Latinoamérica recibe el 2021 con la esperanza de una recuperación tras un devastador año a causa del coronavirus, que deja ya más de 500.000 muertos en la región y que amenaza otra vez sus frágiles sistemas de salud con récords diarios de contagios y hospitalizaciones.
“Al acercarse el final del 2020, todos suspiramos con alivio. Este ha sido el año en el que todos deseábamos que fuera por fin el último día de la pesadilla”, sostuvo en su mensaje para este 31 de diciembre la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, al asegurar que con las vacunas ya se “puede vislumbrar un 2021 con esperanza”.
En las dos últimas semanas se ha ido expandiendo la vacunación en el continente con el comienzo de la inmunización en países como Costa Rica, Chile y Argentina, que se suman a Canadá y EE.UU., aunque gran parte de Latinoamérica sigue batallando para acceder a dosis suficientes.
El inicio de la esperada vacunación ha coincidido, sin embargo, con una segunda ola de la pandemia en Latinoamérica, marcada por crecientes cifras de contagios y saturación en las unidades de cuidados intensivos (UCI), una situación de la que ya habían alertado las autoridades ante el previsible impacto de las fiestas de Navidad en la propagación del virus.
Casi el 30% de las muertes por COVID en 2020
“El 2020 ha sido un año de grandes luchas y pérdidas (…) Y con alrededor de la mitad de los casos y muertes registradas en el mundo, las Américas continúan soportando la carga más pesada de la pandemia”, aseguró Martha Keays, directora regional de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja (IFRC), en una declaración por el Año Nuevo enviada a la agencia española Efe.
Su afirmación la confirman los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que muestran que de los más de 81 millones de casos globales, una cuarta parte se concentra en EE.UU. y otro 18 % corresponde a Latinoamérica, lo que mantiene al continente como el más impactado por el coronavirus.
Así, para este 31 de diciembre, la región de Latinoamérica y el Caribe reportaba casi 16 millones de infecciones (18,75 % de la cifra mundial) y unos 510.000 decesos, que representan un 28 % del total de fallecimientos en el planeta por el virus.
Por países, tras EE.UU. e India, Brasil es el más afectado del mundo, con 7,6 millones de infecciones y unos 194.000 fallecimientos. Y después del gigante sudamericano, los países de la región con mayor número de casos son Colombia (en el lugar 11 del mundo) y Argentina (12): Colombia registra 1,62 millones de infectados, Argentina reporta 1,61 millones de contagios y les sigue México, con 1,41 millones.
Luego están Perú (1 millón de casos y 37.500 fallecidos), Chile (más de 609.000 contagios y 16.599 muertes) y, mucho más atrás, Panamá (más de 242.000 infectados y 3.900 decesos) y Ecuador (unos 211.000 casos y 14.000 defunciones).
En cuanto a mortalidad, dos países latinoamericanos se mantienen entre los diez primeros del mundo en fallecimientos: Brasil (segundo, con más de 193.000) y México (cuarto, con más de 124.800). Mientras Argentina (más de 43.100 muertes), Colombia (unos 43.000) y Perú (unos 37.500) ocupan el sitio 11, 12 y 13, respectivamente.
Curva ascendente de muertes
Aunque han aumentado las esperanzas con el inicio de las vacunaciones, las autoridades también temen por la ola de contagios desatada por las reuniones navideñas y el correspondiente incremento en la demanda de camas UCI, tal como ha advertido el principal epidemiólogo estadounidense, Anthony Fauci.
La pandemia está fuera de control en Estados Unidos, dice el doctor Fauci
En el indicador de muertes preocupan, por ejemplo, las cifras de fallecidos diarios en América (6.300 en las últimas 24 horas), números que revelan un fuerte ascenso respecto a semanas pasadas, coincidiendo con las fiestas de fin de año.
En el caso de Colombia, Panamá, República Dominicana y Paraguay, la curva ascendente de contagios y muertes les ha llevado a reforzar las restricciones y mantiene en alerta a los Gobiernos. Como ejemplo, Colombia reportó este miércoles 289 muertes, la cifra diaria más alta de fallecidos en casi tres meses y enfrenta, además, una preocupante escasez de medicamentos para la sedación de pacientes en UCI.
En tanto, Perú confirmó que está experimentando un rebrote de la COVID-19 tras incrementarse ligera pero constantemente en las últimas semanas las hospitalizaciones y los fallecimientos diarios.
Argentina, por su parte, comenzó la vacunación esta semana, justo cuando atraviesa un cambio de tendencia y un leve aumento de los contagios, con el temor a que se adelante la segunda ola o haya un rebrote. Asimismo, República Dominicana anunció más restricciones a la circulación debido a un aumento exponencial del coronavirus en las últimas semanas.
Tormenta perfecta entre la pandemia y la crisis económica
Este 2020, “la vida ha cambiado más allá de todo lo que podríamos haber imaginado: los sistemas de salud han alcanzado su capacidad máxima, las economías están vacilantes, las personas están separadas de sus seres queridos y las comunidades más vulnerables están soportando la peor de esta crisis”, reafirma la directora para América de la Cruz Roja.
La saturación de los servicios ha sido una constante amenaza en la medida que repuntan los contagios en América, que desde mediados de año ocupa el primer lugar del mundo en número de casos.
De acuerdo con la OPS, este ha sido de lejos el continente más afectado por la pandemia, que dejó al descubierto, además, la marcada “desigualdad y la insuficiente inversión en los sistemas de salud” en Latinoamérica.
Una muestra es cómo a lo largo del año, en medio de los picos de la pandemia, países como Panamá, Ecuador, Perú o Bolivia vieron de cerca el desborde de sus sistemas, mientras otros, como Colombia, Brasil o Chile, lograron mantener a flote los servicios con la capacidad hospitalaria a tope en varias de ciudades.
A ello se suma la grave situación de la economía de la región, que según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se contraerá en 2020 un 7,7 % y vivirá su peor crisis en los últimos 120 años, con una tasa de desempleo del 10,7 %.
Según el último balance del año del organismo, divulgado el 16 de diciembre, Latinoamérica es la región más golpeada del mundo en desarrollo por la crisis derivada del coronavirus y ha sufrido un “choque sin precedentes” entre la demanda y la oferta por las extensas cuarentenas y una “inédita” contracción de los ingresos.
Para la titular de la OPS, esto demuestra que 2020 “ha sido definitivamente un año de enormes sacrificios y desafíos”, pero también de resistencia.
“Nuestras vidas se han visto afectadas y nunca seremos los mismos. Atravesamos la peor pandemia en un siglo sin comprender por completo su extensión y gravedad. Pese a todo ello, hemos sido testigos de cómo el espíritu indomable de la humanidad ha prevalecido como nunca antes”, puntualizó.