Los hospitales de California pasan apuros a fin de encontrar camas para pacientes en medio de los temores de que el veloz aumento de los casos de coronavirus rebase la capacidad de la atención que puede brindar el personal médico.
Hasta el sábado, casi 17 400 personas estaban hospitalizadas debido a infecciones confirmadas o probables de COVID-19, más del doble de la cifra más alta de julio, mientras que un modelo estatal basado en las estadísticas actuales proyecta que el número podría alcanzar las 75 000 para mediados de enero.
Más de 3600 pacientes confirmados o probables de COVID-19 se encontraban en unidades de cuidados intensivos. Todo el sur de California y el Valle de San Joaquín, de 12 condados en el norte, se han quedado prácticamente sin unidades de cuidados intensivos y algunos hospitales que agotaron su capacidad han comenzado a utilizar el llamado espacio “de sobrecarga”.
En conjunto, la capacidad de unidades de cuidados intensivos en el estado era de apenas 2% el sábado. Debido al enorme número de casos en las últimas seis semanas, la cifra de muertos en California es cada vez mayor. Otros 272 fallecimientos ocurrieron el sábado; casi 1600 en la última semana.
En el condado Los Ángeles, uno de los más azotados por la enfermedad, la directora de Salud Pública, Barbara Ferrer, imploró a la gente quedarse en casa lo más posible, no reunirse con otras personas que no sean de su hogar así como utilizar mascarilla y respetar el distanciamiento social.
“Los lugares donde las personas de distintos hogares se reúnen y no observan las instrucciones de seguridad contribuyen a una propagación innecesaria del COVID-19 que resulta en hospitalizaciones y fallecimientos que podrían haberse evitado”, agregó. “Respetar las medidas de seguridad salva vidas y es la única manera de proteger a los trabajadores esenciales y nuestros hospitales”.
Las autoridades de salud del condado Los Ángeles anunciaron el sábado que han modificado sus órdenes sanitarias para ajustarse a fallos recientes de la Corte Suprema federal que disponen se permita la realización de servicios religiosos dentro y fuera de los templos a condición de que se observen las precauciones sanitarias adecuadas.
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El sábado en la noche, Apple Inc. anunció el cierre temporal de todas sus 53 tiendas en California debido a la pandemia de coronavirus. Debido a la orden de quedarse en casa en vigor en casi todo el estado, las tiendas minoristas redujeron su aforo a 20%.
En momentos en que los establecimientos tienen dificultades ante lo que sería en otras circunstancias una intensa temporada de compras de fin de año, muchos hospitales se disponen a un posible racionamiento de la atención médica.
REMINDER: CA, you are now REQUIRED to wear a mask in public spaces.
We’re seeing too many people with faces uncovered. Wearing a face covering is critical for keeping people safe and healthy, keeping businesses open and getting people back to work.
Do your part. Wear your mask.
— Gavin Newsom (@GavinNewsom) June 19, 2020
En un reciente documento que ha circulado entre los médicos de cuatro hospitales administrados por el condado Los Ángeles se pide a los doctores que cambien de estrategia: en vez de que intenten salvar una vida, su objetivo durante la crisis es salvar tantos pacientes como les sea posible. Esto implica que los pacientes con menos posibilidades de sobrevivir no reciban la atención ofrecida en tiempos normales.
“Es inevitable que se comprometa algo el nivel ordinario de atención; no es que una entidad, sistema o localidad elija limitar los recursos, sucede que evidentemente no hay recursos disponibles para brindar la atención regular”, de acuerdo con el documento obtenido por Los Angeles Times.
Ap/OnCuba