Un día ya no había con qué cocinar, ni dónde buscar leña. María Cureaux se revolvió en su apartamento. Se revolvieron sus ancestros mambises, sus ancestros francohaitianos. La tabla de planchar se le apareció como tabla de salvación. A la mañana siguiente, miró con picardía una silla que estaba floja. La madera parecía buena…
En aquella cocina improvisada con dos ladrillos y en el pequeño balcón del tercer piso, ardió todo el juego de comedor, una cama, y hasta se vació el librero. El Decamerón y La dama de las camelias sirvieron para ablandar los chícharos.
Dos laticas de arroz, el doble de agua y el efecto del vapor conseguían el milagro de llenar la olla. Aquel procedimiento de emergencia se conocía como arroz microjet. María Cureaux Savigne lo dice con una sonrisa desbordada. Ahora puede, pero a principios de los noventa; con cuatro hijos a su cuidado y un esposo que trabajaba lejos, no tenía ánimos para hilaridad alguna.
El llamado “período especial” sobrevino en esa época tras la caída del campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética. La economía tocó fondo. El ingenio del cubano se disparó.
María Cureaux se volvió experta. Cuando ya no hubo zapatos, se procuró unos pedazos de cámaras de neumáticos que cortaba y calaba a la medida. Al regresar de su guardia nocturna, se lavaba el rostro y a dar pedal en su máquina Singer. Fiel e invicta. De allí salieron calzados para la familia… y para la calle.
Había que aprovechar la luz solar. El único bombillo de la casa iba de la cocina a la sala, de la sala al cuarto: un viaje de ida y vuelta. Se transformó en poco menos que un objeto de culto. Era de admirar, el primor con que se quitaba y se volvía a enroscar; mas todo empezó a tornarse inútil ante los largos apagones.
La alergia de los hijos lo complicaba todo, pero María Cureaux no conocía la rendición. Se ahorró la larga cola del queroseno, y tuvo que arreglárselas con unas velas fabricadas de panal, con unos mecheros alimentados de aceite comestible, aceite de ricino, brillantina para el pelo, lo que apareciera.
Como tantos otros, redescubrió al maguey. La planta salió de la humildad al estrellato. Sus hojas carnosas y su sustancia blanquecina sustituyeron al jabón… hasta una tarde en que las manos de María salieron inflamadas.
Todavía hay tiempo para explicar cómo aderezaba el picadillo de cáscara de plátano, como convirtió las cortinas en vestidos, como…
María Cureaux vive en el Reparto Rajayoga en Santiago de Cuba y ha visto crecer a sus hijos con orgullo. Intenta explicarlo todo con indulgencia, casi con ternura. Y mientras mece sus libras, hay un destello que no descifro, un ardor en su mirada que no alcanzo.
Esa etapa fue muy difícil, en mi trabajo la hermosa cocina del restaurantes,se convirtió,en humo y tiene,que época tan difícil.por poco nos comemos uno a los otros,pero Dios nunca nos falto.
CON CUBANOS DE ESTA FIBRA LA REVOLUCIÓN GOZA DE BUENA SALUD. MIS RESPETO Y ADMIRACIÓN PARA LOS QUE LUCHAN.
Gracias por compartir.
No viví esa época pero parece que la estoy viendo como en una película en tu relato gracias deja la público en mi grupo de cubanos de Facebook para que el mundo te siga leyendo, abrazo desde México, Leonard Mbago
Has logrado pintar un cuadro muy vívido a partir del testimonio de Maria, con el un tropel de recuerdos me asaltan. Gracias por compartir esos recuerdos de vida que nos hacen humanos.
Me gustó muchísimo. Yo nací en el 90 y aunque no recuerdo mucho si he escuchado “los cuentos”, de los bistec de toronja y las medias de mangas de enguatadas. Algo que no es para reírse pero como cubanos al fin hasta de esas cosas nos burlamos, aunque los que lo cuentan ríen y después lanzan esa mirada perdida…
Lo q escribes siempre se pasea entre lo real y maravilloso, para mi, y no porq seas mi amigo, eres la bestia de las letras cubanas
me encanto con la crudeza pero con la dignidad de esta mujer como muchas que sacaron a relucir su ingenio y grandeza sin bajar los brazos . sin pedir nada solo hacer lo que sabían , trabajar sacar a relucir la lucidez , para salir adelante , este pueblo cubano ,es un ejemplo de dignidad ,para todo el mundo , sobre todo para américa latina – gracias María –
REINALDO; ESTE ARTICULO HA HECHO QUE ALGUNAS LAGRIMAS SE ME ESCAPEN , ADMIRO LA GENIALIDAD DE TUS PALEBRAS Y LA MANERA TAN ELOCUENTE CON LA QUE REDACTAS . UNA HISTORIA REAL QUE ME HIZO RECORDAR A MI MADRE , A MI PADRE , A MI HERMANA , A TRES TIOS , A MIS COMPATRIOTAS Y MI TAN QUERIDA CUBA , GRACIAS AL DISPARO DEL INGENIO CUBANO , COMO DICES , SOBREVIVIMOS Y HEMOS CAMINADO POR SENDEROS SEGUROS SIN DOBLEGARNOS ; POR ESO Y POR MUCHAS RAZONES MAS ESTOY ORGULLOSO DE MI GENTE Y DE MI PAIS .
eso es lo que yo llamo salir a flote ,no venderse en la primera esquina como hacen muchas ,en esta época ,que no vivieron ni remotamente lo que se vivio en cuba en aquel periodo especial ,felicito a todos los cubanos que sobre vivimos esa época aunque no me pude quejar ,fue la época que mas abundancia tenia ,porque como dice el dicho a rio revuelto ganancia de pescador y no cuento porque ,por no ensuciar la memoria de personas ya fallecidas ,pero no dejo de reconocer que incluso mis familiares pasaban mucho trabajo ,me veían como ángel guardián y que se sepa ,no tuve que prostituirme ,para mi es denigrante porque siempre hay una casa que limpiar y una ropa que planchar ,el caso es ganármelo honradamente .
La verdad ,es que me habéis trasladado hasta un tiempo tan lejano y difuso en mi mente aunque aun latente en lo mas ardiente de. Mi corazón debo reconocer que muchas cosas se me han olvidado.por eso agradezco tanto este tipo de escritos que en realidad son recuerdos vividos y contados en primera persona Muchas gracias ,muchas gracias porque esos cuatro años de periodo especial durísimo,en que. Una caja de cigarro popular costaba 120 pesos y que ni había manera de conseguir ni aun teniendo dinero hasta que se encrudece la crisis es lo que nos hace grande mis respetos para todos nosotros y toda la suerte del mundo os deseo donde quiera que estéis
Todo lo que di se él escrito es verdad y se quedó chiquito, la que escribe paso tanta hambre que me dio neuropatia por falta de la vitamina B, estuve bastante mal,
Verdaderamente los cubanos y sobre todo la mujer no se rinde ante nada estamos hechas de un madera especial que no nos entran ni la balas no conocemos el miedo ni lo imposible la verdad que somos unas héroes y cuándo tenemos hijos más todavía de la dificultad hacemos una victoria ole la mujer cubana y todos los cubanos en general
Hay tantas Marías en Cuba, tantas grandes que sobretodo aman la vida!!! Reinaldo gracias por rescatar del olvido historias como estas.
Que orgullo tan grande es tener en mis venas sangre de cubano. Soy un cubano nacido hace 62 años en Mexico y lloro de alegria con ese relato que muestra la madera de la que estan hechos los cubanos. Gente como ustedes tiene la dicha de ser la mejor y mas digna generacion que nacio en el siglo XX.
Hoy leo este mensaje lejos de Cuba, estoy en la India pasando un curso por dos meses y me saltaron las lagrimas, esa hermosa isla de mujeres mambisas se extrana tanto, los cubanos somos especiales hechos con el bronce del titan y con la verguenza de agramonte.
Me llama la atención como se habla de orgullo, de coraje, de mambises…. caballero, el Período Especial fue una de nuestras estapas más negras, aún con todos los problemas económicos que tenemos ahora reconozco que esa fue fatal y persisten aún ahora secuelas que ponen en peligro la estabilidad, propesridad e, incluso, permanencia de nuestro sistema… Admito que nos crecimos, y demostramos que la solidaridad del cubano, su sentido del humor, su amor y abnegación, son enormes… pero también perdimos, perdimos mucho, perdimos esa fe incondicional de la que hacíamos gala, perdimos parte del respeto al derecho ajeno, perdimos unos cuantos gramos (u onzas, o kilos) de integridad… la carestía pone a prueba todo, y algunas cosas desgraciadamente no pasaron la prueba… muchas familias agobiadas por las penurias perdieron las ganas de cantarles a sus hijos y de jugar con ellos, lo que se traduce en poca alegría de los que ahora son jóvenes de veintitantos, otros que “flexibilizaron” sus principios acerca de lo que se podía y no se podía, lo que se debía y lo que no se debía, en aras de sobrevivir y que después no supieron ni pudieron respetar límites…. el Período Especial nos enseñó lo mejor y lo peor de lo que éramos capaces los cubanos…
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Mario Jorge y en tan poco tiempo perdiste la memoria y hablas como gallego ? Qué horror , mi abuela lo decía….se verán horrores !!