Algo se mueve en Cuba
Desde que comenzaron las protestas el pasado 11 de julio se han vertido ríos de tinta sobre la realidad política y social de la Isla, convertida en protagonista inesperada del siglo XXI.
La República de Cuba, según la reciente terminología de la Constitución de 2019, es el símbolo de una excepcionalidad desde su nacimiento hasta hoy: un pequeño país insular, con alrededor de 12 millones de habitantes, que protagonizó una revolución popular, épica e inverosímil en 1959, que ha sobrevivido estoicamente ante un embargo económico, comercial y financiero por parte de EE.UU desde hace más de 60 años y que, contra viento y marea, puede presumir de un nivel de desarrollo considerablemente superior al de otros países del Tercer Mundo.
El actual sistema político de partido único en Cuba nació de una Revolución contra todo pronóstico —contra el ejército—en un mundo que ya no es el nuestro, el de la Guerra Fría. Independientemente de lo que se piense sobre el modelo cubano, ya se sea un aguerrido defensor del sistema político o ya se quiera con todas las fuerzas hacer tabula rasa, todo el mundo coincide en la importancia de unas protestas de envergadura tal que no se recuerdan en la Isla desde 1994 (el “Maleconazo”). Así, vivimos en nuestro país hermano un momento de auténtica encrucijada.
En ocasiones, uno debe comenzar enseñando las cartas: cuesta escribir sobre Cuba desde posiciones de izquierda en España. Un extraño y pegajoso compromiso tácito margina las conversaciones sobre la sociedad cubana al ámbito privado, lejos del riesgo a equivocarse y ser señalado, lejos del juicio de los demás.
Se trata de una regla no escrita para la gente de izquierda que coloca el fetiche Cuba en una vitrina distante, donde puede ser venerada o vilipendiada, pero, en ningún caso, debatida con matices y calma.
He aquí nuestro primer punto: queremos denunciar esa actitud supuestamente comprometida que hace que uno casi tenga que pedir permiso para hablar de Cuba.
Al final, ese pacto-no-escrito acaba funcionando como subterfugio al que se llega por caminos tan variados como la sincera humildad, la terca ortodoxia o la mera apatía, y del que nosotros mismos hemos participado durante mucho tiempo. ¿Su consecuencia principal? Impedir que las izquierdas del Reino de España podamos debatir abierta y honestamente sobre Cuba.
El problema es que necesitamos hablar de Cuba.
Nuestros compañeros y compañeras de la Isla no se merecen este silencio. Debemos poner fin a eso que Emilio Santiago, en un fantástico artículo, llama el “cruce de lealtades contradictorio” que nos tiene paralizados a los que nos sentimos comprometidos con la tradición socialista.
Cuando las izquierdas cubanas se interesan por conocer la reacción y las opiniones de nuestras izquierdas y solo encuentran la vaguedad o el slogan, ¿debemos sorprendernos de que no nos quieran buscar más? ¿De que sean la derecha y la extrema derecha las que acaben por monopolizar el espacio de la crítica social y la protesta?
Queremos seguir poniendo cartas sobre la mesa.
Somos dos jóvenes españoles que todavía no han tenido la oportunidad de pisar la Isla, pero se sienten parte de un patrimonio moral y político común al del origen de la Revolución de 1959 —esto es, el del republicanismo democrático y el socialismo.
Consideramos que Cuba es también un país real y no solo un fetiche revolucionario, con seres humanos de carne y hueso, con malestares, esperanzas y anhelos legítimos ante las dificultades económicas y ante la evidente falta de libertades públicas y derechos fundamentales.
Queremos dirigirnos sobre todo a nuestros hermanos y hermanas de Cuba que viven indecisos las protestas, a las que se permiten dudar, a los que quieren buscar una solución dialogada más allá de la falta de libertades actual o de la intervención “humanitaria” propugnada desde zonas de Miami.
Es probable que muchas de estas personas que se permiten el lujo de dudar miren con buenos ojos, o critiquen indignadas, cómo sus compatriotas se manifestaron el pasado 12 de julio ante la embajada cubana en Madrid, en una concentración que buscaba dar eco a las protestas en la Isla. Lo cierto es que (ese) fue el pistoletazo del “corral nublado” en que consiste la política española.
La derecha no desaprovechó la oportunidad para intentar instrumentalizar estas concentraciones y convertirlas en un tomahawk lanzado contra el gobierno de coalición del Partido Socialista Operario Español (PSOE) y Unidas Podemos.
Tanto el portavoz regional de Ciudadanos, Edmundo Bal, como la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, acudieron para mostrar su apoyo. También lo hizo Rocío Monasterio, la portavoz de Vox, el partido de la extrema derecha, en la Asamblea de Madrid.
El Partido Popular, el macho alfa de la derecha española, presentó mociones en ayuntamientos y parlamentos autonómicos exigiendo la condena de la represión contra las protestas en la Isla, e iluminó la fuente de Cibeles, situada frente al Ayuntamiento de Madrid, así como la sede del gobierno autonómico en la Plaza de Sol, con los colores de la bandera cubana.
La oportunista y cínica preocupación por los derechos humanos de tres partidos —que, por recordar solo lo más reciente, apoyaron el golpe de Estado en Bolivia y que jamás se han manifestado contra conocidas violaciones de derechos humanos en Chile o Colombia—, alcanzó su apogeo el pasado domingo 25 de julio en una poco concurrida manifestación en Madrid encabezada por el artista cubano Yotuel, el dirigente anti-chavista Leopoldo López, y el líder del principal partido de la derecha española, Pablo Casado. El elenco no podía ser más esclarecedor.
No somos ingenuos y no queremos que nadie lo sea respecto a la naturaleza reaccionaria de un sector de la oposición al sistema político cubano: al grito de “libertad”; este sector añora los tiempos de la dictadura de Batista y quiere ganar ahora aquello que perdió entonces.
Pero el hecho es que las protestas en la Isla no bailan al son de una única melodía, o, mejor dicho, están (re)produciendo sus propias melodías en vez de bailar las de los demás.
Precisamente, el significado de estas movilizaciones no es algo decantado de antemano, es uno de los campos de disputa de la actual batalla política, como ya ocurrió con las protestas de los Gilletes Jaunes en Francia, donde la izquierda consiguió hegemonizar el movimiento, que en su primer momento tuvo demandas racistas y agentes de extrema derecha.
No querer asumir la complejidad de las protestas cubanas ni su carácter plural supone regalar la mitad del campo de juego a la oposición más reaccionaria (algo que, por cierto, no deja de recordar al caso de Nagy y Lukàcs en 1956).
La pluralidad de las protestas y los guardianes de la unidad
No podemos detenernos ahora en analizar las causas de las protestas —algunos buenos análisis pueden encontrarse aquí, aquí y aquí. Pero sí queríamos romper una lanza en favor de todas las personas que se esfuerzan por dar cuenta de la complejidad del asunto más allá de la simplificación polarizadora.
La jurista cubana Mylai Burgos criticaba hace pocos días esa “falacia de las medias verdades”, según la cual las protestas podrían explicarse poniendo el acento o bien en la situación externa (el bloqueo o el “golpe blando”, etc.) o bien en la situación interna (la mala gestión de la pandemia o la ausencia de libertades, etc.).
Algunos analistas de izquierdas han querido contribuir a los debates sobre las protestas haciendo una defensa cerrada del sistema político cubano, como si el menor atisbo de autocrítica abriera una brecha por la que entraría desfilando el imperialismo.
Argumentan que la situación de ciclo político reaccionario en el continente latinoamericano auspiciaba malas señales sobre el origen de estas protestas. Señalan que las protestas tienen la legitimidad de la carestía de la vida (cortes de electricidad, inflación, escasez, problema con el peso convertible, etc.) y son necesariamente acéfalas, por lo que sirven (inconscientemente) a las cabezas políticas que las instrumentalizan, léase EE.UU.
Esa visión reduccionista y economicista del ser humano es insostenible y nos ahoga moralmente a la hora de proponer cualquier proyecto de transformación política y social en España, en Cuba, en China o donde sea.
No deja de ser sorprendente escuchar a compañeros y compañeras socialistas defendiendo miradas tan elitistas sobre los manifestantes, cuando fue la historia social marxista la que dedicó sus mejores obras a desmontar tales enfoques.
Esa visión de que los barrios y pueblos periféricos y humildes se manifiestan y, sin saberlo, hacen el juego al enemigo, es difícilmente compatible con la reivindicación del alto nivel cultural del que disfruta el pueblo cubano. Y, al final, uno tiene que preguntarse a qué clase de sociedad acrítica aspiran los guardianes de las esencias…
¿Nos olvidaremos acaso de las lecciones del “socialismo realmente existente” del siglo XX? ¿En qué momento asumimos que el Partido puede representar en exclusiva la Revolución?
La etiqueta “golpe blando” se ha convertido en el slogan de quienes están dispuestos a inmolar la verdad ante el altar de la Ortodoxia antes que reconocer que puedan existir protestas sociales legítimas por la democratización del sistema político cubano.
Sobra decirlo: no es que el “golpe blando” no exista, por descontado está que existe y que en los últimos años su ofensiva se ha recrudecido, aprovechando los momentos de debilidad del sistema político. Pero, como señala Julio César Guanche, “pretender que la narrativa del golpe blando explique cada expresión de malestar social o su capitalización por el enemigo equivale a obturar cualquier espacio a la autenticidad de las demandas nacionales. En Cuba hay también agendas cubanas, problemáticas cubanas, activismos cubanos […]”.
Lo que menos necesitan las izquierdas cubanas es una imagen romantizada de la Revolución, que no admite fisuras y donde todo el mundo obedece leal y silenciosamente.
Para que termine de quedar claro: también había socialistas en las protestas, algunos de ellos fueron detenidos, otros alzaron pancartas que decían “Socialismo sí, represión no”.
A los que nos sentimos comprometidos con las causas del socialismo y la democracia, nos duelen los “déficits acumulados” que enumeraba Ailynn Torres en una reciente entrevista: “[déficit] de derechos laborales para quienes trabajan en el sector privado, el sistemático vaciamiento del papel de los sindicatos, la obstaculización del proceso de creación y ampliación de otras formas de propiedad (como la cooperativa), la cancelación práctica de la posibilidad de crear asociaciones y formalizar espacios de la sociedad civil debido a la existencia de una ley de asociaciones desactualizada e inauditamente limitada, la acumulación de demandas insatisfechas relacionadas con derechos civiles y políticos de expresión, organización y disenso que tienen escasas garantías, la criminalización de voces ciudadanas diversas […]”.
¿De qué sorprendernos entonces si una parte del pueblo reclama democracia?
Aliados de viaje y cantos de sirena
Las izquierdas españolas tampoco parecen querer adentrarse en este meollo, temerosas de afectar los acuerdos comerciales, o temerosas de verse defendiendo lo indefendible en formatos televisivos que dejan poco espacio al matiz.
El problema es que, por su silencio, ahora mismo solo la derecha española parece escuchar a los que protestan. Y es aquí donde creemos que nuestros compañeros y compañeras cubanas comprometidos con la democracia y el socialismo no deberían dejarse llevar por los “cantos de sirena” de cualquiera que diga enarbolar las grandilocuentes banderas de la libertad.
El caso más paradigmático es el de Vox, que curiosamente cuenta entre sus filas con Rocío Monasterio, hija de un cubano propietario de la Central del Azúcar del Golfo, expropiado por la Revolución del 59 y exiliado a EEUU, y que dice detectar comunistas por “su gen cubano”.
Vox es una fuerza reaccionaria que se presenta como la única partidaria de la unidad de España con convicción y agallas suficientes para defenderla de sus variopintos enemigos.
Los aliados del Partido Popular (PP) y el partido Ciudadanos, en todos los lugares donde pueden sumar son una fuerza movida por un nacionalismo español agresivo y homogeneizador, que idealiza el viejo pasado imperial y hace apología de la dictadura franquista.
Tratan de representar un resentimiento masculino que reacciona contra los cambios políticos, sociales, culturales y económicos, que el feminismo está dinamizando y que atraviesan el globo.
A diferencia de otras extremas derechas europeas, que tienen más capacidad para acercarse a sectores populares y defender posiciones proteccionistas, Vox está demasiado impregnado de los dogmas neoliberales y es incapaz de aportar ninguna solución a la crisis del Estado de bienestar español.
En otro espacio, lo caracterizábamos como una suerte de neoconservadurismo cañí, que, sin una nostalgia evidente por el franquismo, trata de contaminar al PP e influir en su agenda, condicionando los gobiernos de las derechas. ¿Quién puede pretender defender la libertad de Cuba yendo de su mano?
Las “alianzas tácticas” pueden tener un efecto boomerang indeseado (basta recordar los efectos que tuvo el feminismo de A. Dworkin y K. MacKinnon cuando se aliaron con el gobierno de Ronald Reagan).
La esperanza no llega sola
En los años 80, al calor de la Segunda Guerra Fría, el gran historiador y militante pacifista que fue Edward Palmer Thompson solía decir que el camino al socialismo democrático era más fácil si se partía del socialismo realmente existente, porque sería más fácil democratizar las anquilosadas estructuras burocráticas que enfrentarse a las grandes concentraciones de poder y privilegio de los países capitalistas.
El desenlace del bloque soviético en 1990 no permitió que las esperanzas de Palmer vieran la luz, pero su argumento sobre la distancia que nos separa del complicado matrimonio entre democracia y socialismo quizás tenga algo que decirnos hoy día.
Es probable, pensamos, que la supervivencia de la Revolución dependa precisamente de su capacidad para abrirse a las demandas de una sociedad civil cada vez más articulada y crítica. La pelota está en el tejado del gobierno.
Ya lo dijo Silvio Rodríguez en 2010: “el hecho de que nuestras alas se hayan vuelto herrajes no debe atribuirse sólo a Estados Unidos y al bloqueo sino también a nosotros mismos“. El revival del nacionalismo cubano es buena noticia, y puede suponer el mejor aliado para el gobierno frente al intervencionismo estadounidense.
Por el contrario, la cerrazón del gobierno, que condena cualquier protesta como “contrarrevolucionaria”, abre la puerta a que las demandas más legítimas acaben huyendo para alojarse en la única morada que las cobije, y esta será siempre la del anticomunismo más descarado que aspira a volver a convertir a Cuba en el patio trasero de los EE.UU.
No por casualidad fue el propio Fidel Castro quien, en uno de sus últimos discursos en la Universidad de la Habana, sostuvo las siguientes y reveladoras palabras: “Esta revolución puede destruirse por sí misma. Los que no pueden destruirla hoy son ellos (el enemigo); nosotros sí, y sería culpa nuestra“.
Cuba sigue siendo un país socialista inmerso en un mundo capitalista. Sin contar ya con el apoyo de la Unión Soviética, ni con el soporte del llamado “socialismo del Siglo XXI”, la suerte de la Revolución pende de un frágil hilo.
Pero, hoy más que nunca, creemos que no se debería tirar la criatura con el agua sucia. La mejor crítica del actual gobierno solo se puede hacer desde los propios principios de su origen: soberanía, autogobierno y justicia social. El futuro de la “vida buena” en Cuba está en manos de los cubanos y las cubanas. Os deseamos la mejor de las suertes.
Buen intento; pero aún permeado de idealizaciones y sedimentarizaciones. Como decía Suki, desde lejos es más sencillo “ver vacas en Manchester”.
Leí hasta donde dice: “que todavía no han tenido la oportunidad de pisar la Isla”.
con el mayor respeto,no me gusta ver a personas altamente ideologizadas y muy poco enterada acerca de Cuba y la izquierda mundial.Ese cuento de ada de que la revolucion cubana antimperialista y socialista derroto al titere proyanky batista es falso y ustedes debian saberlo si no se dedicaran solo a leer la version izquierdsta de la vida.El gobierno del dictador batista,corruto e inepto,fue derrocado por todo el pueblo de cuba ,no por la izquierda y sus aspiraciones eran democraicas y liberales,los comunistas ,como siempre dieron un golpe y se apoderaron del Pais y desde entonces,han mantenido al pueblo cubano cautivo por la opresion de un regimen totalitario,cruel y asesino.Los cubanos,no pueden elegir,ustedes,si.Y la izquierda esanola,como casi toda la izquierda mundial ha sido y es complice de esto.Los cubanos ,en esencia quieren lo que ustedes poseen.democracia y lbertad.Libertad para elegir,para hablar,para manifestarse.Para saber eso,no hay que ser ni de izquierda ni de derechas,ni de centro.Son simplemente derechos.
Es largo el articulo,pero entiendo.Usted esta tratando de justificar su “compromiso” con el socialismo.Cuando se enfrenta a la informacion que les llega de una fuente como Ailyn o de Guanche,por supuesto aun les quedan las sanciones del imperio,pero esa fantasia,de una Cuba socialista virtuosa y trascendente se esta dejando ver sin maquillaje,sin todas esas vestimentas y accesorios,y es una vieja calva y decrepita,pero usted no quiere ni puede aceptarlo,porque sin este fetiche se acaba el culto,la magia y la felicidad,y hay que aceptar una realidad para la cual no se esta preparado.Los culturalistas neofascistas Voxistas no se vacunan,y los fetichistas republicanistas que adoran la revolucion cubana como el paraiso de las mulatas y el socialismo no se quitan la venda de los ojos,y la razon es obvia porque no quieren dar su brazo a torcer en el caso de una persona informada como usted,y en caso de la derecha criptofascista porque no necesita mas informacion.
Maravilloso escrito felicidades
Bien, señor. No soy de izquierdas pero ya quisiera que todos los de izquierdas fuesen como usted. Lo respeto porque aún siendo de esa ideología sabe ver donde está la injusticia y como en nombre de ella se acometen crímenes. Usted le mira a la cara a la dictadura, no como otros que prefieren mirar para otro lado para seguir sacándole rentas a su ideología. Como liberal que soy me molesta la radicalización de un lado y del otro.
Yo no sé dónde ustedes compran el ron pero cambien de proveedor porque los tiene mareaos desde el momento que la constitución nueva dice que Cuba es un estado socialista de derecho …….se jodió todo porque ser desafectos a la corona es anticonstitucional. y por el solo hecho de pensar pueden tomar represalias contra ti. Cuba es un estado socialista de derecho donde no tienes derecho a quitar el socialismo
Puedo aceptar como válida cualquier opinión,aunque no la comparta,pero decir que nuestro régimen es asesino y corrupto ya eso es una mentira total. La verdad tiene matices la mentira siempre es absoluta, por eso nuestro pueblo seguirá construyendo su futuro,pues nunca ha aceptado la mentira. Esa es una verdad que ningún parlanchin lenguaraz podrá opacar
Soy cubano de los de la Revolución, siempre veo como la contra miente sin tapujos y le buscan la quinta pata a la mesa. Si mienten y cuando alguna ideología miente soberanamente como sucede en estos días que se observan imágenes de Cuba que no se corresponden en nada con la realidad,que son tomadas descaradamente de otros contextos y otros países, lejos de entender los cubanos,que no somos tan ignorantes sencillamente nos acercamos más a nuestra realidad y los enemigos que han perdido durante sesenta años continuarán por ese derrotero y ese llanto que los ha acompañado siempre. Entonces acuden a sus mentores, los que mataron millones en Vietnam Nam a nombre de la democracia, los que engendraron el Plan Cóndor de miles de desaparecidos y los que hicieron guerras en Centroamérica y apoyaron a los dictadores más crueles de nuestra región. Los cubanos si hemos aprendido a no entregar a nuestro país. Los problemas internos los resolvemos y continuaremos nuestra obra,aunque en ello nos cueste cualquier sacrificio. A otros con cantos de sirenas de libertades y democracias mentirosas fabricadas para explotar pueblos ingenuos e ignorantes. No le busque por donde le entra el agua al coco que eso está claro
Estamos tan acostumbrados a los espectáculos político-circenses, que ya ni caso les hacemos. Forman parte del reality show diario que fabrica la intolerancia y el oportunismo más ramplón. Yo nunca deslegitimo una protesta, porque hacerlo sería cerrar los ojos ante la realidad. Si una parte del pueblo protesta y pide cambios, sus razones tiene. Pero la realidad también tiene muchas caras, y las que exhibe y también esconde el bloqueo norteamericano a Cuba son dos: por un lado es un bloqueo económico que impide a Cuba no sólo comerciar con Estados Unidos sino con empresas suyas que se encuentran fuera de su territorio. Y con otras que emplean su tecnología. Es decir, con buena parte del mundo. Pero el bloqueo esconde su “hocico de garduña” político. Es una agresión política en tanto que económica. ¿Acaso ambas categorías pueden separarse? La otra cara de la realidad está formada por la historia misma de la Revolución cubana, sus decisiones políticas con sus fracasos y aciertos, en proporciones parecidas. Yo hubiese querido otra realidad para mi país, pero esto es lo que hay. Y por eso pido el inicio de conversaciones entre Estados Unidos y Cuba para poner fin al bloqueo. ¿Pero me pregunto cómo dialogar con un presidente errático y sin apenas convicciones, que siente pánico a dar la cara ante una realidad que lo supera, porque es el resultado de una política nefasta (de la que él no es responsable) y sin embargo hereda de la Guerra Fría? Hoy sería más fácil que nunca iniciar ese diálogo y llegar a acuerdos. Pero vuelvo a preguntarme: ¿sería Biden -virtual rehén de la derecha cubana más recalcitrante- capaz de ofrecerlo? Sencillamente no lo espero. Por lo que parece, el actual mandatario no es capaz ni de atreverse a encender la luz de su oficina. Pero si mañana se dieran pasos, como los que dio Obama, para normalizar las relaciones entre las dos naciones, la situación en Cuba mejoraría, cosa que no le agradaría a Estados Unidos (y menos aún a los cubanos de extrema-derecha porque supondría menos presupuestos de los contribuyentes norteamericanos para sus ruidosas campañas anticubanas). En fin, queridos amigos, se trata de un entuerto fabricado por la política exterior de ese tan “admirado” país del Norte, que ha seguido fielmente aferrado a la doctrina Monroe. Y Cuba no debería abroquelarse. Al contrario, lo más inteligente -y lo único que nadie se atreve a poner en dudas- es la efectividad del diálogo. Dialogar no significa ponerse de rodillas. Sólo oír y negociar aquello que pueda ser negociado y beneficioso. Sin menoscabo de la soberanía nacional.
Muchachos, despues que vengan, no a pisar Cuba como turistas sino a pasar un tiempo largo como ciudadanos de a pie, entonces intenten opinar.
Volvemos al analisis de los supuestos politologos cubanos, y sus articulos sobre las protestas en Cuba en Julio 11 2021 con analisis carentes de apego a las condiciones y contextos en que se ha desenvuelto, se desenvuelve y se desenvolvera Cuba mientras exista EL BLOQUEO, NO EMBARGO, PUES EMBARGO ES UN DIFERENDO ENTRE DOS PAISES Y EL DIFERENDO QUE EXISTE ENTRE ESTADOS UNIDOS COMO PROMOTOR DEL MISMO Y CUBA COMO LA VICTIMA, AFECTA A TERCEROS EN TODO EL MUNDO, POR TANTO NO ES UN EMBARGO, DE ACUERDO A LAS DEFINICIONES DE LA NACIONES UNIDAS, ES UN BLOQUEO BRUTAL, DESHUMANIZADO, GENOCIDA, TERRORISTA Y FACISTA QUE PERSIGUE LA DESTRUCCION Y EL CAMBIO DEL REGIMEN CUBANO, POR HAMBRE, ENFERMEDADES, MISERIA Y DESABASTECIMIENTO DE TODO TIPO QUE HOY SUFREN LOS 11 MILLONES DE CUBANOS RESIDENTES EN LA ISLA.
Cuando usted vive en Cuba y usted esta plenamente informado de los efectos terribles y deshumanizados que ha producido, produce y producira el BLOQUEO DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS CONTRA CUBA, maxime cuando el 23 de Junio del presente ano 184 paises votaron, una vez mas, contra el BLOQIUEO DEL GOBIERNO NORTEAMERICANO CONTRA CUBA, es decir con toda esa informacion que recorrio y recorre el pais a diario, y usted se une en una protesta violenta, terrorista y facista en Cuba contra el gobierno cubano y su sistema social, usted no puede asumir o pedir que otros asuman que usted esta confundido, que usted esta dentro de sus derechos a protestar que usted esta plenamente de acuerdo con la protesta, aun cuando haya sido realizada, por orientaciones y pagada por los miembros de la contrarrevolucion, terrorista y facista de Miami y el gobierno de los Estados Unidos de America, con toda esta informacion, escribir articulos donde se pide que se escuche a los que protestaron, senores es un acto inaceptable y criminal, pues los que sufrimos el bloqueo todos los dias, todas las semanas, todos los meses y todos los anos, por mas de 62 anos, RECHAZAMOS CON TODAS NUESTRAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS, MARXISTA, MARTIANAS, FIDELISTAS, BOLIVARIANAS, GUEVARIANAS Y MACEISTAS, el contenido de estos articulos , pues para lo unico que sirven es para apoyar en forma directa y sin sonrojo de tipo alguno, AL GOBIERNO DE LOS ESTADDOS UNIDOS DE AMERICA, QUE ES EL CRIMINAL, EL GENOCIDA, EL TERRORISTA Y EL FACISTA QUE APLICA CONTRA CUBA TODA SU FUERZA IMPUDICA, DESHUMANIZADA Y CRIMINAL, COMO LO HIZO EL IMPERIO ESPANOL A TRAVES DEL GENERAL VALERIANO WELYLER EN LA GUERRA DE LIBERACION DE LOS CUBANOS EN EL SIGLO XIX, AL DICTAR LA RECONCENTRACION DE TODOS LOS CAMPESINOS CUBANOS EN LOS PUEBLOS Y CIUDADES DEL PAIS, PARA TRATAR DE GANAR UNA GUERRA QUE YA ESTABA PERDIDA Y QUE SOLO OCASIONO DOLOR Y MUERTE A MILES DE CUBANOS EN PUEBLOS Y CIUDADES DE CUBA.
Entonces que razon existe para escribir y publicar un articulo como este sobre Cuba, su Revolucion, Su Partido Comunista y su actual situacion economica, financiera, comercial y social, maxime cuando el autor de este articulo y otros de iguales caracteristicas y contenidos, saben perfectamente bien que el 98% de las situaciones que hoy confrontamos los cubanos en el pais, es el resultado DEL CRIMINAL, GENOCIDA, TERRORISTA Y FACISTA BLOQUEO DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS CONTRA EL PUEBLO CUBANO, conociendo tambien los articulistas como el de este articulo, que la mentira y falsedad de que el bloqueo es una forma de ayudar al pueblo cubano en su lucha contra el castro-comunismo, como ellos dicen, en realidad ES UNA FORMA TAIMADA, MENTIROSA, DESHUMANIZADA, INSIDIOSA, TERRORISTA Y FACISTA, DE CONDENAR A 11 MILLONES DE SERES HUMANOS A LA MUERTE POR HAMBRE Y ENFERMEDADES, PARA LUEGO DECIR PUBLICAMENTE, EN FORMA INMORAL Y CON TOTAL FALTA DE PRINCIPIOS A LA VERDAD Y LA JUSTICIA QUE EL GOBIERNO DEL SENOR BIDEN ESTA APOYANDO EL PUEBLO CUBANO.
Dejen ya de escribir articulos de este tipo, lo que Cuba nesecita es LA SOLIDARIDAD QUE TANTO HA DADO A MUCHOS PAISES Y PUEBLOS DEL MUINDO, CUBA NECESITA DE LA SOLIDARIDAD MATERIALIZADA EN DONACIONES DE TODO TIPO, DESDE ALIMENTOS, MEDICINAS, COMBUSTIBLES, MATERIAS PRIMAS PARA CONTINUAR PRODUCIENDO LAS VACUNAS QUE HOY ESTAN SALVANDO AL PUEBLO CUBANO DE LA MUERTE Y EL SUFRIMIENTO, CUBA NECESITA SOLIDARIDAD EN MANIFESTACIONES PUBLICAS Y MULTITUDINARIAS EN CONTRA DE LAS MEDIDAS COERCITIVAS, CHANTAJISTAS, INMORALES Y DE PRESION DE TODO TIPO CON EL FIN DE CAMBIAR EL REGIMEN QUE TANTO MOLESTA A LOS GOBERNANTES NORTEAMERICANOS Y SUS SOCIOS DEL NEGOCIO DE LA CONTRA EN EUROPA Y OTRAS LATITUDES DEL MUNDO. MAS APOYO SOLIDARIO, CONCRETO Y DIRECTO ES LO QUE NECESITAMOS LOS CUBANOS, PUES CUANDO ENTREGAMOS NUESTRA SOLIDARIDAD LO HEMOS HECHOS SIN VACILACIONES, DUDAS O CORTAPIZAS DE TIPO ALGUNO, POR TANTO ES EL MOMENTO DE LA SOLIDARIDAD HACIA CUBA EN TODAS LAS FORMAS Y EN TODOS LOS CONTENIDOS EN QUE ESA SOLIDARIDAD SE PUEDE MANIFESTAR.
Todo lo demas que se haga, como estos articulos es seguir echandole lenas al fuego DE LOS IMPERIALISTAS NORTEAMERICANOS Y SUS SOCIOS DEL NEGOCIO DE LA CONTRARREVOLUCION CONTRA CUBA Y CONTRA EL SOCIALISMO.