El papa Francisco reconoció que sectores conservadores de la Iglesia Católica de Estados Unidos se oponen a sus reformas, pero, en un momento de franqueza a bordo del avión papal el miércoles, dijo que “es un honor si los estadounidenses me atacan”.
Francisco hizo esta declaración al recibir un ejemplar de un libro sobre sus detractores en Estados Unidos, titulado How America Wants to Change the Pope (“Como Estados Unidos quiere cambiar al papa”). El autor, el periodista Nicholas Seneze, corresponsal en el Vaticano del diario católico francés La Croix, se lo entregó al pontífice a bordo del vuelo que lo llevaba a sur de África.
El avión aterrizó en Maputo, Mozambique el miércoles por la tarde. La gira del papa también lo llevará a Madagascar y Mauricio.
En el libro, Seneze narra cómo los sectores conservadores en Estados Unidos detestan al pontífice por sus mensajes de aliento hacia los migrantes, su mensaje de tolerancia hacia China, sus denuncias contra el capitalismo desenfrenado, su defensa del ambiente y su flexibilidad en normas de la Iglesia sobre la pena de muerte y sobre si los católicos pueden recibir el sacramento después de divorciarse. Algunos incluso acusan a Francisco de apóstata.
Entre los más críticos del papa en Estados Unidos están el cardenal Raymond Burke, quien fue destituido por Francisco como jefe de la Corte Suprema del Vaticano, y el exasesor de la Casa Blanca Steve Bannon. Tales críticas han sido propagadas por medios católicos de derecha bien financiados. Magnates católicos acaudalados han estado financiando campañas para desacreditar a los aliados de Francisco, a fin de lograr que el próximo papa sea alguien más conservador y doctrinario.
Al presentarle el ejemplar al papa, Seneze explicó que quería demostrar los problemas que el pontífice ha tenido con la Iglesia estadounidense y cómo Francisco ha respondido con “armas espirituales”.
“Para mí, es un honor si los estadounidenses me atacan”, bromeó el pontífice. Al entregarle el ejemplar a un asistente, comentó: “Esta es una tremenda noticia”.
El vocero del Vaticano, Matteo Bruni, luego trató de aclarar los comentarios del pontífice, enfatizando que se hicieron “en un contexto informal” y que Francisco siempre acepta las críticas.
“El papa quiso decir que siempre considera la crítica un honor, particularmente cuando proviene de pensadores con autoridad, y en este caso, de un país importante”, expresó Bruni.
Las relaciones entre Francisco y los católicos estadounidenses se deterioraron el año pasado ante acusaciones del exnuncio apostólico en Washington de que Francisco y otros ignoraron la inconducta sexual de un prelado norteamericano, el ahora excardenal Theodore McCarrick.
que coraje este papa!