta venenosa de la diplomacia estadounidense” y se comprometió a “acabar con el absurdo sueño” de que las sanciones forzarán un cambio en Pyongyang.
La dura retórica del Norte podría mermar las posibilidades de una rápida reanudación de las negociaciones nucleares entre los dos países. Un alto diplomático de Washington dijo antes esta semana que Estados Unidos estaba listo para retomar el diálogo, un día después del final de sus ejercicios militares con Corea del Sur. Pyongyang considera que estas maniobras rutinarias son un ensayo para una invasión.
Las declaraciones del canciller norcoreano, Ri Yong Ho, responderían a una entrevista de Pompeo en la que dijo que Washington mantendrá sus asfixiantes sanciones a la hermética nación a menos que ésta abandone las armas nucleares.
Ri apuntó que no podía pasar por alto los “imprudentes comentarios” de Pompeo porque se realzaron en medio de una posible reanudación de la diplomacia nuclear. Según Ri, Pompeo es un hombre “descarado” porque “rogó” la desnuclearización del Norte y la mejora de las relaciones bilaterales cuando visitó Pyongyang y se reunió en varias ocasiones con el líder norcoreano, Kim Jong Un.
En abril, Corea del Norte pidió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que retirase a Pompeo de las declaraciones nucleares.
Ri apuntó que el Norte está listo tanto para el diálogo como para la confrontación, pero advirtió que el país seguirá siendo la “mayor amenaza de Estados Unidos” si Washington sigue confrontándolo con sanciones.
El canciller norcoreano podría referirse a las declaraciones de Pompeo durante una entrevista con el Washington Examiner antes esta semana. Pompeo señaló que Estados Unidos “seguirá manteniendo las sanciones más duras de la historia y seguirá trabajando para convencer al presidente Kim y a los líderes norcoreanos de que lo correcto para ellos es la desnuclearización”.