Cuando hace unas semanas se comenzó a hablar seriamente del ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN, Turquía se opuso con el argumento de que ambos países habian dado asilo a separatistas curdos, tradicionales adversarios de Ankara, y por haber cancelado una licencia de exportación de armas al país euroasiático.
Los dos países enviaron de inmediato a Turquía sendas delegaciones para explicar su postura y tratar de aplacar las criticas y el ambiente se calmó.
Este lunes el secretario de la organización militar, Jens Stoltenberg, anunció que al menos Suecia ha tomado algunas medidas que llevarían a Turquía a retirar su veto.
El ingreso a la OTAN debe ser aprobado por todos sus miembros.
“Celebro que Suecia ya haya comenzado a cambiar su legislación antiterrorista y que se asegurará de que el marco legal para la exportación de armas refleje el estatus futuro como miembro de la OTAN con nuevos compromisos con los aliados’, añadió Stoltenberg durante una conferencia de prensa con la primera ministra sueca Magdalena Andersson.
“Estos son dos pasos importantes para abordar las preocupaciones que ha planteado Turquía”, enfatizó
Andersson confirmó, además, que Suecia había cambiado sus leyes contra el terrorismo y estaba en proceso de endurecerlas aún más.
“A partir del primero de julio también tendremos una legislación aún más estricta en lo que respecta a la lucha contra el terrorismo. Así que aquí no hay dudas sobre cuán fuertemente ve Suecia el terrorismo y que estamos dispuestos a contribuir a la lucha contra el terrorismo”, enfatizó la primera ministra. Una de las medidas es cancelar el otorgamiento de visas a miembros de del PKK, la organización separatista curda.
Stoltenberg también dijo que el objetivo era que Suecia y Finlandia se unieran a la OTAN “lo antes posible” y que era inconcebible que los aliados de la OTAN no saldrían en defensa de Suecia si fuera atacada.
Por otro lado, el riesgo de una invasión extranjera de la isla de Gotland parecía tan remoto que a principios del siglo se desmilitarizó esa isla sueca del Mar Báltico.
Hoy, sin embargo, las fuerzas armadas suecas están de vuelta, realizando maniobras junto con fuerzas estadounidenses, pensadas no solo para proteger a sus 58.000 habitantes sino también para retomarla en caso de una invasión extranjera. De Rusia, por ejemplo.
Soldados estadounidenses han estado practicando el envío de pertrechos desde el aire y maniobras anfibias como parte de ejercicios de la OTAN en el Mar Báltico,. Este año adquieren un significado especial por las crecientes tensiones derivadas de la invasión de Rusia a Ucrania.
Unos 7 000 efectivos y 45 embarcaciones de 14 países de la OTAN participaron en las maniobras, junto con fuerzas de Suecia y Finlandia.
Pese a ser naciones no alineadas, pero no miembros del Movimiento de Países No Alineados, ambos países nórdicos han participado en el pasado en maniobras de la OTAN y sus gobiernos decidieron pedir su admisión en esa alianza militar tras la invasión rusa de Ucrania.
“Siento que estamos bien preparados. Hicimos un gran despliegue de fuerzas en Gotland. La defenderemos”, expresó el coronel Magnus Frykvall a la agencia AP, el comandante militar de la isla. “Es difícil tomar una isla bien defendida”.
Ubicada estratégicamente en el centro de la parte sur del Báltico, Gotland ha sufrido invasiones extranjeras en el pasado. La última, en 1808, fue tomada brevemente por fuerzas rusas.
Después de la Guerra Fría, Suecia sintió que el peligro de una agresión rusa era tan leve que se enfocó en operaciones de mantenimiento de la paz en el extranjero más que en defender su territorio. El regimiento que había en Gotland fue retirado en 2005.
La anexión de la península de Crimea por parte de Rusia en 2014, no obstante, obligó a replantear las cosas y en 2018 se envió un nuevo regimiento. Ahora hay unos 400 soldados asignados a la isla y se planea enviar más como consecuencia de la invasión a Ucrania.
Muchos isleños, sin embargo, creen que Suecia no podría rechazar una invasión por sí sola.
“Si nos invadieran, no tendríamos esperanzas porque nuestras defensas son muy limitadas. Tenemos fuerzas muy buenas y modernas, pero son muy pocas”, declaró Lars Söderdahl, cocinero de 33 años en la principal ciudad de la isla, Visby.
Gotland está a 100 kilómetros (60 millas) de tierra sueca firme y a 160 kilómetros (100 millas) de la costa letona.