El candidato vacunal Abdala contra la COVID-19, uno de los cinco desarrollados en Cuba que ya iniciaron pruebas en humanos, comenzará la tercera fase de ensayos clínicos el próximo lunes.
La potencial vacuna, producida por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, será probada desde el 22 de marzo en 48.000 voluntarios de 19 a 80 años, con un esquema de administración de tres dosis inoculadas con dos semanas de diferencia cada una.
Abdala, nombrada así por un poema épico del héroe cubano José Martí, recibió la víspera la aprobación del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) para iniciar la fase 3 de ensayos, la cual se llevará a cabo en los municipios cabecera de las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma.
Las tres capitales orientales en las que se llevará a cabo la prueba son, después de La Habana, las que mayores tasas de transmisión del Sars-CoV-2 registraron en los dos últimos meses.
“Es un momento de gran orgullo para el país”, afirmó este viernes en conferencia de prensa la Dr. Marta Ayala, directora general del CIGB.
La científica destacó los buenos resultados de seguridad e inmunogenicidad obtenidos en las dos primeras etapas de prueba de esta fórmula, realizadas en Santiago de Cuba entre diciembre y febrero pasados y en las que participaron casi 800 personas (132 en la fase 1 y 660 en la 2).
En Conferencia de Prensa, representantes de #BioCubaFarma y #CIGB anunciaron la aprobación del Ensayo Clínico Fase III del Candidato Vacunal #Abdala, que se iniciará el próximo lunes 22 de marzo en las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo. #VacunasCubanasCovid19 pic.twitter.com/l8d5wcL8kA
— CIGBCuba (@CIGBCuba) March 19, 2021
Cuba ya cuenta con otra potencial vacuna en la fase final de pruebas, Soberana 02, desarrollada por el Instituto Finlay, la cual comenzó a administrarse en La Habana a 44.010 voluntarios de 19 a 80 años a principios de este mes y que también será testada en Irán, a donde han sido enviadas 100.000 dosis de la fórmula.
De esta forma, de las 23 posibles vacunas que se encuentran en tercera y última fase de investigación en el mundo, dos son cubanas y tienen visos de convertirse en las primeras desarrolladas íntegramente en Latinoamérica.
Abdala, de aplicación intramuscular, es una vacuna de subunidad basada en el sitio de unión al receptor (RBD) de la proteína S del virus. Su cultivo se realiza en células de levadura, lo que la diferencia de Soberana 02, basada en células de mamífero y que además vincula el antígeno del virus y el toxoide tetánico para estimular la respuesta inmune.
Como en el caso del primer candidato cubano en llegar a esta fase, el ensayo de Abdala cumple con el estándar internacional más riguroso al ser multicéntrico, aleatorizado, controlado con placebo y a doble ciegas, según explicaron sus responsables.
Interés internacional y vacunación en la Isla
Sobre la posibilidad de evaluar este candidato vacunal fuera de Cuba, la Dra. Ayala avanzó que dada la tradición de la isla en la fabricación de vacunas, “hay mucho interés” por parte de otros países en acoger estudios de fase 3 de Abdala, una posibilidad que se están teniendo en cuenta a la hora de planificar la producción de dosis.
Cuba ha apostado todo a una vacuna propia, ya que no ha adquirido dosis en el mercado internacional ni se ha sumado al Mecanismo Covax, creado con el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para favorecer un acceso equitativo a la inmunización para naciones de ingresos medios y bajos.
Cuba comienza producción a gran escala de Abdala, una de sus cuatro vacunas contra la COVID-19
Por su parte, el vicedirector del grupo empresarial BioCubaFarma, Eulogio Pimentel, ratificó este viernes que toda la población cubana podrá ser inmunizada antes de que termine el año y estimó que para agosto próximo se contará con todas las dosis necesarias para ello.
La Isla tiene 11,2 millones de habitantes, aunque no todos son susceptibles de recibir la vacuna. Por ahora no se han desarrollado en el mundo fórmulas aptas para la población infantil, aunque los científicos cubanos prevén iniciar próximamente ensayos clínicos en ese sentido, algo que también están haciendo las multinacionales farmacéuticas.
Junto a las dos fórmulas en última fase de pruebas, las instituciones científicas cubanas desarrollan otros tres candidatos vacunales que se encuentran en etapas previas: Soberana 01, Soberana Plus —ambas del Instituto Finlay— y Mambisa, esta última también del CIGB y administrada por vía intranasal.
Pimentel defendió, aun cuando Cuba atraviesa serios problemas económicos, la necesidad de continuar desarrollando esas tres potenciales vacunas, incluso si las otras dos más avanzadas tienen éxito.
“Es necesario seguir investigando porque como mismo evoluciona el virus, tiene que evolucionar la investigación y no perder la oportunidad de incorporar nuevos candidatos y nuevos antígenos”, sostuvo en referencia a las variantes del Sars-CoV-2 que han ido apareciendo.
Cuba cuenta con una reconocida industria de biotecnología y farmacéutica que produce actualmente ocho vacunas contra enfermedades como la meningitis, el cáncer de pulmón (terapéutica) y los tumores sólidos, entre otras.
La Isla atraviesa en estos momentos una tercera oleada de la COVID-19 y acumula hasta la fecha 65.149 casos del nuevo coronavirus y 387 fallecidos por la enfermedad.
EFE / OnCuba