En su habitual sede santiaguera, el Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez in Memoriam arriba el próximo año a su XIV edición. Los documentalistas de todo el orbe tendrán del 6 al 11 de marzo un espacio para el debate, la reflexión y el intercambio en esa centenaria ciudad.
El evento, que rinde permanente tributo al cronista del tercer mundo y uno de los más significativos maestros del género, está dedicado en esta ocasión a México y a personalidades del arte y el deporte de Santiago de Cuba.
Más de un centenar de documentales de una treintena de naciones ocuparán los cines Rialto y Cuba, y todas las salas de proyección de la ciudad. México, Venezuela, Panamá, Italia, Francia y Colombia son algunos de los países que se encuentran representados en disímiles formatos y estilos.
Auspiciado por el ICAIC, y el Centro Provincial de Cine de la región, el encuentro incluye un programa de conferencias, un seminario teórico y un concurso de proyectos que convoca a numerosos participantes cada año.
El Festival promueve la difusión de obras dedicadas a las temáticas de la sociedad contemporánea, y a la reflexión en torno al rol de la documentalística en nuestro universo audiovisual. Sobre las peculiaridades de esta edición del evento y sus orígenes, su presidenta, Lázara Herrera, dialogó con OnCuba.
“Este evento tiene a México como país invitado de honor. Esta nación ha mantenido durante años una relación muy estrecha con la cultura y la política cubana. La otra gran significación de esta edición es que se realiza en el contexto de la celebración de los 500 años de Santiago de Cuba. Queremos rendirle un gran homenaje a esa ciudad que nos ha acogido y apoyado contra viento y marea, en momentos en que muchos se cuestionaron el lugar y quisieron arrancar el Festival para La Habana”, precisó.
¿Por qué eligieron la ciudad de Santiago de Cuba para realizar este festival?
En 1991 cuando se filmó el último noticiero ICAIC -que no sabíamos que iba a ser el último- en el mes de julio, a Santiago lo invitan a esa provincia y le hacen un homenaje en Segundo Frente. Santiago dice en una entrevista que su gran sueño es hacer un festival solo de documentales en Guantánamo, frente a la base naval, para atacar al imperialismo desde cerca. Santiago muere en 1998 y los muchachos de la sección de cine de la AHS santiaguera vienen a verme y me plantean que quieren hacer realidad el sueño del maestro y que quieren realizar un festival con estas características en Santiago de Cuba. Eso me encantó, porque Santiago adoraba esa ciudad, el filmaba constantemente allí.
Entonces les digo a estos jóvenes que tenía que consultarlo con los directivos del ICAIC porque yo sí me había prometido no permitir que el nombre de Santiago se usara para cualquier cosa, no me interesaba un mural con su nombre ni nada por el estilo. Fui a ver a Alfredo Guevara y le pareció muy buena la iniciativa. Realizamos la primera edición a la que acudí muy pasivamente como observadora, en la segunda edición di algunas opiniones y sugerencias, y ya en el tercer festival tomé las riendas absolutas del evento y lo he disfrutado muchísimo.
¿Cuáles han sido los mayores restos del festival durante estos años?
Fue complicado que el público entendiera que el festival era solo de documentales, que no se podían exhibir materiales de ficción. Fue una ardua labor, pero lo logramos ganando la preferencia de los espectadores mediante excelentes documentales que presentamos. El festival ha ido creciendo, esperamos que esta edición sea una de la mejores por lo que representa.
¿Qué novedades propone esta edición?
Hemos hecho una selección de documentales musicales tanto cubanos como extranjeros de todos los tiempos, pues existen muchos que las nuevas generaciones no conocen y esta es la oportunidad de mostrárselos. La convocatoria está abierta hasta el treinta de noviembre, acabo de traer muchos materiales de Venezuela, en estos días viajo a Argentina a traer los de allá y estoy esperando algunos de México para proseguir con la selección de la sección oficial.