El papa Francisco reformó la unidad de inteligencia financiera y lavado de dinero del Vaticano tras varios escándalos, entre ellos una pesquisa en curso sobre corrupción, dijeron el sábado funcionarios de la Santa Sede.
Los cambios incluyen la gobernanza y organización de la agencia de supervisión financiera, que fue rebautizada como Autoridad Supervisora y de Información Financiera (ASIF), dijo el Vaticano. Hasta el sábado, era conocida como la Autoridad de Información Financiera.
El presidente de la agencia reformada, Carmelo Barbagallo, un exfuncionario del banco central de Italia, dijo que los cambios ordenados por el papa Francisco en la forma de un nuevo estatuto fortalecerán las capacidades supervisoras de la entidad.
Barbagallo indicó este año que estaba presionando para tener la autoridad de supervisión que el pontífice aprobó el sábado.
Francisco busca establecer una mayor responsabilidad y transparencia en el Vaticano, continuando los esfuerzos en ese sentido de su predecesor Benedicto XVI.
Las actividades de la ASIF quedan divididas en tres unidades: vigilancia, reglas y asuntos legales e información financiera. Sus funciones incluyen “una supervisión dirigida a la prevención y el combate del lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo”, dice el nuevo estatuto.
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Al firmar el estatuto, Francisco mencionó “las implementaciones progresivas (por la Santa Sede) de oficinas supervisoras contra el lavado de dinero, el combate al terrorismo y a la proliferación de armas de destrucción masiva”.
Los escándalos financieros han plagado al Vaticano durante décadas.
Uno de los más recientes se centra en un acuerdo de bienes raíces en Londres que incluye una inversión de 350 millones de dólares por el secretariado de Estado del Vaticano. La Santa Sede investiga el caso.
La policía del Vaticano allanó el año pasado la agencia predecesora de la ASIF y confiscó documentos confidenciales como parte de una investigación de la inversión en 2012 en un edificio lujoso en Londres. Gran parte del dinero invertido por el Vaticano allí provino de donaciones de los fieles.
Cuando fue allanada, la agencia estaba realizando su propia investigación del caso, tratando de descubrir a quién había beneficiado el acuerdo. La llamativa operación obstaculizó la pesquisa de la agencia y llevó a la destitución de sus dos jefes principales. Barbagallo fue nombrado unas semanas después.