Sudáfrica reimpuso una prohibición total a las ventas de bebidas alcohólicas como parte de una serie de nuevas restricciones para combatir el contagio del coronavirus.
En una alocución televisada ayer por la noche, el presidente Cyril Ramaphosa anunció el cierre de todos los bares, además de playas y piscinas en las zonas más afectadas como Ciudad del Cabo, Johannesburgo y Durban.
Habrá además un toque de queda de 9 de la noche a 6 de la mañana, añadió el gobernante.
Es a partir de ahora obligatorio el uso del nasobuco. Quien no lo lleve podría tener que pagar una multa o incluso pasar un tiempo en la cárcel, anunció el mandatario.
Horas antes, un grupo de médicos le pidieron a las autoridades sudafricanas volver a imponer restricciones severas sobre las concentraciones sociales y las ventas de bebidas alcohólicas debido al avance de la pandemia.
Sudáfrica superó el millón de casos de coronavirus el domingo pasado.