Lo que para el público han sido cinco semanas, para los personajes de Calendario, la nueva serie juvenil que se transmite cada domingo por la televisión nacional, ha pasado casi la mitad del curso escolar, tiempo suficiente para asimilar toda la avalancha de realidad que nos muestra en pantalla la nueva propuesta de Magda González Grau, con guion de (¿quién más?) Amílcar Salatti.
El material audiovisual rodado en pandemia y con un equipo de producción conformado en su totalidad por proyectos privados, trae a la luz varios temas centrados en esa convulsa etapa que resulta la adolescencia, tópicos ya vistos en televisión gracias en buena medida al espacio Una calle, mil caminos que dirige la propia Grau.
Pudiera decirse que no hay nada nuevo sobre el tapete, pero cuando en una sola serie se abordan una gama tan amplia de conflictos de la sociedad cubana actual, sin llegar a abrumar a los televidentes con tantas subtramas, con un hilo conductor coherente, probada calidad visual y un elenco actoral más que probado, podemos afirmar que estamos ante un producto de excelente factura.
Calendario nos muestra cada semana en 13 capítulos un año escolar del grupo 9no 3 de una secundaria básica en la localidad habanera de Los Pinos, logrando salir de esa centralidad que incluso se vive en los audiovisuales televisivos de larga duración, respecto a la capital cubana, donde no se suele mostrar la vida en las zonas periféricas de La Habana, no digamos ya en otras provincias.
Ya el argumento del profesor ejemplar que se sale del modelo regular, Salatti lo abordó en la telenovela Entrega, pero acá logra desmarcarse de aquel otro libreto, centrando más a veces la atención en el grupo que en el profesor en sí, logrando una sinergia profesor-alumno-hogar abarcando todo un entorno social para trascender los espacios comunes de las series televisivas y adentrarnos en la realidad de buena parte de la isla.
Destacan los temas de la migración interna y la discriminación, y la manera en que repercuten en las familias. Envuelve a la serie un halo de poesía con el rescate de tradiciones como el repentismo, entre otras maravillas que se esconden en el resto de las provincias que muchos jóvenes habaneros llegan a desconocer.
Bullying, racismo, sexualidad, misoginia, homofobia, fraude, adicciones, trabajo infantil, el abuso de poder, la discriminación entre clases sociales, son algunas de las temáticas con las cuales lidian a diario los profesores en las secundarias del país y en el caso de la profesora Amalia, profesora de español y guía del problemático grupo, dichas cuestiones se incrementan por ser esta la peor aula de la escuela.
El rol de Amalia es la típica heroína reivindicada: la adolescente de peor comportamiento regresa a su antigua escuela para reivindicarse y rescatar almas perdidas como lo fue ella en su momento, en este caso desde la enseñanza del español y la poesía como puntal, otro de los aciertos del libreto que pretende rescatar la obra de poetas cubanos de distintas generaciones, una estrategia que aprovechan para relacionar el poema o autor del capítulo con la trama de este, aunque a veces esto parece una coincidencia de ese episodio y no una intención del guionista.
Otras cuestiones relacionadas con la convivencia familiar son reflejadas en la serie, una arista fundamental para entender la psiquis de los adolescentes que de por sí resulta compleja, donde cualquier situación puede desencadenar una conducta inapropiada, siendo la propia profesora guía un reflejo de este tipo de conducta.
El muchacho que trabaja fuera de horario de clases para ayudar económicamente a su familia, la joven adicta a la tecnología celular cuyos padres asumen una postura similar, la adolescente que convive con su madre lesbiana y su pareja… todos estos son entornos tratados en la serie y que problematizan sobre el comportamiento humano en la sociedad.
De ahí que Calendario no se queda en la presentación y resolución de conflictos, sino que ahonda en las causas, efectos y consecuencias a largo plazo que pudiera traer consigo estos contratiempos en la adolescencia si no se resuelven en tiempo, tomando como ejemplo primero el de la profesora guía para demostrar que son válidas las segundas oportunidades y que con empeño, es poco probable que existan los llamados “casos perdidos”.
Válido también como se han tratado varios tópicos relacionados con la sexualidad, de suma importancia en estas edades tempranas donde las malas conductas junto a la falta de comunicación entre padres e hijos, puede desencadenar acciones con nefastas consecuencias, en circunstancias donde la tecnología y la inmadurez propia de la edad resultan una combinación fatal, como pudimos ver en el más reciente episodio transmitido.
Queda por ver que nos depararán los restantes siete episodios de la serie, pero de momento este primer “semestre” ha resultado bastante provechoso tanto para Amalia como para sus alumnos, quienes han ido descubriendo(se) las maneras de lidiar con sí mismos y con quienes los rodean.
Ya se anunció una segunda temporada de esta serie que aunque está catalogada como juvenil, se decidió su transmisión en un horario estelar nocturno, no creo que para solventar la escasez de ofertas televisivas en ese horario, sino con el propósito de buscar mayor audiencia porque resulta un producto para toda la familia y no una producción juvenil al estilo de Enigma de un verano, Coco verde, Mucho ruido, entre otros espacios televisivos similares.
Un tema pendiente para la próxima emisión será el del casting, que en esta primera emisión resultó de excelente calidad actoral, aunque el equipo debe considerar a actores que encajen más con un físico acorde a la edad de sus personajes, pues incluso varios de estos muchachos repetirán en la segunda temporada ya como estudiantes de preuniversitario.
https://www.youtube.com/watch?v=dgtLxkYgFK0
Calendario pudiera convertirse en un referente para la televisión cubana que aun empieza a dar pasos en la realización de series televisivas, bien lejos de los formatos y conceptos más modernos que vemos en las producciones de las cadenas de streaming internacionales, pero de seguro este equipo todavía puede sacarnos más alegrías en las venideras páginas del almanaque.
Muy atinado este comentario, concuerdo 100% . Me encanta Calendario, tengo 41 años, soy profe de Español, y les aseguro q nunca vi en nuestra televisión cubana, mejor propuesta televisiva. Gracias al equipo, son fantásticos.