El 21 de septiembre del pasado año, en medio de un debate en Twitter, escribí que los Vegueros de Pinar del Río no tenían forma de clasificar a la postemporada de la 60 Serie Nacional de Béisbol. El campeonato vivía sus primeros compases y los pativerdes mostraban una versión endeble, con muy pobre ofensiva y baja efectividad del pitcheo, su principal arma.
Un colega vueltabajero guardó aquella sentencia y, cuatro meses después, me la envió para recordarme que me había equivocado. A la postre, los pinareños no solo echaron por tierra mi pronóstico al capturar el último boleto a la postemporada, sino que se convirtieron en los primeros semifinalistas del clásico beisbolero, luego de barrer a los líderes espirituanos.
En septiembre, no había razones para tener esperanzas con los más occidentales –salvo por su tradicional casta–, pero ahora mismo, después de lo visto en cuartos de final ante los Gallos de Eriel Sánchez, hay que cambiar radicalmente el discurso: los Vegueros son serios contendientes y pueden amargarle la vida a cualquier rival en la pelea por el campeonato.
Si nos guiamos solo por el historial y el cartel de sus titulares, el lineup pinareño no intimida, pero el pequeño botón de muestra contra los espirituanos dejó señales que podrían alarmar a sus potenciales contrarios. Por ejemplo, en tres duelos anotaron 33 carreras, pegaron 44 imparables, tomaron 16 boletos y tres pelotazos, robaron dos bases en igual cantidad de intentos y dejaron una línea ofensiva de .364/.447/.570.
Pero eso no fue todo. Los Vegueros batearon con mucho más poder del acostumbrado, tal cual lo refleja su producción de extrabases.
* En la etapa clasificatoria, el 26,9 % de los jits que conectaron fueron extrabases (186 extrabases de 690 imparables), y en cuartos de final esa cifra creció al 40,9 % (18 de 44).
* En la etapa clasificatoria pegaron un extrabase cada 15,2 comparecencias al plato, y en cuartos de final ese indicador mejoró a un extrabase cada 7,9 viajes al rectángulo ofensivo.
Con este rendimiento, fueron mucho más eficientes con hombres en los senderos. Por ejemplo, durante la fase regular impulsaron al 24,4 % de los corredores que encontraron en posición anotadora, y ahora subieron al 28,2 % de compañeros impulsados desde segunda o tercera base.
Todo eso lo consiguieron frente al segundo staff de pitcheo con mejor efectividad en la etapa clasificatoria, que ahora no pudo hacerse justicia, aunque sufrieron la sensible pérdida de Yankiel Mauri (lesionado), su hombre más confiable.
Los Gallos se vieron desbordados por la ofensiva de Pinar, pero es válido destacar que pelearon. Perdieron dos de los tres choques en entradas extras, y en este tercero borraron una desventaja de dos carreras en el noveno episodio frente al supersónico Raidel Martínez, quien sufrió el poder del prospecto Geysel Cepeda.
Esta es la cuarta victoria de Pinar del Río frente a Sancti Spíritus en cinco cruces de postemporada. De esas cuatro veces que los Vegueros han superado a los Gallos en play off, en dos avanzaron hasta la final (2008-2011) y en una se coronaron campeones (Serie 50).