El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de 68 años, anunció este lunes que dio positivo a una prueba de COVID-19 luego aparecer agripado en su habitual conferencia de prensa diaria. El mandatario adquiere el virus por segunda vez en casi un año.
En la comunicación emitida desde las redes sociales, el presidente explicó que durante los próximos días el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, asistirá a las conferencias de prensa matutinas que ofrece de lunes a viernes.
Informo a ustedes que estoy contagiado de #COVID19 y aunque los síntomas son leves, permaneceré en aislamiento y solo realizaré trabajo de oficina y me comunicaré de manera virtual hasta salir adelante.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) January 11, 2022
El mandatario mexicano, que sufre de hipertensión y tuvo un infarto en 2013, ya pasó por la enfermedad en enero de 2021. En aquella ocasión se confinó en Palacio Nacional y las autoridades sanitarias optaron por mantener en secreto su estado clínico y se limitaron a decir que estaba casi “asintomático”, lo que derivó en todo tipo de rumores.
Posteriormente, el propio López Obrador anunció que ya había superado la enfermedad, pero esperó una revisión médica para reaparecer en público. Según explicó el propio López Obrador, fue atendido por un equipo liderado por el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y conformado por un internista, un cardiólogo, un médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), un médico militar del Ejército y dos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
López Obrador ha recibido críticas por parte de expertos y opositores debido a la gestión de la pandemia. En su tercer informe de gobierno, presumió de su “control”, aunque México ha rebasado ya los 4 millones de casos y las 300 000 muertes, la quinta cifra más alta del mundo.
Este lunes, el presidente mexicano apareció en su conferencia con síntomas de catarro, una semana después de haber estado en contacto con la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, quien dio positivo el viernes. Se le notó una voz rasposa, algo que llamó la atención de los periodistas, quienes le preguntaron sobre su salud. “Sí… amanecí ronco, me voy a hacer la prueba más tarde, pero yo creo que es gripe”, minimizó el mandatario.
El viernes pasado, el presidente mexicano se negó a realizarse un test, porque, según aclaró, no presentaba síntomas, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lo contrario. “No tengo síntomas, la verdad es que estoy muy bien, (…) cuando uno tiene síntomas es cuando hay que hacerse la prueba”, señaló el mandatario la semana pasada.
Pese a la sospecha de contagio, el presidente no tenía puesta una mascarilla y continuó su intervención matutina junto con el procurador (fiscal) del consumidor Ricardo Sheffield, que tampoco usó cubrebocas. Este día, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores, informó también que había dado positivo al coronavirus.
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Además, el país superó el viernes la cifra de los 300 000 muertos por la COVID-19. Hasta ahora, según datos de la Secretaría de Salud (SSa), el país acumula un total de 4 125 388 casos, además de 300 334 decesos totales y avanza en su campaña de vacunación en la que ha aplicado 151.94 millones de dosis en poco más de un año.
En México ya se aplica la tercera dosis a los mayores de 60 años desde principios de diciembre, pese a que no se ha logrado la cobertura completa de ninguno del resto de los grupos de edad.
A inicios de diciembre, el jefe de Estado mexicano, quien tenía su esquema completo, recibió una dosis de refuerzo de la vacuna AstraZeneca.
Efe/OnCuba.