La devaluación de la tasa oficial de cambio del peso cubano frente al dólar, la reforma salarial y el manejo administrado de los precios de algunos bienes y servicios se han convertido en una combinación que no siempre produce el efecto deseado. Al menos, en lo que va de este proceso de ajuste estructural de la economía nacional denominado tarea ordenamiento.
Por los libros de macroeconomía y de microeconomía conocemos que toda devaluación debe generar incentivos positivos sobre la eficiencia del sistema en su conjunto; sobre la productividad del trabajo y sobre las exportaciones. Debe provocar mejoras en los tres, aunque no en el corto plazo.
También por los libros de macro y micro conocemos que toda devaluación produce un efecto de corto plazo sobre los precios y, por lo general, los empuja hacia arriba. Ese efecto, en economías donde existe una dinámica adecuada de sustitución de factores de producción (capital, trabajo, tierra y know how) y donde la oferta es suficientemente elástica y variada, debe de servir de contención al esperado “efecto-precio” de corto plazo.
En el pensamiento económico universal, Alfred Marshall y León Walras defendieron puntos de vistas diferentes sobre el papel de las cantidades y los precios en ese necesario proceso de ajuste. Es cierto también que aquellos análisis partían de supuestos difíciles de conseguir en la vida real: información completa, mercados atomizados, competencia perfecta, libertad de elección de los consumidores, etc., etc. Pero la poca consistencia de los supuestos no resta valor al rol de los precios en la dinámica global de la economía, cualquiera que sea esta.
En Cuba, la devaluación provocada por la unificación cambiaria debería impactar positivamente en los precios de los productos finales de bienes y servicios de exportación. Sin embargo, pueden ocurrir efectos perversos, que merecen ser rectificados cuanto antes.
Un ejemplo: producto de exportación X
Un contenedor de 20 toneladas de dicho producto debe producir X cantidad de dólares de ingresos, o sea, X pesos cubanos al cambio de 24 cup por 1 dólar.
De esos X dólares, la empresa se queda con el 80 % del total exportado que se convierten a CL (capacidad de liquidez), más el otro 20 % en pesos cubanos. De los dólares con los cuales se queda, debe deducir además el 8,6 % que paga como comisión a la empresa estatal exportadora, solo porque ella ha sido designada para exportar. Entonces, los ingresos totales por exportación de la empresa descontado la comisión de la exportadora equivalen al 93,1% del ingreso inicial en pesos cubanos.
El ajuste de las nuevas tarifas a partir de la devaluación ha provocado lo siguiente:
- El costo de transportar un contenedor desde los centros de beneficio hasta el puerto se ha incrementado en un 520 %.
- La tarifa que la empresa productora debe pagar a la organización que garantiza la carga en el puerto lo ha hecho en 426 % por encima del precio anterior.
- Los precios de compra al productor también se han incrementado y es hoy 211 % superior.
- Otros gastos como beneficio del producto, envases, energía, transporte hasta el centro de beneficio, seguridad social y contribución al desarrollo territorial también se han incrementado y llevan la cuenta total de egresos hasta una cifra que los hace caer en una pérdida equivalente al 3,8% de los ingresos totales en cup por contenedor exportado.
Hasta aquí tenemos que la misma cantidad de producto en virtud de la elevación de precios por la devaluación de la tasa oficial de cambio convierte lo que era un buen negocio de exportación en lo contrario. Sin dudas, la empresa tendrá que revisar todos sus procesos, todos sus costos y, si quiere seguir exportando, deberá encontrar formas de hacerlo. También es cierto que no tiene muchas opciones para encontrar nuevos proveedores, que hay tarifas de servicios que pueden estar excesivamente altas, y que quizá sea posible racionalizar la cantidad de personas empleadas. Algunas soluciones son más factibles que otras, más deseables que otras, más políticamente adecuadas que otras. Por ejemplo, con solo poder exportar directamente y evitar la comisión de la exportadora, se ahorraría 11 888 cup (495 usd) y con ello dejaría de estar en números rojos.
En los bienes de exportación, a diferencia de los bienes y servicios que se venden en el mercado nacional, la empresa no puede elevar sus precios de venta, pues en el mercado existen otros competidores que venden a ese mismo precio o más barato. Por tanto, en estos casos, el precio internacional es un dato que obliga a ajustar los costos nacionales hacia abajo o a obtener algún tipo de subsidio.
Los precios internacionales de cualquier producto deberían servir para medir la distancia que nos separa de las condiciones de medias del mercado y de los niveles de producción y productividad internacionales. Esto se cumple para las exportaciones, especialmente si queremos lograr en algún momento una sustitución “efectiva” de estas.
Lo útil de la devaluación es que hoy podemos, como nunca antes, medir nuestros costos y precios con los costos y precios internacionales. Podemos dividir entre 24 y comparar y también podemos, de forma más transparente, comparar a las empresas nacionales entre sí, algo imposible antes de la medida.
Desconozco cuál es el nuevo costo de una tonelada de carne de res producida nacionalmente, o de una tonelada de tomate, o del millar de toallas o sábanas. Pero si rebasa el precio de importarla, será muy difícil, por ejemplo, que los hoteles, cuando el turismo reabra, compren a productores nacionales, si pueden comprar más barato a un suministrador internacional de productos de igual o mejor calidad.
Gráfico: Precio mensual de carne de res / USD por kilogramo
La devaluación debería impulsar la tendencia hacia los precios y costos internacionales, pero para ello se requieren otras condiciones del entorno normativo, que permitan/ faciliten a las empresas estatales lograr los arreglos/ajustes microeconómicos necesarios, al menos, en el mediano plazo. De lo contrario, la empresa nacional se encuentra dentro de un tornillo de banco. Por un lado, los nuevos costos que produce la devaluación la presionan. Por el otro, restricciones normativas le impiden usar las variables que permitirían el ajuste.
Claro que la otra referencia obligada es la capacidad de compra del ingreso de la población. Así pues, traspasar toda la devaluación a los precios parece que no es políticamente adecuado. Se ha tratado de evitar, como han explicado más de una vez los funcionarios encargados.
Topar en un limite máximo el incremento de los precios, si bien intenta evitar un mayor deterioro del poder de compra del ingreso de la población, ya ha conducido a la expansión del mercado negro, donde los precios son aún mayores. Mercado al cual solo puede tener acceso una parte minoritaria de la población, lo que, a su vez, contribuye a incrementar las desigualdades que se pretendían evitar con aquella medida.
Las tarimas vacías de los mercados agropecuarios —todos, los estatales y los de oferta y demanda— están ahí para llamarnos la atención todos los días. Dicho efecto desplaza la demanda hacia otros productos (pan, pollo, etc.), incrementándola en un mercado desabastecido, lo cual alimenta nuevamente el mercado negro. Ese que divide por más de 24 el ingreso nominal de la población.
Incrementar las exportaciones, incentivar su sustitución y dinamizar el mercado interno son metas difíciles de alcanzar. La devaluación y las medidas asociadas por sí solas no las producirán, menos aún en el corto plazo. Se requerirá coherencia y alineación con el propósito.
Demoran además otras medidas que pudieran contribuir a estos propósitos, tanto en términos de oferta de empleo como de oferta de bienes y servicios. Pareciera que la pequeña y mediana empresa, las cooperativas no agropecuarias y la lista negativa de empleos por cuenta propia, que estaban a la espera de la tarea ordenamiento, han vuelto a su lugar en el horizonte: la línea que se aleja de nosotros en la medida en que nos acercamos a ella.
Sin dudas, queda mucho por hacer en esa difícil tarea de “ordenar el ordenamiento”.
Profe: en la tarea de ordenamiento hay muchas incongruencias, tantas que se puede llegar a pensar que deberás de todo el proceso,no hay un economista. La realidad es que las deducciones de los burócratas están muy alejadas de los consejos y criterios de centros de estudios e intelectuales como usted y otros muchosb mas con alto grado de calificación. A mi juicio el efecto de lo que se pretendía con el ordenamiento ha quedado a un segundo plano, el primer plano ha sido reducir subsidios del estado
Y evitar la carga que este venía teniendo durante muchos años, la situación económica para los cubanos sigue siendo la misma y ahora agravabada aún más por la escasez, los problemas económicos de Cuba se han dejado acumular durante tantos años que hoy no se resuelve con la eliminación del CUC, ni con el incremento en salarios; para resolver había que estimular la producción agrícola con insentivos reales, abrir paso a la pequeña y mediana empresa con todos los tipos de propiedad, liberalizar las fuerzas productivas, además de subir salarios y otras medidas que un impacto a corto y mediano plazo. Hoy la práctica ha demostrado que no calcularon ni tuvieron en cuenta el impacto real de las medidas que tomaron y siguen tomándose, lo único que hacen es desacreditarse ante la academia y el pueblo. No han demostrado nada, más de lo mismo y siguen jugando con la esperanza del pueblo.
Comparto su criterio, siguen cuesta abajo en la credibilidad
Profesor no creo haya pasado el desconcierto inicial resultado del cambio simultáneo de varios parámetros económicos bases para cualquier economía de un país, pero desde la distancia y mi amateurismo el ordenamiento me parece ha sido, en los precios de una inmensa mayoría de productos, el traspaso del antiguo precio del mercado negro como precio aceptado, en cuanto al incremento salarial, creo sera absorbido por completo y quizás insuficiente para enfrentar los nuevos precios, y me parece muy claro que muchas empresas y servicios han intentado buscar las mayores ganancias para cubrir sus propias ineficiencias. El mismo precio del Kw inclusive con el ajuste realizado cuando un negocio sea alto consumidor transferir ese costó a los precios para que funcione será imposible.
De los aspectos aún pendientes que deberían haber acompañado o inclusive haberse decidido por adelantado, se seguirá esperando por la burocracia partidista como de costumbre.
La culpa de los precios desorbitados con lo que nos machacan a diario desde los medios es, siempre, de los cuentapropistas. Animando a todo el que pueda a exportar y sustituir importaciones para lo que hace falta, entre muchas otras cosas por supuesto, registrar las marcas comerciales con las cuales competirán las empresas en sus nuevos mercados… PEROOOO, ese registro de marca que hasta hace pocos días costaba a esa misma empresa sobre 300-400 CUP cuesta ahora, (lo pueden creer?) más de 7,000 CUP pero, como no ha sido un infame TCP quien lo ha fijado así por puro arte de birlibirloque, pasa desapercibido ante los ojos de nuestros sagaces periodistas, del cro. Marino, etc. LQQD; más de lo mismo, seguimos chapoteando en el fango y jugando con la cadena.
Poco didáctico su artículo en esta ocasión. Los ejemplos, números y por cientos parecen sacados de abajo de la manga.
La gente sigue sin entender los números y la “magia” del 24, ¿nunca entendí de dónde salió y ahora por qué se mantiene? Que no puede ser 1 es obvio pero por qué no 10, 50 o 100?
Con relación a lo que se afirma “ Es cierto también que aquellos análisis partían de supuestos difíciles de conseguir en la vida real: información completa, mercados atomizados, competencia perfecta, libertad de elección de los consumidores, etc., etc. Pero la poca consistencia de los supuestos no resta valor al rol de los precios en la dinámica global de la economía, cualquiera que sea esta.”
Las inconsistencias y vulgarización de la economía cubana se adiciona a la de los supuestos, por lo que no se puede analizar la economía cubana, dentro de la bolsa de “cualquiera sea la economía”. Pues estamos bajo la situación desde hace muchos años de un caso de antieconómia, incidiendo desde un férreo bloqueo que limita el mercado natural para muchos países del área, solo el ejemplo de Dominicana y Costa Rica con que gustan compararnos; hasta la herencia acumulada del proceso de recentralización de la economía (2003-2004) que acabo de raíz con los aspectos positivos de la descentralización empresarial de mediados de la década del 90. En todo este periodo se ha agudizado:
• La existencia de entidades como el GAE y otros grupos empresariales con alto poder de monopolio, que impone productos, precios e ineficiencia sin contrapartida real por falta de competencia
• Entidades que se declaran lideres del mercado, pero son los únicos que existen
• Agricultura obsoleta basada fundamentalmente en pequeños productores, las CCS no son en realidad cooperativas, junto a un nivel importante de tierras ociosas y donde se lleva décadas pensando que solo con el sector de los pequeños productores se va a satisfacer las necesidades de alimentos. Cuando en el mundo la te3dnencia es que junto a la pymes agrícola, se encuentran grandes producciones con tecnología avanzada, donde cada vez mas la automatización de procesos agrícolas habla de un nuevo tipo de agricultura de base tecnológica , nada que ver con la yunta de bueyes y la microindustria artesanal
• Ponemos en manos de los que lo han hecho mal la solución de lso problemas del comercio mayorista, minorista y de la exportación
• Con respecto a los costos que el resto de las empresas cargan al exportador, eso no es nuevo, ya se había practicado con el turismo en la descentralización, y se requiere de regulación clara e instituciones financieras y no consignas para que intermedien las relaciones financieras entre las empresas frente al exportador , pues no todos los costos de estas entidades pueden estar nominados en mlc y una parte impotente es en cup y no tiene porque encarecer las comisiones en divisa, pues el monto de moneda nacional hay que dividirlo entre 24 y no multiplicarlo pro 6 como de alguna forma indico Murillo para que no creciera más los precios…gran error.
• Si la empresa exportadora puede obtener los insumos con calidad y con mejores costo importando que comprando a la industria nacional, esa es la señal para que la empresa nacional se reestructure o se liquide, y ese debe ser el efecto de la devaluación y no el aumento de precios para cubrir la ineficiencia, no podemos hablar de las relaciones de costo con los precios internacionales solo para el exportador, sino que debe incidir en el proveedor nacional.
• La cadena exportadora debe funcionar de forma integral para lograr competitividad en el mercado final y no para la lucha entre cada eslabón de como puede sacarle margen al eslabón final
• Se dice que cuando no hay competencia, el estado debe regular de manera que el sector dado actúe como si hubiera competencia, pero no se hace por una sola via, pues existen medidas administrativas y económicas ; hay que combinar ambas. En el sector agropecuario el Estado tiene que acumular ingresos en divisa para con la importación de productos claves de primera necesidad que garantice la alimentación y no son productos de lujo , pueda hacerle la competencia a los productores con poder de mercado (que por las condiciones que tenemos cualquiera alcanza ese poder, solo por carretilleros se comercializaron toneladas de cebolla, lo que en otros países es una sector marginal, aquí se convierte en una importante cadena de distribución)¿eso es economía o una caricatura de economía socialista desde el subdesarrollo?
• las tarimas vacías es una acción repetida en el tiempo cuando la agricultura se deja solo en poder de los campesinos e intermediarios, siempre van a actuar como pequeños propietarios individuales ante una situación de crisis, guerra, pandemia, deformaciones económicas, pues no tienen ningún otra presión gracias a las reformas que tienden a probar que cuando menos socialización de la producción hay , se genera más eficiencia y productividad; pero la realidad es que llevamos décadas con el mismo argumento y la escasez de productos alimenticios de primera necesidad, no aguanta explicaciones ni de los productores ni del Ministerio de la Agricultura . Entonces porque no se abre el sector a un proceso de internacionalización como ha ocurrido en la mayor parte de los países, para que tengan que competir de verdad y tener que emigrar a la ciudad por no poder vender los productos que hoy valoran como el lujo en la miseria .
Parece q las trabas, los intermediarios, el desconocimiento al sector privado (que al final es el.mismo pueblo), …, durarán más que nuestras vidas. Solo hay q leer las opiniones del pueblo en cubadebate y queda claro que por lo general esperamos más de lo q se hace. Con la gradual perdida de esperanza, se incrementa mi rechazo a oir hablar de política. No creo q Murillo piense diferente a ud. solo q hay más intereses en juego.
Buenos dias profe, soy asiduo lector de sus aportes, referente a que el sector turistico optara por importar sus cosas producto al encarecimiento que sufriran los productos nacionales, considero que esta en lo cierto, asi como he podido ver , mire usted, se habla dia a dia de los precios abusivos, quiere un precio abusivo mas visible que vender un colchon de muelle de produccion nacional a casi 700 dolares, y mi otra pregunta , sera ese el precio a que la empresa CONFOT le vendera sus colchones al turismo, o esos precios ABUSIVOS SON SOLO PARA EL CIUDADANO CUBANO, aquel ciudadano que tanto proteje el estado, o es que un ingeniero como yo con 30 años de graduado no tengo derecho, no puedo aspirar a dormir en un buen colchon.
I have lived in The United States for 25 years already, and never have the opportunity to export overseas, because of the ignorance of non-sense politics from Cuba and the United States, and the people from here with business take advantage of that.
But the main root cause is in Cuba’s mindset!
That needs to change now! I am ready to export my belongs to my Country!
Profe por alguna casualida y solo por curiosidad a ud le pidieron consejo o aporte a la tarea de ordenamiento cuando se gestaba? y ahora para ördenar el ordenamiento¨? Creo que nadie tiene ni puta idea de lo que están haciendo y bien que vendria que al menos dejaran opinar y oir a un experto como ud Gracias
Mientras se siga limitando y entorpeciendo la creatividad e iniciativa privada seguirán solos en esta tarea que demostrado está que no se les da bien. “ Demoran además otras medidas que pudieran contribuir a estos propósitos, tanto en términos de oferta de empleo como de oferta de bienes y servicios. Pareciera que la pequeña y mediana empresa, las cooperativas no agropecuarias y la lista negativa de empleos por cuenta propia, que estaban a la espera de la tarea ordenamiento, han vuelto a su lugar en el horizonte: la línea que se aleja de nosotros en la medida en que nos acercamos a ella.”