De los cerca de 200 funcionarios estadounidenses afectados por el llamado “Síndrome de La Habana”, unos 100 oficiales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y sus familiares reportan haberse enfermado de la misteriosa dolencia, según reveló el director de la agencia, William Burns.
La presunta enfermedad tiene, al menos por el momento, un origen desconocido y engloba síntomas de índole nerviosa, pérdida auditiva, mareos, migrañas y afectaciones cerebrales. Comenzó por detectarse en diversos puntos de La Habana, como la misión diplomática de Estados Unidos, residencias de funcionarios y al menos dos hoteles de la ciudad, en el año 2016, lo cual derivó en 2017 en la retirada de la mayor parte de los diplomáticos y el cierre parcial de la embajada.
Después, aparentemente, se extendió a China, Estados Unidos, Francia y recientemente a Austria. En Cuba, el síndrome también afectó a diplomáticos de Canadá, país que también ha investigado sobre estos acontecimientos, aunque sin tomar las drásticas medidas de Washington.
Burns, nombrado por el presidente Joe Biden como el primer diplomático de carrera en ocupar el cargo de jefe de la CIA, dijo en una entrevista concedida a National Public Radio (NPR, por sus siglas en inglés) que ha reforzado las investigaciones para determinar la causa del síndrome y qué, o quién, es responsable.
La prensa estadounidense ha especulado que pudiera tratarse de un operación rusa asentada en una tecnología que comenzó a ser desarrollada por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde los primeros reportes se han manejado, además, diversas hipótesis hasta ahora no comprobadas que hablan de ataques sónicos, armas de microondas, neurotoxinas y hasta de histeria colectiva.
Burns confirmó que, entre otros pasos, nombró a un oficial de alto rango que una vez dirigió la búsqueda de Osama bin Laden para encabezar un grupo de trabajo que investiga el síndrome, y dijo que en los últimos meses triplicó el tamaño del equipo médico involucrado en los estudios al respecto.
La agencia también ha reducido de ocho a dos semanas el tiempo en que las personas afiliadas a la CIA deben esperar para ser admitidas en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, dijo.
“Creo que es una profunda obligación de cualquier líder cuidar de su gente y eso es lo que estoy decidido a hacer”, afirmó Burns a NPR en su primera entrevista desde que se convirtió en director de la CIA en marzo.
El “Síndrome de La Habana” ha sido nombrado así, mayormente por los medios de prensa, porque fue revelado públicamente por primera vez en la capital cubana en 2016. Pero ya en 2015 se detectaron los primeros síntomas, según reportes estadounidenses.
Burns señaló que un panel de la Academia Nacional de Ciencias Estados Unidos, en diciembre concluyó que una teoría plausible es que los rayos de “energía dirigida”, como microondas serian el origen del síndrome. Cuba ha negado reiteradamente tener algo que ver con el asunto y tampoco considera los síntomas reportados como consecuencia de un ataque. Una comisión del FBI se desplazó a La Habana para investigar los hechos junto a expertos locales sin llegar a resultados concluyentes.
Existe una “muy fuerte posibilidad” de que el síndrome sea causado intencionalmente, y que Rusia podría ser responsable, dijo Burns, y agregó que, por el momento no divulgará las conclusiones definitivas, a la espera de una investigación más amplia.
En el artículo se afirma que el denominado “Síndrome de La Habana” se extendió a China, Estados Unidos, Francia y recientemente a Austria. La pregunta es: ¿Por qué se retiró a casi todo el personal diplomático al punto de que prácticamente se cerró la Embajada de Estados Unidos en La Habana, mientras que no se actuó de la misma manera en el resto de los países mencionados?
Eso si con mucho amor y son inocentes. Siganle permitiendo libertades a los comunistas y tambien afectaran a este gran pais.