La Unión Europea (UE) confirmó su compromiso con Cuba y su “firme rechazo” a la activación plena de la Ley Helms-Burton, durante la celebración este lunes en La Habana del Segundo Consejo Conjunto entre la Isla y el bloque comunitario.
Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea y quien encabezó la delegación de la UE, dijo a la prensa al cierre del encuentro que Europa está dispuesta a desempeñar un “rol importante” en el desarrollo de la economía cubana en un momento signado por “grandes presiones externas”, pero también por una “gran determinación interna de continuar su actualización”.
Mogherini aseguró que aunque el bloque no se toma la atribución de hacer sugerencias a Cuba sobre cómo actuar internamente, sí ha visto con buenos ojos los signos de esa actualización, en particular el papel otorgado a la inversión extranjera en la nueva Constitución cubana y en declaraciones del presidente Miguel Díaz-Canel.
En este contexto, dijo, “hemos brindado nuestra disposición, desde un enfoque respetuoso, de contribuir en áreas específicas, de compartir nuestros conocimientos y experiencias y ofrecer apoyo financiero”.
La diplomática ratificó que la UE tiene un “interés profundo” en su relación con Cuba y consideró que el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre ambas partes aplicado provisionalmente desde hace casi dos años, aunque ya ha multiplicado los intercambios bilaterales,”puede ayudar a impulsar la cooperación económica, incluido el comercio y las inversiones”.
“A medida que Cuba continúe modernizándose, el Acuerdo puede apoyar cambios en beneficio del pueblo cubano –reafirmó–. Estamos dispuestos a acompañarles en este proceso con nuestra cooperación”, la cual se triplicó en los dos últimos años, pasando de 50 a 140 millones de euros.”
Sobre la activación plena de la Ley Helms-Burton, un tema que la UE considera “estratégico” como primer socio comercial y primer inversor en la Isla, Mogherini aseveró que resulta “ilegal” y dijo que el bloque “recurrirá a todas las medidas apropiadas para proteger sus intereses legítimos, a sus ciudadanos y a sus empresas”.
Recordó que la UE cuenta con medidas propias contra el impacto de leyes y medidas extraterritoriales de EE.UU. lo que garantiza la protección de los negocios e inversiones europeas en Cuba y explicó que las autoridades del bloque están “coordinando constantemente” con los gobiernos nacionales de los países miembros y las instituciones europeas “para asegurarnos de que esta protección sea aplicada como se debe y continúe siendo efectiva”.
Se refirió a la demanda contra la cadena hotelera Meliá archivada por una corte española como “un signo alentador” de la protección de los intereses europeos y contó haber tenido en La Habana un “fructífero e importante” encuentro con la comunidad de negocios de la UE en Cuba, en el que pudo apreciar “una fuerte determinación de continuar invirtiendo y desarrollando sus negocios” en la Isla.
Por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijo que Cuba otorga “gran relevancia” a la UE como actor global y que espera que “pueda ejercer toda su capacidad de influencia haciendo uso de los instrumentos a su disposición ante la aplicación extraterritorial de las leyes estadounidenses”.
Agradeció el rechazo del bloque al embargo y la Ley Helms-Burton, y aseguró que ambas partes tienen “experiencias exitosas en materia de inversiones, las cuales pueden multiplicarse, de manera que la UE y sus estados miembros tengan una mayor y más efectiva participación” en el desarrollo económico de la Isla.
Rodríguez ponderó la cooperación con la UE que ha permitido realizar “proyectos relevantes en sectores de especial interés para Cuba”, entre los que destacó, junto a la economía, el desarrollo de las fuentes de energía renovable, la agricultura y el enfrentamiento al cambio climático.
Además, comentó que ambas partes coincidieron en “continuar desarrollando progresivamente la cooperación al existir potencialidades que pueden explotarse en beneficio mutuo” y dijo que su gobierno propuso a la UE realizar “proyectos de cooperación triangular con terceros países del Sur”.
Acerca del Consejo celebrado este lunes, el canciller cubano también manifestó que constituye un “paso de avance” en las relaciones bilaterales, de las que “marca un nuevo ciclo” y que confirmó que “es posible construir espacios para el diálogo y la cooperación en beneficio mutuo respetando nuestras diferencias”.
Por su parte, la alta representante para la política exterior de la UE comentó que en la reunión tuvieron lugar “discusiones francas, abiertas y muy constructivas, incluso en temas donde tenemos perspectivas distintas”, entre los que mencionó la situación en Venezuela, aunque sin ofrecer detalles de lo abordado al respecto.
Dijo que la Isla y el bloque comunitario acordaron “fortalecer el seguimiento” de los diálogos políticos entre ambas partes, de los que ya se han realizado cinco relativos a temáticas como derechos humanos y desarrollo sostenible, y que lanzaron “nuevos diálogos sectoriales sobre temas como agricultura, energía, cambio climático y medio ambiente”.
“Estamos dispuestos a compartir nuestras experiencias sobre estos temas y contribuir aún más a la modernización del país”, reiteró.
Además, anunció la “inminente puesta en marcha” de una nueva iniciativa, nombrada Transcultura, dotada de 15 millones de euros para “apoyar la cooperación cultural en Cuba y el Caribe”, la que, de acuerdo con sus palabras, resulta el “testimonio” de un vínculo basado en “una amistad profunda y el respeto mutuo”.
“Hemos abierto un nuevo capítulo en nuestras relaciones. Ahora es el momento de aprovechar todas las oportunidades que nos brinda esta renovada relación y seguir enriqueciéndola con nuevos horizontes”, concluyó Mogherini.