Más de 10 jefes de Estado y varios expresidentes africanos se sumaron este sábado a miles de zimbabuenses en un funeral de Estado en honor del presidente fundador de Zimbabue, Robert Mugabe, cuyo entierro fue retrasado al menos un mes mientras se construye un mausoleo especial que albergará sus restos.
El gobierno cubano envió como su representante oficial a la vicepresidenta Inés Maria Chapman, junto a otros funcionarios. Chapman transmitió este sábado “sentidas condolencias” a las autoridades zimbabuenses por la muerte de Mugabe, a quien La Habana consideró como un “entrañable amigo” y quien durante su gobierno compartió en diversos escenarios con el también fallecido líder Fidel Castro.
La ceremonia y el velatorio público del cuerpo de Mugabe, que falleció la semana pasada en Singapur a los 95 años, se realizó en el Estadio Nacional Deportivo de la capital, Harare. Los actos se producen después del anuncio de la familia Mugabe y del actual presidente, Emmerson Mnangagwa, de que el entierro se postergará hasta que se construya un nuevo túmulo para él, en el monumento conocido como Acre de los Héroes.
El anuncio del viernes por la noche fue el último giro en una dramática disputa entre la familia de Mugabe y el actual líder del país. Alguna vez Mnangagwa fue un subjefe leal de Mugabe, pero luego ayudó a derrocarlo.
Más de 10 líderes africanos y varios expresidentes elogiaron a Mugabe durante el servicio en el estadio construido por China, que atrajo a una multitud que llenó alrededor del 30% de su capacidad de 60.000 espectadores. La mayoría de los asistentes eran partidarios del partido gobernante ZANU-PF de Zimbabue.
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa recibió muchos reclamos de la multitud, como resultado de los recientes ataques en Johannesburgo contra extranjeros, incluidos zimbabuenses. Un funcionario suplicó a la muchedumbre en el estadio que dejara hablar al mandatario visitante. Ramaphosa se disculpó por los ataques.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, describió a Mugabe como “un gran símbolo de la liberación africana” y “un líder visionario y un implacable defensor de la dignidad africana”.
Mnangagwa presidió la ceremonia, a la que asistió la viuda de Mugabe, Grace, que llevaba un velo negro.
Había varias pancartas que alababan a Mugabe, que dirigió la enconada guerra de guerrillas para acabar con el dominio de la minoría blanca en el país entonces conocido como Rodesia. Mugabe fue el primer líder de Zimbabue y gobernó el país desde 1980 hasta 2017, desde años de prosperidad hasta la ruina económica y la represión.
AP / OnCuba