Un tribunal en Japón absolvió el jueves a tres exdirectivos de la compañía eléctrica Tokyo Electric Power que fueron acusados de negligencia profesional por la crisis nuclear de Fukushima en 2011.
El veredicto en la Corte de Distrito de Tokio puso fin al único juicio penal por el desastre nuclear, que ha impedido regresar a sus casas a decenas de miles de personas debido a la contaminación radiactiva que persiste en la zona.
Se espera que los demandantes apelen la decisión. Varias personas que los apoyan sostenían carteles delante del tribunal con las palabras “sentencia injusta”.
Además, el expresidente de TEPCO Tsunehisa Katsumata, de 79 años, y los exejecutivos Sakae Muto, de 69, e Ichiro Takekuro, de 73, fueron acusados de no prever un tsunami como el que golpeó la planta de Fukushima Dai-ichi tras un sismo y de no tomar medidas que habrían salvado la planta en la costa nororiental de Japón.
La corte también los declaró inocentes por la muerte de 44 pacientes ancianos cuya salud se deterioró durante o después de las evacuaciones forzadas de un hospital local.
Los acusados se disculparon por el desastre pero se declararon inocentes, argumentando que era imposible prever el tsunami.
Tres de los reactores de las plantas tuvieron fusiones tras el sismo de magnitud 9,0 y el tsunami que siguió el 11 de marzo de 2011, dispersando radiación en las comunidades aledañas y en el mar.
Hiroyuki Kawai, un abogado que representa a los más de 5.700 vecinos de Fukushima que presentaron la demanda, dijo antes de conocer la sentencia que se esperaba que la batalla legal durara alrededor de una década porque el bando perdedor apelaría.
“Nuestro objetivo último es erradicar las peligrosas plantas nucleares que han sumido en la desesperación a muchos residentes”, afirmó en una marcha antes del fallo del jueves.
La fiscalía, que había pedido cinco años de cárcel para cada uno de los acusados, dijo a la corte que los exdirectivos tuvieron acceso a datos y estudios científicos que mencionaban el riesgo a un tsunami de más de 10 metros (30 pies), que podría provocar un corte de energía y accidentes graves.
Las investigaciones del gobierno y el Parlamento concluyeron que la falta de concienciación de seguridad en TEPCO y su mala gestión de riesgos, que incluyó subestimar el peligro de tsunamis, provocaron el desastre. También informaron que la empresa conspiró con agencias reguladoras para ignorar medidas de protección ante tsunamis.
La compañía dijo que podría haber sido más proactiva en sus medidas de seguridad, pero que no podría haber previsto el enorme tsunami que golpeó la planta.
TEPCO ha gastado 9 billones de yenes (83.000 millones de dólares) en compensaciones relacionadas con el desastre. Aún debe dedicar unos 8 billones de yenes (74.000 millones de dólares) para apagar la planta y 6 billones de yenes (55.000 millones de dólares) a labores de descontaminación.