Solo dos actores y una locación utilizará el realizador Lester Hamlet en su próxima película Ya no es antes, basada en la pieza teatral Weekend in Bahía, de Alberto Pedro, y que comenzará a rodar en mayo. Sobre las actuaciones de Violeta Rodríguez y Hugo Reyes descansará todo el peso de la trama, pues en el filme todo acontece desde el momento en que ambos personajes, Mayra y Esteban, se encuentran en el apartamento de uno de ellos. Transcurrirá en noventa minutos en tiempo real y contará con poco apoyo escenográfico. Será una coproducción entre el ICAIC y la productora canadiense con la que Lester filmó Fábula, su anterior largometraje.
“Dos personas, un limbo blanco y promesas que necesitan confirmarse’’, al decir del realizador, esa es la síntesis de la película.
Sobre este “nuevo y gran reto”, como lo define el también director de Casa vieja, conversó con los lectores de OnCuba.
¿Qué novedades propones con esta versión fílmica de Weekend en Bahía, una obra que pronto cumplirá tres décadas?
Esta obra de Alberto Pedro es uno de los mayores éxitos de la dramaturgia cubana de los ochenta y principios de los noventa. Tuvo gran éxito de público, en la puesta que protagonizaron Mirtha Ibarra y Ramón Veloz. Hoy día siento que, a pesar de que han pasado casi treinta años de su estreno, no pierde su vigencia. Habla sobre las promesas y el amor y tiene un marcado romanticismo y también una gran crudeza dramatúrgica dentro de su desarrollo. Representa un gran desafío para mí porque cuento solo con dos actores y una sola locación para expresar todo eso.
Este será tu tercer largometraje de ficción inspirado en otra obra literaria ¿por qué vuelves a filmar sobre una pieza teatral?
Esa es mi formación. El teatro es mi escuela, fue de lo primero que me gradué y estas obras, tanto Casa vieja como esta, al igual que Doña Rosita la soltera, siempre me inspiraron y motivaron a filmarlas. Creo que no me era suficiente o no me alcazaba para sus historias los recursos que el teatro me ofrecía para afrontarlas. Siempre las vi como obras que me daban para más. El cine ahora me brinda esa posibilidad, la de jugar sobre todo con ese nivel de realismo y veracidad construida que te permite el medio.
¿Cómo seleccionaste a los actores?
Violeta y Hugo hacen un gran binomio que me pareció ideal para esta historia. Ya ellos fueron pareja en la telenovela A pesar de todo y en el filme Mañana, de Alejandro Moya.
¿Qué tipo de película será?
Será un filme de guión, de dramaturgia y de actuaciones. Será un ejercicio muy fuerte al que me voy a someter porque ambos personajes transitan por infinitas reacciones y cambios de estado o registros dramáticos y van llegando a determinados picos que representaran un gran juguete con el que nos vamos a divertir, tanto los actores como el resto del equipo.
La comunicación de una pareja en un espacio único y cerrado es algo que ya el cine había visto antes, aunque no precisamente el nuestro ¿Cuáles fueron las referencias que tuviste?
De este tipo de filmes hay referentes de la cinematografía brasileña como Yo se que te voy a amar, en la que trabaja Fernanda Torres, también del soviético está Sin testigos. Filmes con estas características han estado ausentes en nuestra cinematografía, solo sé que durante mucho tiempo Tomás Gutiérrez Alea estuvo trabajando en una adaptación de esta obra pero nunca la llegó a materializar. También desde esa perspectiva será un homenaje a ese gran maestro. Creo que también una de las coas por las que me acerqué a esta pieza fue intentando descubrir que veía Titón en ese texto tan teatral. Ahí me fui enamorando de los personajes y me fui comprometiendo con su historia.
¿Por qué eliges ese título?
Porque el filme ya no es antes, ya no es época de promesas de ni de juegos de niños. Esta película es sobre la adultez, la tragedia de sentir que envejecemos en soledad y distantes del amor y las caricias, es una historia de pasados felices e inesperados y dudosos futuros. Y todo en medio de un ruedo donde los ex amantes colocan las cartas para descubrir secretos y mostrar verdades.
¿Qué cuenta la historia de Mayra y Esteban?
¿Quién no ha hecho promesas por amor? ¿Quién no ha sentido ese infinito sabor de la lealtad prometida y lo ha conservado como arma que defienda la utopía y los recuerdos? ¿Cuántos no amparamos la ternura desde la perpetuidad de un juramento? Esteban y Mayra, en el momento en el que los conoceremos ya serán dos seres que se amaron, que compartieron sus salivas y sus ilusiones en medio de procesos sociales que mitigaban lo imposible y nos hacia soñar y soñando imaginar e imaginando mentir. Y esa es la historia. En una Cuba que se resiste a perder sus recuerdos y que se ampara lejos de lo solemne, este reencuentro entre quienes no tuvieron opción; no la tuvo Mayra al abandonar la isla ni la tuvo Esteban al permanecer quieto, detenido, en ella. Este reencuentro propiciará desnudarse y volver a mirarse a los ojos y sentir deseos de darle al otro una vez más y tal vez para siempre la bienvenida. Y con promesas hechas. La perpetuidad de un nombre en un próximo recién nacido definiría el amor que se sintió, y ahora es tiempo de mirar a la cara de la vida y preguntar y confesar, desde temores y maneras distintas de ver, siendo aquellos de antes pero no los mismos. Mucho ha cambiado la patria y sus gentes, mucha promesa quedó sin cumplir, mucha vergüenza provoca mirar a los ojos del otro y no saberse dueño de verdades ni de justicias.
Fotos tomada de la página en Facebook de la película