Corea del Norte derribó hoy martes el edificio de la oficina de relaciones con el Sur, justo al norte de la militarizada frontera con Corea del Sur, en un hecho que aumenta drásticamente las tensiones en la península y eleva la presión sobre Washington y Seúl ante el estancamiento de la diplomacia nuclear.
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— Reuters (@Reuters) June 16, 2020
La demolición del edificio, ubicado en territorio norcoreano y donde no había personal surcoreano, es en gran parte simbólica. Pero es, probablemente, lo más provocador que ha hecho Corea del Norte desde que abrazó la diplomacia nuclear en 2018 tras un enfrentamiento con Estados Unidos que despertó temores de guerra. El incidente supone un serio revés a los esfuerzos del presidente liberal del Sur, Moon Jae-in, para restaurar las relaciones entre las dos naciones rivales.
Según la agencia de noticias oficial del Norte, la Agencia Central de Noticias, la oficina se destruyó con una “terrible expresión” porque su “enojado pueblo” estaba decidido a “obligar a (la) escoria humana y a aquellos que han protegido a la escoria a pagar caros sus delitos”, en una aparente referencia a los desertores norcoreanos que desde hace años lanzan panfletos con propaganda antinorcoreana a través de la frontera.
Imágenes de la agencia noticiosa surcoreana Yonhap mostraron una columna de humo saliendo de lo que parecía ser un complejo de edificios. La zona forma parte de un parque industrial intercoreano, ahora cerrado, donde estaba la oficina de enlace, agregó.
El Norte anunció también que ha cortado todos los canales de comunicación gubernamental y militar con Seúl, y amenaza con abandonar los acuerdos de paz bilaterales alcanzados durante las cumbres entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y Moon en 2018.
Algunos analistas externos creen que, luego de no conseguir lo que quería en las conversaciones nucleares, el Norte recurrirá a la provocación para obtener concesiones externas porque es probable que su economía haya empeorado por las persistentes sanciones encabezadas por Estados Unidos y la pandemia del coronavirus. La hermética nación también podría estar frustrada por las sanciones que evitan que Seúl se aleje de Washington para reanudar sus proyectos económicos conjuntos con Pyongyang.
La oficina de enlace está cerrada desde finales de enero por temor al coronavirus. El institución, que supuestamente se financió con dinero surcoreano, fue la primera de este tipo entre las dos naciones desde su división en 1945 y era considerada un símbolo de la política de Moon.
De acuerdo con la oficina presidencial surcoreana, el asesor de seguridad nacional Chung Eui-yong, quien viajó entre Pyongyang y Washington para ayudar a fijar la primera cumbre entre Kim y Donald Trump en junio 2018, convocó una reunión de emergencia del Consejo Nacional de Seguridad para discutir lo ocurrido. Por el momento no se conocían más detalles.
AP/OnCuba