El veterano líder de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, obtuvo un sexto mandato presidencial consecutivo en las elecciones del domingo con el 80% de los votos, según los resultados preliminares publicados el lunes por las autoridades electorales. Tras los comicios se celebraron protestas masivas en todo el país, que fueron duramente reprimidas.
Lukashenko consiguió el 80,23% de los votos, según anunció la comisión electoral central del país con todas las boletas contadas. La principal candidata de la oposición, Sviatlana Tsikhanouskaya, logró apenas el 9,9% de los votos.
El anuncio podría agravar las tensiones con los partidarios de la oposición, que creen que las elecciones fueron amañadas.
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Miles de personas tomaron las calles en varias ciudades y pueblos de Bielorrusia el domingo por la noche, protestando por los recuentos preliminares que mostraban una gran victoria del mandatario.
Tsikhanouskaya, exprofesora de inglés y novata en la política, rechazó las cifras oficiales. “Creo a mis propios ojos, la mayoría era para nosotros”, dijo.
La gente que salió a protestar en la capital por lo que consideraba una manipulación de los votos enfrentó policías antimotines desplegados con uniformes negros, que actuaron con rapidez para dispersar a los manifestantes, empleando porras y granadas de luz.
La brutal operación policial siguió a una tensa campaña con enormes marchas contra Lukashenko, que ha gobernado con puño de hierro la ex nación soviética durante 26 años. El presidente aún no había comentado el resultado de los comicios ni las protestas.
En varias ciudades del país se registraron operaciones similares para reprimir las manifestaciones. Más de 100 personas fueron detenidas, según grupo de derechos humanos Viasna, aunque la cifra real probablemente sería mucho mayor.
La vocera del Ministerio del Interior Olga Chemodanova dijo que los esfuerzos de la policía por restaurar el orden habían continuado durante la noche, pero no concretó cuánta gente había sido detenida. El Comité Investigador de Bielorrusia abrió el lunes por la mañana una investigación penal sobre disturbios masivos y violencia contra los agentes de policía.
Un periodista de AP fue golpeado por la policía y atendido en un hospital.
En el Hospital Número 10 de Minsk, un reportero de AP vio una docena de ambulancias que llevaban a manifestantes con heridas y cortes por las granadas aturdidoras y otras lesiones.
“Era una protesta pacífica, no estábamos utilizando la fuerza”, dijo Pavel Konoplyanik, un manifestante de 23 años que acompañaba a un amigo al que se le había clavado en el cuello un fragmento de plástico de granada. “Nadie se creerá los resultados oficiales de la votación, nos han robado la victoria”.
Al menos un muerto en los violentos enfrentamientos en Minsk tras imponerse Alexander Lukashenko por sexta vez en Bielorrusia. https://t.co/cXXD3ae6lA pic.twitter.com/jamt7NRKWE
— EL MUNDO (@elmundoes) August 10, 2020
Dos importantes aspirantes de la oposición vieron rechazadas sus candidaturas a la votación, pero Tsikhanouskaya, casada con un bloguero opositor en prisión, logró unir a los grupos opositores y atrajo a decenas de miles de personas a sus mítines, canalizando el descontento por la estancada economía, el hartazgo con el gobierno autoritario de Lukashenko y el descontento con la respuesta del gobierno a la pandemia.
Bielorrusia, un país de 9,5 millones de personas, ha reportado más de 68.500 casos de coronavirus y 580 muertes, pero las voces críticas han acusado a las autoridades de manipular las cifras para minimizar la cifra de muertos.
Lukashenko ha descrito las preocupaciones en torno al virus como una “psicosis” y rechazado aplicar medidas para detener su expansión, afirmando que una cuarentena habría condenado a la maltrecha economía del país.