El fin de semana pasado se celebró en la ciudad de Miami la conferencia “US/Cuba Relations, the Second Obama Administration: The Cuban-American Community and changes in Cuba- Building bridges for better relations”, convocada por CAFE (Cuban Americans for Engagement) y con la colaboración de otras organizaciones: FORNORM (For Normalization), Cuba Educational Travel y Generación Cambio Cubano (GCC).
El evento agrupó a intelectuales, activistas y empresarios, cubanos-americanos, cubanos y norteamericanos, con el objetivo de debatir acerca de las relaciones entre ambos gobiernos y también entre los pueblos, y en especial entre los cubanos y cubanas de una y otro lado del Estrecho de la Florida.
La conferencia tiene lugar en un contexto de recientes acercamientos de figuras prominentes del exilio cubano en los Estados Unidos a la Isla, y los cambios paulatinos que viene realizando el gobierno cubano, a destacar entre ellos la nueva Ley de Migración, puesta en práctica en enero del 2013 y las posibilidades reales de inversión extranjera en la Isla, cuya evidencia magnánima es la apertura del Puerto del Mariel, en administración conjunta con Brasil.
“Un problema que tiene la Ley de Inversión Extranjera del 96, es la discrecionalidad que le da al gobierno de decidir un caso sí, un caso no”, en palabras del politólogo Arturo López-Levy, miembro de CAFE. Lo que ha significado que cubanos residentes en otros países, en especial los cubanos-americanos, no puedan invertir legalmente en el país.
Desde la Isla fueron convocados Roberto Veiga y Lenier Domínguez, editores de la revista Espacio Laical; Yasmín Silvia Portales Machado, activista y bloguera y el cuentapropista Abiel San Miguel-Estévez, cuyas respectivas ponencias conformaron el primer panel de la conferencia: “Los cambios en Cuba y el ambiente externo: Una visión desde la Isla”.
Según Jorge de Armas, cubano-americano miembro de CAFE, es de considerable importancia que “la participación de ponentes que viven en Cuba no se ciñó al debate intelectualizado sobre Cuba. La participación de Abiel San Miguel-Estévez, gerente de una paladar reconocida en La Habana, Doña Eutimia, propició un debate muy rico sobre las formas en que se mueven los negocios, la relación del empresario con el entorno impositivo, bancario e institucional, resultando evidente que el marco es favorable para el desarrollo de la pequeña empresa privada en Cuba”.
Collin Laverty, Hugo Cancio, Silvia Wilhelm y Geoff Hale expusieron en el segundo de los paneles, convocados a debatir acerca de “Los contactos pueblo a pueblo: ¿Hacia una relación de mayor intercambio entre las dos sociedades? La comunidad cubano-americana como puente”.
La última de las mesas, compuesta por Guillermo Grenier, Arturo López-Levy y Antonio Zamora se ocupó de las “Relaciones gobierno-gobierno: Cómo mejorar las relaciones de intercambio entre las sociedades cubana y norteamericana a partir de diálogos entre los gobiernos de Cuba y EE.UU”.
El bloqueo de EE.UU hacia Cuba estuvo en la punta de la mira a lo largo de toda la conferencia, al igual que la inclusión de Cuba, por parte de los Estados Unidos, en la lista de países que promueven el Terrorismo. “También en insistir con el gobierno cubano en que se les permita a los cubanos que viven en Estados Unidos la compra de propiedades en Cuba así como el derecho a invertir su capital en la Isla”, en palabras de María Caridad Cumaná, quien moderó uno de los paneles.
Interrogado acerca del impacto que la conferencia pudiera tener en las relaciones reales entre los cubanos y cubanas de las dos orillas y entre ambos gobiernos, Jorge de Armas precisa: “ En el caso de este evento el impacto es en dos sentidos, el primero es demostrar que Miami como enclave histórico de las políticas de cambio de régimen hacia la Isla ha cambiado, su composición ha cambiado y los intereses de su comunidad ya no están en sintonía con políticas anti-cubanas y en contra de todo contacto. El segundo es que las organizaciones que buscan este acercamiento, aún signadas por voluntades diferentes pueden unirse en aras del bien común”.
Por su parte Cumaná, plantea: “En líneas generales me pareció muy positivo e instructivo el encuentro porque fue posible tener de primera mano informaciones sobre la labor de estos grupos y escuchar opiniones diversas sobre diferentes temas todos relacionados con Cuba”.
Acerca del contexto que propiciarían soluciones prácticas, que fueron debatidas en el evento, De Armas reconoce que: “Está en la voluntad del Presidente eliminar a Cuba de la Lista de países terroristas, esto posibilitaría que algunas restricciones que tienes países signatarios de tratados antiterroristas pudieran ampliar sus relaciones con Cuba, entidades bancarias que no están afectadas por el bloqueo pero que sí lo están por tratados en contra de países terroristas pudieran así ofrecer servicios financieros a entidades cubanas. Otra posibilidad práctica sería aprovechar el hecho de que el bloqueo impide a Estados Unidos tener relaciones comerciales con el Gobierno de Cuba, pero al existir un sector privado se podría instrumentar un umbral de tolerancia para que empresas norteamericanas comercien con ese sector privado. El ejecutivo podría establecer una Licencia general para que los ciudadanos norteamericanos viajes a Cuba sin limitaciones”.
Próximamente se pondrán en circulación las memorias de la conferencia, que contendrá todas las ponencias así como los videos de las mismas.
Foto general del evento / publicada originalmente por Isabel Alfonso en Facebook