La semana pasada el presidente Donald Trump no se comprometió a respetar el resultado de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, en las que, como bien se sabe, aspira a la reelección. También ha dicho que con el voto por correo los comicios están amañados y que el resultado tardará semanas en saberse.
Aunque nada de esto es cierto, excepto la falta de compromiso de aceptar los resultados si les son desfavorables, la posibilidad de que no se sepan durante la noche de las elecciones o el día de la toma de posesión, el miércoles 20 de enero de 2021, ha desatado una serie de preguntas. ¿Qué hará el Servicio Secreto si Trump se niega a abandonar la Casa Blanca? ¿Intervendrá el ejército? ¿Se acaba la legalidad presidencial? ¿Quién lo sustituiría, aunque fuera provisionalmente?
La Constitución no define qué pasa si un presidente se niega a dejar la Casa Blanca, pero la Sección 1 de la Enmienda 20 dice que después del mediodía del 20 de enero se extingue su poder y el del vicepresidente, y que comienza el de los elegidos.
La Sección 3 de la misma enmienda establece un escenario. “Si a la hora fijada para el inicio del mandato del presidente, hubiera fallecido el presidente electo, el vicepresidente electo pasará a ser presidente. Si un presidente no ha sido elegido antes de la fecha fijada para el comienzo de su mandato, o si el presidente electo no ha cumplido los requisitos, entonces el vicepresidente electo actuará como presidente hasta que un presidente haya calificado; y el Congreso podrá, por ley, prever el caso en el que ni un presidente electo ni un vicepresidente electo hayan calificado, declarando quién actuará entonces como presidente o la manera en que se seleccionará a uno de los que actuará, y dicha persona deberá actuar en consecuencia hasta que un presidente o vicepresidente haya calificado”. O sea, el Congreso tomaría directamente cartas en el asunto.
Esto podrá tardar días. Será el Congreso el que decidirá quién gobernará durante esos días, incluso sin nadie en la Casa Blanca.
Lo que tiene a mucha gente en vilo es qué harán los militares si Trump no quiere dejar la mansión ejecutiva. Nada parece ser la respuesta. Estados Unidos no tiene tradición de golpes de Estado y los militares se ajustan a una subordinación muy fuerte al poder político, aunque el exvicepresidente Joe Biden dijo en junio pasado que los militares que sirvieron en la actual administración deben escoltar al mandatario fuera del edificio.
De momento, algunos altos funcionarios del Pentágono ya se han distanciado de respaldar el uso de militares durante las elecciones. Según la revista Time, el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, le dijo a algunos senadores que “no ve al ejército estadounidense como parte” del proceso de “realización de elecciones y para resolver disputas sobre el resultado de las elecciones”.
El fin de semana pasado, en el programa Meet the Press de NBC, el exasesor de seguridad nacional de Trump, el general H.R. McMaster, quiso ampliar más sobre el tema. “Los militares no desempeñarán ningún papel en la transición. De hecho hasta hablar de eso, creo, es irresponsable”.
“Ni siquiera debería ser un tema de discusión”, dijo McMaster. Y agregó que los fundadores de la nación estaban “muy preocupados” por la “separación de poderes” y por establecer la “línea entre el ejército y la política”.
¿Pero de qué se trata este artículo? Quién está en vilo dentro de los Estados Unidos con la actuación de los militares. 1)Los militares no harán nada. 2)El 20 de Enero del 2021 ya estará definido quién será el inquilino de la Casa Blanca por los cuatro años siguientes y el perdedor lo aceptará sin chistar. Esto es lo que ocurrirá porque Estados Unidos es la democracia más consolidada del mundo y todos saben que lo principal es la estabilidad del sistema.
¿Acaso ya olvidamos qué sucedió en las elecciones del 2000? En ese momento los Demócratas dominaban el Senado (el órgano legislativo donde se dirimen estos conflictos), pues tenían 50 Senadores más el voto de Al Gore (el propio afectado) como Presidente de esa cámara. Sin embargo, Gore fue el primero que declinó activar un proceso de impugnación y todo el mundo acató el dictamen de la Corte Suprema (de mayoría simpatizantes con los Republicanos en ese momento). Sí, el dictamen de 9 personas casi todas ancianas fue lo que prevaleció, por encima de lo que podrían pensar los militares, empresarios o cualquier poderoso miembro del Stablishment.
Sólo en las repúblicas bananeras se barre con los sistemas establecidos, sin pensar en las consecuencias a futuro que esto traerá.