Un oficial de policía del Capitolio asesinado la semana pasada cuando un hombre armado con un cuchillo embistió con su auto a dos oficiales en una barricada en el Capitolio no parece haber sido apuñalado o baleado, dijo un oficial de policía a la prensa hoy lunes.
El oficial William “Billy” Evans, un veterano de 18 años, murió el viernes pasado después de que el conductor del auto chocó contra esa barricada. El chofer, un afroamericano identificado como Noah Green, de 25 años, se estrelló contra los oficiales y la barrera, luego salió del auto armado con un cuchillo y cargó contra otro oficial antes de que el oficial le disparara fatalmente, dijeron las autoridades.
La policía publicó hoy lunes una foto del cuchillo con mango de madera tirado en el suelo junto a un marcador de evidencia. El segundo oficial que resultó herido fue dado de alta del hospital. En los momentos posteriores al ataque, los agentes de la ley inicialmente creyeron que el sospechoso podría haber apuñalado a Evans, pero ese no fue el caso.
Los rumores también se armaron en torno a los temores de que Evans pudiera haber sido alcanzado por fuego amigo cuando la policía comenzó a disparar contra el sospechoso. La investigación sigue en curso, pero no hay indicios de que Evans haya sido apuñalado o baleado, dijo un funcionario de la Policía del Capitolio de Estados Unidos.
Los investigadores están cada vez más enfocados en la salud mental de Green mientras trabajan para identificar el motivo del ataque, dijo un funcionario estadounidense informado sobre la investigación. Los investigadores se enteraron de que el sospechoso había estado sufriendo delirios, paranoia y pensamientos suicidas, según el funcionario, quuien no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el asunto y habló con la prensa a condición de anonimato.
Green describió estar bajo el control del gobierno y dijo que lo estaban vigilando. Se describió a sí mismo como un seguidor de la Nación del Islam y de su líder, Louis Farrakhan.