Una de los más tristes sucesos de la historia de la sociedad cubana, la Operación Pedro Pan, vuelve a inspirar a la realizadora Marina Ochoa.
En cien minutos de metraje, el documental Never Ever Nerverland saca a la luz diversas aristas de esa operación. Tendrá su premier el martes 21 a las 8.00 PM en el cine 23 y 12 de La Habana, como parte de la Jornada por la Cultura Nacional. Dos días después comenzará su estreno en las principales salas de exhibición del país.
El amargo éxodo hacia Estados Unidos de más de 14 000 niños cubanos que viajaron solos entre 1960 y 1962, ha sido abordado en disímiles ocasiones en el audiovisual por realizadoras como Estela Bravo (Operación Peter Pan: cerrando el círculo en Cuba) y la misma Marina, quien en 1995 codirigió con Guillermo Centeno y Manuel Pérez el largometraje Del otro lado del cristal, que escudriña las consecuencias de este suceso.
Never Ever Nerverland se sustenta en los testimonios de diversos entrevistados implicados en los hechos, que abordan sus complejas circunstancias. El documental expone a la isla Jamaica como otro destino al que arribaron los niños, además de los Estados Unidos.
Marina Ochoa, periodista y socióloga de formación, pero inmersa hace años en el mundo del cine y en el protagonismo de las mujeres en el mismo, conversó sobre esta reciente entrega con OnCuba.
“Mi interés era contar la historia real, no solo las consecuencias del suceso como hice en mi anterior incursión el tema, sino sus orígenes, porque existe mucha desinformación e ignorancia sobre este lamentable suceso. Muchos se confunden y muy pocos entienden lo que en realidad pasó. Mi investigación duró nueve meses y la edición fue dificilísima. Tuve muchas declaraciones porque contacté con todos los que tenían informaciones que aportar”, señaló la documentalista.
El material vuelve a la Operación Pedro Pan y analiza el fenómeno desde su contexto, quiénes lo protagonizaron y qué otros países estuvieron implicados. Revela sus interioridades e involucra a Venezuela, donde se intentó reeditar la trágica experiencia.
“Como tema es importante y no está agotado. Es uno de los capítulos de nuestra historia que más dañó a la familia cubana. El primero que la violentó de una manera tremenda”, expresó Ochoa en el 2012, cuando la cinta se encontraba todavía en proceso de edición. Otras interrogantes que pretende aclarar el documental, coproducido por la Villa del Cine de Venezuela, es por qué tantos padres cubanos tomaron esa determinación y qué ocurrió desde el punto de vista propagandístico.
De la estancia en la nación sudamericana, donde la realizadora y su equipo tuvieron intensas jornadas de rodaje, Ochoa comentó: “Nos han pasado cosas interesantísimas. En Venezuela, por ejemplo, encontramos a uno de los sacerdotes que salieron de Cuba en los primeros años de la Revolución. Ahora es chavista y ha jugado un papel importante en el fracaso de un intento parecido al de la Operación Peter Pan en ese país”.
En estos momentos la realizadora se encuentra preparando una serie televisiva que da continuidad de cierta manera al documental. “Tendrá como máximo seis capítulos y un estilo más periodístico. Abordaré temáticas hasta ahora inéditas, como, por ejemplo, la vía de salida que existió por España”, declaró.
Desde muy joven Marina Ochoa estuvo vinculada con la Operación Pedro Pan, de ahí su marcado interés y la dedicatoria de este documental: “He estado muy relacionada con este asunto porque lo viví en carne propia, en mi familia, en mi casa. Frank, mi hermano menor, fue uno de esos niños que emigró a los Estados Unidos y jamás lo volví a ver. A él le dedico este documental, y también a todos esos niños y niñas que también fueron separados de sus padres y familiares”.
Me llama poderosamente la atención que Marina no mencione también a Mercedes Arce como codirectora del documental: Del otro Lado del Cristal. Mercedes no solo fue la iniciadadora del proyecto, sino que consiguió el financiamiento para poder filmar. A partir de ahí los otros directores se unieron al proyecto.