Después de un largo invierno y buena parte de la primavera esperando por una llamada que alegrara su día, finalmente el pelotero cubano Kendrys Morales levantó el teléfono y escuchó la frase anhelada por cualquier pelotero en paro: “Ya puedes volver al terreno, los Twins quieren que vueles a Minnesota”.
Al otro lado de la línea hablaba Scott Boras, quizás el agente más prominente en el universo beisbolero, ese que año tras año consigue lujosos contratos para sus jugadores, pero que no pudo convencer a ninguna de las 30 franquicias en las Grandes Ligas para que firmara a Kendrys, fornido inicialista y prominente bateador designado.
El cubano, natural de Fomento, en Sancti Spíritus, con prisa, hizo las maletas y tras un largo viaje arribó al norte del medio oeste de Estados Unidos, casi en Canadá, para ser presentado por su nuevo equipo, el tercero que defiende en su andadura por las Mayores.
A su lado, en la sala de conferencias del Target Field, estaban Ron Gardenhire, manager de los Twins, el coach del bullpen, Bobby Cuellar, quien le sirvió de intérprete, y Terry Ryan, gerente general de la novena, que marcha en el sótano de la División Central de la Liga Americana, aunque no muy separado de los líderes (Tigres de Detroit).
Ryan, uno de los principales gestores de la firma del antillano, confirmó la importancia de la adición de Kendrys, pues aporta poder ofensivo, algo que ahora mismo necesitan con creces si desean romper su racha de tres temporadas consecutivas con más de 95 derrotas en el circuito norteño.
“Es un buen día para la organización. Ahora tenemos a Kendrys, que nos brinda dinamita para el centro de la alineación, algo que estábamos buscando sin ningún tipo de secretismos. Al final lo logramos, y con hombre que tiene experiencia en la Liga Americana, que conoce el pitcheo y puede golpear la pelota con fuerza”, explicó Ryan a los medios.
Igualmente, Joe Mauer, líder indiscutible de la franquicia, se mostró emocionado por la llegada de Morales, y no ocultó su alegría por contar con un bateador que los ayude a ganar de inmediato, ahora que todavía tienen posibilidades reales de asaltar los puestos de cabecera de la División Central.
Por su parte, el cubano, que posó con el dorsal 17 en el uniforme rayado de los Mellizos, dijo que durante los últimos siete meses ha entrenado en el Boras Sports Institute, en la Florida, con el objetivo de mantenerse en forma a la espera de una llamada que lo sacara del paro, luego de que ningún equipo quiso perder su selección de primera ronda del draft, escenificado justo el jueves de la semana anterior.
Sin dudas, la consumación del draft fue la clave para desbloquear el fichaje de Morales, quien al no aceptar una oferta calificada de los Marineros de Seattle a fines de la pasada campaña quedó a merced por completo de una necesidad extrema de algún equipo, esa que nunca apareció en el mercado.
“No ha sido fácil para un jugador de béisbol mirar los juegos de pelota cuando sabe que puede jugar. Por eso tienes que ser fuerte mentalmente y estar preparado para cuando venga esa oportunidad, estés listo para hacerlo y lo hagas”, explicó Kendrys, quien se ha dedicado en estos meses a trabajar seis días a la semana atrapando roletazos, bateando en la jaula de bateo y haciendo ejercicios de acondicionamiento.
Tal vez por esa razón, en su debut se embasó dos veces en cuatro apariciones en el plato, en duelo este lunes contra Toronto, en el que enfrentó al nudillero R. A. Dickey, ganador del premio Cy Young hace dos años en la Liga Nacional.
En sus primeros dos turnos tomó ponche y bateó un roletazo al campo corto, pero después negoció un boleto y en el epílogo del pleito —ganado por Toronto— disparó cohete al jardín derecho, argumentos suficientes para ganarse el puesto de regular como designado, además de ganar en confianza en su nuevo hogar.
“Es una bella ciudad, muy limpia. Me gusta el estadio y la atmósfera que se vive aquí, sin dudas, es una excelente plaza para comenzar la temporada”, aseguró el cubano, quien ganará poco más de 7,4 millones de dólares en lo que queda de campaña antes de convertirse en agente libre.
Precisamente, por este detalle la apuesta de los Mellizos cobra sentido, ya que Kendrys necesita con urgencia mostrar sus credenciales con una buena campaña, a fin de llegar con un buen cartel al mercado de invierno, cuando ya no estará atado a ninguna selección del draft y podrá negociar con mayor libertad un contrato multianual.
En caso de conseguirlo garantizaría al menos una parte del tramo final de su carrera en las Mayores, presumiblemente en algún conjunto de la Liga Americana, pues a la larga disminuirán sus opciones y posibilidades de defender la primera base, y quedaría recluido al turno de bateador designado, rol adecuado para él, pues solo tendría que enfocar su preparación en el apartado ofensivo, donde ha destacado tradicionalmente.