Cumpliendo la promesa del presidente Joe Biden de devolver el golpe por el atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, el ejército estadounidense utilizó un dron para ejecutar a un miembro del Estado Islámico.
El Comando Central del ejército dijo que el ataque se llevó a cabo en la provincia de Nangahar contra un miembro que se cree involucrado en la planificación de los ataques contra Estados Unidos en Kabul.
El ataque aéreo se produjo después de que Biden declarara el jueves que sus perpetradores no podrían esconderse. “Los perseguiremos y le haremos pagar”, dijo. Los líderes del Pentágono dijeron a los periodistas que estaban preparados para cualquier acción que ordenara el presidente. “Tenemos opciones allí en este momento”, dijo el mayor general Hank Taylor, del Estado Mayor Conjunto del Pentágono.
El viernes se advirtió al presidente que esperaba otro ataque letal en los últimos días de una evacuación liderada por Estados Unidos. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el equipo de seguridad nacional de Biden ofrecía una perspectiva sombría.
“Avisaron al presidente y al vicepresidente de que era probable se produzca otro ataque terrorista en Kabul, pero que estaban tomando las máximas medidas de protección en el aeropuerto”, dijo Psaki haciéndose eco de lo que ha estado diciendo el Pentágono desde el atentado del jueves en el aeropuerto de la capital.
El viernes por la noche, el Departamento de Estado volvió a instar a los estadounidenses a mantenerse alejados del aereopuerto.
El Pentágono corrigió su informe inicial de que había habido dos atentados suicidas. Dijo que solo había habido uno, en o cerca de Abbey Gate, seguido por disparos.
El informe inicial de un segundo atentado en el cercano hotel Baron resultó ser falso, dijo el mayor general Hank Taylor del Estado Mayor Conjunto del Pentágono; atribuyó el error a la confusión inicial.
Associated Press/OnCuba.