Cada marzo miles de jóvenes esperan con entusiasmo el Havana World Music (HWM), uno de los eventos que atrae no solo al público ávido de propuestas musicales diferentes a los patrones establecidos en la Isla como la música urbana y la timba, fundamentalmente, sino también como un escenario para el crecimiento profesional de noveles artistas.
En este último aspecto, el concurso Primera Base es desde hace siete años motor impulsor de ya reconocidas agrupaciones y solistas en el panorama cubano e incluso internacional como Cimafunk, La Reina y la Real, Jorgito Kamankola, Los locos tristes, entre otros nombres ya habituales en los escenarios de la música alternativa.
Al igual que sucedió el pasado año, la COVID-19 ha interrumpido el transcurso habitual del evento, aunque en esta ocasión la pandemia no tomó desprevenidos a los organizadores y han renovado la propuesta de este 2021, atendiendo además las necesidades de los jóvenes músicos en las actuales circunstancias en las que se mueve la industria.
Eme Alfonso, directora del HWM y del Primera Base, confiesa a OnCuba que “nuestro equipo creativo ha decidido focalizar el concurso Primera Base y como los jóvenes están más relacionados con el mundo digital, pues iba a resultar bastante coherente y fácil poder hacer algo con toda esta gente joven y sus inquietudes, que quieren participar en el festival de alguna forma”.
Añade que lo fundamental es “no perder la esencia del Primera Base como concurso, mantener esa especie de bolsa de artistas que evaluamos, lo cual nos ayuda a rejuvenecer el cartel del festival y así mantenernos a flote y no desaparecer este año, ayudarnos a mantenernos despiertos y en contacto con el público joven que nos sigue”.
La cantante y productora nos dice que el concurso cambia un poco la imagen este año, la cual se desprende del HWM, como parte del proceso de aprendizaje y retroalimentación que mantienen con los artistas que se presentaron en ediciones anteriores, también en parte gracias a los conocimientos que adquieren con los talleres de formación donde se canaliza la opinión de los jóvenes.
Listos para el play
El plazo para inscripciones cerró el pasado 27 de marzo, pero al igual que en ediciones precedentes, participarán en el Primera Base agrupaciones o solistas cuyos integrantes se encuentren entre los 16 y 32 años, en las categorías de DJ Productor/a, Juveniles y Mayores, de donde se preseleccionan nueve finalistas, que participarán en un showcase grabado —sin acceso al público— y transmitido a través de las redes sociales del Festival los días 20, 21 y 22 de abril, de donde el jurado escogerá los tres ganadores, uno por categoría.
Respecto al jurado, un grupo heterogéneo se encuentra entre los nombres de los escogidos: Robertico Carcassés, Dj Wichy del Vedado, Idania Valdés, La Reina y la Real, entre otros músicos e investigadores del sector, provenientes de La Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), el British Council y la Asociación Hermanos Saíz (AHS), por solo citar algunos de los habituales colaboradores en este sentido.
Al respecto, destacó Eme Alfonso que entre los invitados se encuentran dos musicólogos del British Council quienes, además de escoger de conjunto a los ganadores, estarán presentes en los talleres profesionales, “como parte de ese puente que siempre hemos tendido con ellos desde el inicio del Primera Base”, resaltó.
Entre los artistas del jurado los nombres de La Reina y la Real repiten en el concurso, pues fueron ganadoras en la edición primera del 2015 y ahora enfrentan el reto de estar del otro lado del escenario.
“Formar parte del jurado hoy es una gran responsabilidad, porque debemos aplicar la experiencia que hemos obtenido hasta hoy en pos de saber ver y juzgar el talento de artistas noveles. Es una nueva experiencia para nosotras y esperamos estar a la altura necesaria para este gran evento”, confesaron a OnCuba.
Por su parte, la directora del evento apunta que la experiencia de traer a ganadores del concurso como jurado “es un ciclo hermoso en el cual siempre vamos a contribuir. A nosotros nos parece fundamental que los artistas noveles conozcan las maneras en que otros artistas, con carreras más consagradas, manejan sus carreras, algo que siempre hemos hecho del alguna manera a través de talleres de formación, brindando tips y herramientas para su formación”.
Por su parte, la cantante del Buena Vista Social Club Idania Valdés precisa: “En estos momentos, donde las inquietudes musicales de los jóvenes florecen cada día más, este tipo de iniciativas son fundamentales y necesarias para mostrarles a ellos un camino positivo para sus carreras”.
Por otro lado, Rafael G. Escalona, periodista, crítico y director de la revista de música cubana Magazine AM:PM, ve al Primera Base como “la gran pasarela de artistas emergentes de la escena cubana —y añade que— con un mínimo de recursos, el Festival HWM ha demostrado cuánto se puede hacer para visibilizar e impulsar carreras destacadas que a menudo no siguen el camino tradicional de la música en Cuba, de las academias de música y la empresa comercializadora”.
“Eventos como este debieran tener lugar con un alcance geográfico abarcador y extenderse a lo largo del año, no solo con el formato de evento —que es bueno y útil pero está marcado por una temporalidad específica— sino que debiera existir una institución, o mejor, instituciones, capaces desarrollar actividades como esta de manera sistemática”, nos dice el joven especialista.
Eme precisa que “ya que tenemos tantas limitaciones, por lo menos nosotros nos comprometemos a enseñarles parte de cómo funciona la industria musical en el mundo”, ahí radica uno de los puntos clave del Primera Base.
¿Cómo se forma un músico?
Para la séptima edición del Primera Base los participantes se acercarán a la autoproducción y la autogestión como herramientas para lograr la autonomía en su carrera profesional, y recibirán además, capacitación en las nuevas plataformas para la promoción de los artistas, redes sociales, entre otras.
Este será uno de los ejes temáticos en el apartado teórico del evento que busca además formar a los músicos en otros aspectos necesarios de la industria musical, tarea pendiente para muchos artistas y principalmente instituciones de la isla.
“La autogestión es esencial no solo para las bandas noveles en Cuba, para casi cualquier proyecto en el mundo. Hoy en día casi ningún sello, ni siquiera las majors, se dedican a crear carreras desde cero, sino que apuestan por talentos ya desarrollados, que hayan demostrado su potencial de éxito. Eso sí, están interesadas en ese camino más tradicional, que cada vez es menos interesante”, comenta Escalona.
Al respecto, nos dice Eme: “Hoy en día un músico no solo hace música. Antes se dependía mucho de las discográficas, ahora muchos son independientes y tienen formas de subir su música en las plataformas digitales y promocionarse, hoy cuenta la calidad y estamos discutiendo la atención del público digitalmente, como me dijera recién una amiga manager argentina”.
La propia escasez de plataformas y herramientas ha hecho que los más jóvenes, nativos digitales además, se integren mucho mejor a las nuevas dinámicas del mercado internacional, al cual estamos casi de espaldas en nuestro país.
Al decir de la autogestión en estos aspectos, Idania Valdés precisa: “En la actualidad es una herramienta vital para insertarse en la industria, con un manejo certero de la producción y las redes sociales tenemos la posibilidad de crear nosotros mismos una vitrina con un nivel de visibilidad nacional e internacional sin límites”.
“De Bad Bunny a Silvio Rodríguez, son muchos les artistas que están demostrando hoy que se puede tener una gran carrera de manera independiente —el éxito, por supuesto es algo muy relativo y depende de las expectativas de cada cual”, apunta Escalona, quien también es consciente de que “al margen de los problemas de diseño y de relaciones que hay en el ecosistema de la música cubano, el inmenso talento en el país desborda las capacidades de gestión de la deprimida infraestructura de su industria institucional”.
“La industria de la música es un gran reto por lo que el artista debe estar preparado para asumir en cualquier momento de su carrera toda la responsabilidad que conlleva y citamos solo por poner un ejemplo la preparación de un concierto u evento”, añaden las raperas La Reina y la Real.
Dentro de las vías o mecanismos para enfrentar dichas carencias y aprehender de modelos ya establecidos en la región latinoamericana, Escalona nos adelanta: “Debiera haber reconocimiento de figuras e instituciones que trascienden el marco estatal. Desde el artista que no pertenece a una empresa comercializadora hasta el promotor y gestor de eventos independiente, pasando por los estudios de grabación y sellos de gestión colectiva o privada —y el tan necesario marco legal que reconozca estos actores y además— estimulara su desarrollo, que potenciara sinergias tanto al interior del sector independiente como entre este y el sector estatal”.
“En la gran mayoría de los casos —nos dicen La Reina y la Real— los artistas no contamos con un equipo de producción ni con recursos al iniciar una carrera. Aún teniendo experiencia, la autogestión es clave en el desarrollo de nuestro trabajo, por lo que creemos que es vital para lograr resultados”.
Entre los ejemplos a seguir, Escalona comenta sobre el cual considera es la guía medular de lo que debiera suceder en Cuba: el Instituto Nacional de la Música argentino (INAMU,) cuya “figura técnico-legal es la de ente público no estatal, lo que le permite tener una gran flexibilidad y no estar atado a las dinámicas de un aparato burocrático estatal como un Ministerio de Cultura”.
“Es resultado de años de conciliación entre la comunidad de músicos argentinos, y pone a disposición de estos una extensa variedad de programas de fomento de su quehacer, que va desde espacios de formación y fondos de movilidad internacional hasta el descuento para la transportación al interior del país, el manejo de salas a lo largo del país que garantizan un mínimo de trabajo a les artistas, y es el órgano responsable de la promoción y sanción de una ley de cupos en eventos artísticos, que persigue mejorar la perspectiva de género en los escenarios y el trabajo de las músicas mujeres y personas con identidad de género autopercibida”, esclarece el especialista.
De ahí que, por la parte que le corresponde al Primera Base y todo el equipo creativo del Festival HWM, los “lleva a ser más originales y profesionales, a tener que abarcar también más terreno, hacer colaboraciones y esto es muy importante para los músicos cubanos”, explica su directora Eme Alfonso, artífice del evento que se consolida cada año en la escena musical del país.